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viernes, 10 de noviembre de 2017

Una buena noticia y un susto muy gordo

En los últimos días hemos tenido una gran alegría ya que mi hermana ha tenido a su primer hijo, un niño precioso y sano. Ya tenía sobrinos por parte de mi marido pero es la primera vez por parte de mis hermanos. Es emocionante y estoy como loca de contenta por mi hermana y por esa preciosura de sobrino que tengo.

Pero en la mitad de la alegría, mi madre nos ha dado un susto muy gordo. Ya han pasado cinco días y todavía lo estoy digiriendo, así que lo voy a contar para sacarlo fuera.

El Domingo pasamos el día en familia en casa de mis padres. A última hora de la tarde mi padre se fue a llevar a mi hermano al AVE porque se volvía a Barcelona, mi hermana y yo, nos fuimos con los nuestros a nuestras respectivas casas.
Al poco de llegar a mi casa, me llama mi madre con voz muy rara y nerviosa, y me dice algo así como que localice a mi padre, que se ha hecho un corte muy profundo, que la están auxiliando los vecinos, han llamado una ambulancia y que no quiere que mi padre se asuste al llegar.

Os imagináis que me quedé en shock, llamé a mi padre, y me eché corriendo a la calle para volver a su casa. Por el camino como había mucho atasco volví a llamar. Tengo grabadas las palabras de mi madre: "Ay hija, qué disgusto os voy a dar, pero igual me muero porque he perdido mucha sangre y me encuentro muy mal".

Los nervios que pasé hasta llegar a su casa no os lo podéis imaginar. Creí que no llegaba a tiempo ni de despedirme de ella. Me sentí impotente, huérfana, asustada, incapaz de recordar si ese día la había besado al despedirme y con mil recuerdos de ella agolpándose en mi cabeza.

Al llegar a su casa me encontré la ambulancia enfrente de su portal. En el hall de su casa estaba ella sentada en una silla, con un gran charco de sangre debajo y cuatro personas del Samur a su alrededor. Uno le limpiaba la sangre de la cara, otro ponía una vía, otro un torniquete y vendaje...

El accidente fue de lo más tonto. Se le escurrió una copa, y en un acto reflejo, para que no cayera al suelo, la intentó sujetar contra el mueble clavándosela en el brazo. Por la cantidad de sangre que había en suelos, paredes, ropa..., allí mismo ya me dijeron que se debía haber cortado una arteria.
Cuando ella vio que le resultaba imposible parar la hemorragia salió al descansillo a pedir auxilio y sus vecinos, una pareja jovencita, fueron sus primeros salvadores.
Estaré eternamente agradecida a su rápida reacción. Mientras ella le taponaba la herida con un trapo, él llamaba al 012.
Los segundos salvadores, fueron los de la UVI móvil. No solo fueron eficientes sino además encantadores, transmitiéndonos tranquilidad en todo momento y con una actitud muy cariñosa.
Mi madre dice que ella se relajó cuando me vio. Parece ser que yo me mostré muy sonriente y la decía que no se preocupara que todo iba a salir bien, que sacaban adelante casos peores. Se ve que soy la mejor actriz del mundo, porque yo lo que tenía era mucho miedo, pero simplemente no quería asustarla a ella.

Recuerdo que mi madre temblaba como un pajarillo y no hablaba bien.
Una vez estuvo estabilizada, la llevaron en la ambulancia al hospital y yo les seguí en un taxi. Mi padre reaccionó fatal, el pobre, y le dejamos en casa. No era capaz de encontrar ropa de mi madre en el armario, ni de limpiar la sangre... estaba desbordado por la situación. Hizo justo lo que le dije que no hiciera: llamar a mis hermanos. ¿Para qué asustarles si ya estaba yo al cargo?, qué rabia de verdad. Porque además, la una con un bebé recién nacido y el otro en el tren, que no podían hacer nada. Pero no se lo tendremos en cuenta, porque el hombre estaba tan bloqueado que no daba pie con bola.

En el hospital le hicieron análisis, radiografías, y al abrir el vendaje volvió el sangrado, así que decidieron subir a quirófano, donde la abrirían estando anestesiada y con más medios, que en urgencias.
La tuvieron varias horas y ahí ya llegó mi padre. Estuvimos los dos solos en una salita, nerviosos, esperando hasta que salió el cirujano a contarnos: se había cortado dos tendones, un nervio y una arteria. Pero por suerte, la cirugía fue un éxito y ahora solo queda que se recupere poco a poco.

La han dejado el brazo escayolado hasta la mano, para que una todo una bien, y así estará mínimo tres semanas. Luego tendrá que hacer rehabilitación, pero esperan que recupere la movilidad, aunque es posible que pierda la sensibilidad en tres dedos. Mi madre está contentísima de que eso sea todo, ahora mismo la sensibilidad en los dedos le parece pecata minuta para lo que podía haber sido. Y tiene toda la razón.

Cuando pasan estas cosas, te das cuenta de que lo que de verdad te importa es la felicidad y la salud de los tuyos. Te hace más consciente de la fragilidad del ser humano y de nuestras vidas. Más consciente de que todo puede cambiar en cuestión de segundos.
Tenemos que tenerlo más presente, para no caer en el desánimo. Hay que celebrar la vida, apreciar cada momento y dedicarnos a lo que de verdad es importante.

