martes, 6 de marzo de 2018

Mudanza, Zoster, y recopilatorio de últimas andanzas

Voy a aprovechar una circunstancia adversa, como es que en estos momentos me encuentro de baja por un herpes zoster con muy mala leche, que me está atizando el trigémino, para hacer algo positivo y muy olvidado, como es escribir una entradita.

Me cuesta mucho encontrar tiempo y ganas para sacar el ordenador y ponerme a escribir. Mi conexión de ocio a internet, es básicamente desde el móvil. Pero en mi primer día de baja, y siendo en estos momentos las 11:04 ya estoy aburrida, así que ¡amigos, aquí me tenéis de nuevo!.

Llevo un par de meses complicado, os cuento:

- Después de mucho mirar, buscar y aplazar, encontramos el piso ideal, cerca del nuestro, pero con un dormitorio más, y más espacio de salón y cocina. Justo lo que necesitábamos desde hace 3 años que nació la pequeña de la casa. Así que en un arranque de energía nos lanzamos al cambio. Poco que explicar al que haya sufrido mudanzas, y al que no, dos consejos: no acumules y no te mudes nunca.
Ahora hacemos un mes y tres días en la casa nueva, y esto va mereciendo la pena. Pero el inicio fue un cúmulo de desastres de lo más desmotivador. Los montadores de IKEA no llegaron el día que se les esperaba, los de la mudanza fueron malos, tardaron más de lo previsto e hicieron mucho menos de lo contratado. Aparte de que se les cayó el piano y ha quedado un lateral de madera roto, y rompieron varios marcos y muebles de cds. Hemos estado literalmente tres semanas deshaciendo cajas. Porque además solo tuve un día por mudanza, así que difícil compaginar trabajo, casa, niños, con montar una casa para familia de cinco miembros. Todavía queda una caja por abrir, pero es de fotos, cuadros y cosas superficiales sin las que podemos vivir.

- Los adolescentes están insoportables, así de claro os lo digo. Lo simpáticos y graciosos que eran, y ahora el 80% del tiempo están en plan ñu, en su cuarto, o con sus amigos, o a sus cosas. Supongo que es la edad, pero se hace complicado, y echo mucho de menos a los que eran antes. Este verano les vamos a mandar fuera por primera vez, pero es que les viene bien a ellos y a nosotros. Porque tres meses de verano, sin cole y con esa actitud perdonavidas, va a ser que no.

- La pequeña sigue ideal de la muerte, graciosa y simpática a más no poder. Todavía dice cosas como: "Me poní los zapatos", que me matan de amor, aunque cada día habla mejor, pero esas palabrejas suyas me enamoran. Al cole sigue yendo relativamente contenta, los fines de semana festeja mucho que no haya clase, pero cuando toca, no llora. Ahora bien, siempre que le preguntamos que qué hace en el cole, dice convencida que no aprenden nada, que solo juegan y ven películas. La verdad es que para no aprender nada, y siendo yo poco partidaria de la escolarización temprana no habiendo necesidad, sale caro la cantidad de virus y mocos que trae la pobre del cole. Ahora mismo mi mayor fantasía sería vivir en un sitio de clima templado, como canarias, que yo no tuviera que trabajar ni ella que ir al cole, y pasarnos la vida tranquilas en un dolce far niente. Pero nos toca estar aquí que es donde está en trabajo, y a ella llenarse de mocos y otitis...

- El zoster, me empezó a salir ayer por la mañana, en forma de pompas en la frente, pero con mucho dolor hacia el ojo derecho. La doctora de la empresa me dijo que creía que era un zoster y que me fuera a mi médico de la seguridad social, que efectivamente confirmó que sí lo era. Me han dado baja hasta el viernes, antivirales y calmantes, y aquí estoy metida en la cama con el ordenador, contándooslo.

- Por rematar con algo bueno, os cuento que fui con mi hija la mayor, a ver la película Lady Bird
Una película preciosa que nos encantó a las dos. Y muy adecuada para ver madre e hija, porque te ves reflejada en las protagonistas. Hay cosas que haces porque no lo puedes evitar, y cuando las ves en pantalla, desde la frialdad de estar fuera de ese conflicto madre-hija, te das cuenta de lo mal hecho que está y que tú lo haces igual de mal. Que si estás cansada, que si un mal día en el trabajo, que si la adolescente es insoportable y te ha sacado de tus casillas... Lo que sea, pero mal hecho está. No hablo de maltrato, simplemente de actitudes o comentarios que hacemos, que no aportan nada bueno. Y a ella le pasaba igual, por lo que me contaba tras la peli. De hecho tuvimos un rollito bastante guay charlando de la película, y esas cosas merecen la pena.



Y nada más por hoy. Espero que siga habiendo alguien al otro lado, aunque me merezco el ostracismo por prodigarme tan poco...