miércoles, 13 de junio de 2018

Balance curso 2017-2018

A pesar de que hace ya muchos años que acabó mi etapa escolar, sigo midiendo los años por cursos. Para mi el balance toca ahora y no en diciembre, las buenas intenciones y propósitos son en septiembre, y ¡cómo me encantaría tener parón vacacional en julio y agosto!. Me tendré que conformar con mis tres semanitas de vacaciones estivales, pero echo de menos muchísimo las vacaciones escolares que disfruté, como buena estudiante, hasta que terminé la carrera. Los profes os lo ganaréis durante el curso, no digo yo que no, que soy hija de maestra y madre de adolescentes que no quiero ni pensar lo que tiene que ser aguantar a más de 10 juntos en un aula día tras día. Lo tendréis ganado y merecido, pero a estas alturas del año os envidio profundamente.

A lo que iba, que voy a aprovechar que toca hacer balance para pasar por aquí a desempolvar este blog querido mío, al que he abandonado más de lo que merece.
 En este curso han pasado muchas cosas:

- hemos cambiado de casa. La mudanza fue un infierno. Llevábamos diez años y medio viviendo en el mismo piso, con demasiado armario y almacenaje, y trasladar y acomodar toda esa acumulación fue terrible. Pero en un mes aproximadamente quedó todo organizado y estamos disfrutando mucho de la amplitud, la luz, las vistas, que los niños tengan cada uno su cuarto... Ha merecido muchísimo la pena.

- lo de los adolescentes que ya os conté en otra entrada anterior, ha ido a peor. Bueno, para ser sinceros, el niño se ha estabilizado y encima este año ha mejorado las notas. Todo el curso al filo del bien y del mal, pero en la última evaluación pegó una remontada y ha terminado con buenas notas y felicitaciones de varios profes (que debían estar tan sorprendidos como yo). La adolescente mayor es la que ha ido a peor. Las notas muy bien, como siempre. Pero el nivel de drama por cualquier cosa va increscendo.
Este año han movido la convocatoria de septiembre a junio. Los alumnos tienen el mismo número de oportunidades/éxamenes pero concentrados porque en junio termina todo el curso. Esto ha supuesto que han tenido que terminar antes el temario, y los alumnos como mis hijos que aprobaron todas las evaluaciones, están desde finales de mayo libres como palomas. Concretamente el 22 de mayo trajeron las notas de la tercera evaluación, exámenes y temario lógicamente lo terminaron antes. Esto supone que llevan demasiado tiempo yendo al cole con poco contenido. Les han organizado talleres, para los que no tienen recuperaciones, pero la acogida es muy desigual. El mérito del profesorado está claro, pero los chavales no acogen con el mismo entusiasmo un taller de defensa personal que otro de quebrados. El caso es que tenemos discusión diaria porque la adolescente mayor no quiere ir al colegio la mitad de los días. "¡Pero si no hacemos nada, es un rollazo, y ya han entregado las notas, para qué tengo que ir!, ¡eres la peor madre!". Esto lo tienen que oir mis delicados auditivos casi cada noche...
Según ella, muchos alumnos no van. Pero a mi me parece que a poco que hagan, algo más que en casa o apatrullando en manadas adolescentes la ciudad... Ya tienen bastante con estar libres desde el 22 de junio hasta mediados de septiembre. Si todavía estamos en calendario escolar con asistencia obligatoria tienen que ir y punto. Aunque he de decir que entiendo a los padres que llegan cansados y tarde de trabajar y desisten de lidiar la batalla diaria para convencer al adolescente de turno de que tiene que ir aunque no haya temario ni exámenes... Yo no desisto porque soy así, pero telita lo que es discutir diariamente por algo que para mi es de cajón.

- la pequeña está cada día más bonita y simpática. Ha sido su primer año de colegio y la experiencia en general ha sido muy buena. Ha hecho muchos amigos y una amiguita del alma. Le gusta su profe. Y ha aprendido mucho, la veo muy cambiada de cómo empezó en septiembre. Sabe un montón de canciones, monta en patinete nivel pro, se columpia sola a toda potencia, baila con ritmo, come mucho más y mejor... Está re-mona, si no fuera por mi sentido de la privacidad, ahora mismo os ponía algunas fotos para que veáis qué achuchable es, con su sonrisa siempre puesta.

- en el trabajo estoy a tope, pero mejor de lo que estuve de mayo a enero, periodo en el que me movieron dentro del propio departamento, cambiando de jefatura, y fue bastante duro. Ahora mismo tengo mucha carga de trabajo, pero salgo a mi hora y me organizo libremente. Con la jefa que tuve esos meses era imposible. Se metía en cómo hacía todo, tenía que reportar informes continuos de cosas absurdas, me puso móvil de empresa y me llamaba en mi tiempo libre... Muy agotador.

- el plan de vacaciones es el que hacemos muchos años de coger tres semanas seguidas y pasar la mitad en el sur de españa y la otra mitad en el norte.  Tengo muchísimas ganas, necesidad, de playa, paseos, no tener horarios, comer gambas... Cuando volvamos de las vacaciones familiares, la Niña mayor se va a alemania tres semanas. Es la primera vez que la mandamos fuera, y he de reconocer que estoy un pelín nerviosa, pero creo que va a ser una buena experiencia para ella. Cuando ella vuelva se irá el Niño a un campamento de inglés en la costa. La idea era mandarle fuera de España, pero a él no le apetecía nada, así que como primer año vamos a ver qué tal esto y al año que viene ya le mandamos fuera.

Y eso es todo por hoy amigos. Sed buenos y sed felices. Besos