Yo solo espero que me duren estos aprendizajes, y que el día a día, no me lleve de nuevo a la rutina cegadora de lo que de verdad es importante.

miércoles, 10 de junio de 2015

Mi madre

Mi madre, esa mujer que entró al paritorio a tener a su primera hija maquillada, para que yo la viera guapa cuando naciera. Esa mujer.

Mañana viene a Madrid tras pasar los últimos dos meses en el sur, tostándose al sol y caminando como si entrenara para hacer el camino de Santiago. Acabamos de tener una conversación telefónica surrealista
- Nena, estoy saliendo de hacerme una limpieza facial  y ahora voy a que me pinten las uñas. Que me vea guapa mañana mi nieta pequeña
- ¡Pero mamá! ¿estás de coña?. Los bebés no tienen el sentido estético que tenemos nosotros
- Buuueeeenoo, eso dices tú
- ¡Mamá!, no me pongas nerviosa... ¿cómo va a fijarse un bebé en si tienes limpieza facial?
- ¿Ella a tí te ha contado en qué se fija?. Mira nena, de los bebés no sabemos nadie nada, así que yo prefiero hacerlo a mi estilo.

Y punto pelota. Ella es así, no se puede razonar con mi madre cuando se trata de estar guapa.

Más distintas no podemos ser. Cada vez que me cuenta el momento nacimiento de su primera hija, aka yo misma, de verdad que siento vergüenza ajena. ¿Cómo se quedaría el ginecólo cuando la viera entrar en el paritorio maquillada al estilo Dinastía?, prefiero no saberlo, ya bastante duro es imaginarlo. Con lo fan que soy yo de la cara lavada...

En realidad me quejo porque es mi costumbre y lo que llevo haciendo desde que tengo uso de razón, pero en el fondo me gusta que sea así. Si las dos fuéramos tan sosas y pragmáticas como es una servidora, no tendría ninguna gracia la cosa.

Si lo pienso, siempre he buscado en mis amigas mujeres muy distintas a mi, puede que sea algo a lo que estoy habituada por mi relación con mi madre. Mi mejor amiga de la infancia era una gamberrilla y mala estudiante, para contrarrestar lo empollona y responsable que era yo, supongo. Menuda pareja extraña hacíamos las dos juntas.

El caso, que mañana tenemos aquí a la abuela a pasar dos semanitas, porque ya no aguantaba más el mono de ver a sus nietos. Voy a ganar muchas horas al día ahora que no voy a tener que estar enviándole fotos y videos de sus nietos como si no hay mañana.

jueves, 7 de mayo de 2015

Mi madre

Os voy a contar algo muy feo, que va a arrojar bastante sombra a la imagen que tengáis de mi. Ahí va: me llevo mucho mejor con mi madre cuando estamos a 600 km de distancia.
Los seis meses al año que pasa en el sur, vivimos una especie de idilio madre-hija, que se va a tomar por culo a las 72 horas de estar compartiendo ciudad.
Ahora que está lejos nos llamamos dos veces al día, guasapeamos mil, nos mandamos fotos y vídeos de sus nietos. Todo es alegría y armonía.
Cuando está por aquí cerca acabamos saturadas la una de la otra. Las dos somos cabezotas y tenemos nuestras costumbres, y poca paciencia con las costumbres de la otra.

Con las fotos y vídeos que envío de la peque, exagera muchísimo y me dice que es el bebé más precioso del mundo, que está espabiladísima y qué grande y "qué buena leche tienes hija, habrías sido un ama de cría fabulosa, no te rías, que estaban muy valoradas". Oye, es un dato saber cómo te podrías haber ganado la vida en otra época, según tu madre.

Luego habla con mi hija la mayor y comenta en mitad de la conversación y sin venir a cuento: "tú cuídate mucho para que llegues a la jubilación tan bien como yo y la puedas disfrutar". Gran mensaje para una niña de once años. Mi hija se parte de risa y yo también, colgamos y todos felices comemos perdices.

Cuando está aquí todo es un pelín más complejo. A ver, que nos llevamos bien, en general. Yo la quiero mucho, obviamente, y la valoro y tal, pero me satura. No puedo evitarlo, me sienta mal reconocerlo, pero es así.

Este es uno de los poquísimos post que he escrito en estos casi tres años, en los que me alegro de que este blog sea privado y anónimo, y que ni familia ni amigos sepa de su existencia. De lo contrario a media hora de publicar tendría llamada de mi madre para meterme una chapa monumental y como la cosa no quedase suficientemente aclarada, mañana la tenía personada en la puerta de mi casa. Como si lo viera. Lo que yo os diga: muy cansino todo, pero que no me falte nunca.

martes, 11 de noviembre de 2014

Interstellar

El Sábado quedé con mi madre para ir al cine a ver Interstellar. Las dos somos muy cinéfilas y nos gusta ir juntas, aunque desde que se jubiló y pasa muchos meses al año en el sur, lo hacemos menos de lo que nos gustaría.
Camino al cine fuimos hablando, lo típico: de los corruptos, Podemos, la Panto, el 9N, las tarjetas opacas, etc. Esas charlas con mi madre son para grabarlas, la mujer que entró en estado de indignación mucho antes del 15M, ahora ya está como en un shock post traumático, desde el que te arroja frases del tipo: "pero hija, y ¿los hombres buenos y honestos? ¿dónde están? todos lejos del poder según parece...".

Volviendo al tema: nos compramos nuestros Maltesers que nunca faltan en el cine, y nos dispusimos a ver la película.


Aquí os enlazo información de la peli, por si queréis algo más objetivo que mi opinión.

En general me ha gustado, pero me ha resultado demasiado larga. Son casi 3 horas de película y soy una mujer apunto de tener un bebé y con lumbago. La combinación no es buena.

Casi me parecieron dos películas: la primera parte trata de una familia sobreviviendo en un futuro apocalíptico. La humanidad se ha quedado sin comida, y todos los recursos humanos y técnicos se dedican al cultivo. La segunda parte es ciencia ficción espacial pura y dura, bastante surrealista. Preciosa de ver por la combinación de imágenes y música. La vida en el planeta tierra no es viable, y entramos en fase de exploración de otras galaxias/planetas, a los que emigrar.

Para mi lo mejor de la película es:
- Una trama original: agradezco no ver remakes o ideas que se han explotado ya mil veces. Más vale algo original aunque por momentos sea poco creíble.
- Aparte de ciencia ficción pura y dura, también trata de los sentimientos humanos: el egoísmo, la familia, el amor... De supervivencia de la especie versus supervivencia individual. De las decepciones y desilusiones. De la búsqueda de algo mejor.
- Las actuaciones. Todos trabajan bien. Matthew McConaughey es un actor muchas veces infravalorado, como pasa con los guapetes que le han dado a la comedia romántica.

Pero yo creo que es un gran actor, versátil, con recursos, que lo mismo hace una comedia, que un drama. No hay más que ver sus trabajos como enfermo de sida en "Dallas Buyers Club":

o dando vida al atormentado policía en "True detective":

Otros actores de la película:
Anne Hathaway

Michael Caine

Jessica Chastain


viernes, 25 de abril de 2014

Mi madre al teléfono

Acabo de pasar 63 minutos hablando por teléfono con mi madre. ¡¡¡63!!!. Sudores fríos.
Se fue hace un mes de jubilada a la costa, y siempre le pasa igual. Allí está en la gloria, pero nos echa de menos, y en cuanto ve que tengo un rato, me somete a un tercer grado que no me deja afónica de milagro.

Primero interroga detalladamente sobre los nietos. No le vale un genérico del tipo: "están muy bien". No. Eso para ella es casi insultante. Quiere detalles de cualquier tontería desgranados hasta no poder estirar más el tema. Por poner un ejemplo:
- bueno y mi nieto en galicia qué tal?
- pero si ya te he contado todo lo que hemos hecho!!
- ya, pero dime alguna cosa de estas suyas que haya dicho - yo me estrujo la cabeza y recuerdo la anecdotilla del día que le dijo a mi madre que de segundo idioma en la ESO elegiría gallego -
- ¿te acuerdas de lo de elegir el gallego como segundo idioma cuando se mayor?, pues se ha pasado todas las vacaciones insistiendo en lo acertado de su decisión, porque él total a Alemania no tiene pensado ir nunca, pero a galicia todos los veranos y que lo va a usar muchísimo
- jajajajajaja, qué grande es mi nieto
- sí sí, verás tú, que ahora tiene 9 años pero el tiempo vuela y menudo chafe cuando llegue a la ESO y vea que en la comunidad de Madrid el gallego no es un idioma optativo. A un tris estuve de quitarle la ilusión ya.
- jajajajajaaja, no seas mala y no le digas nada. Ay mi nieto... Y mi nieta? cuéntame algo de mi nieta.

Y así con un montón de anécdotas más, qué dijeron, cuándo lo dijeron, qué hicieron, qué ropa llevaba su nieta cuando ocurrió no se qué... Ella quiere los detalles porque creo que lo recrea mentalmente como si hubiera estado. Mi madre jamás lo confesaría, pero creo que para ella ser abuela es lo mejor que la ha pasado, mejor que ser madre.

Ahora está ilusionadísima con lo mío. Y mira que yo no quiero ni hablarlo, estoy en modo pánico, esperando lo peor y prefiero que nadie se ilusione. Pero ella venga a sacar el tema y a decirme cosas del tipo: "tú ahora hija a cuidarte mucho, eh?, pero mucho, me oyes?, tú lo primero, piensa que importante de verdad son dos cosas en la vida, así que no intentes abarcarlo todo, eh?". Qué mujer.

También me ha contado que mi padre se ha apuntado a unas clases de alemán, que financia el ayuntamiento para jóvenes. Te cagas. Con 67 palos, ahí ha ido él a ocupar una plaza que un joven dejó libre. Que también es una pena, que financien clases para jóvenes y no se cubran las plazas, no me digáis. El caso es que parece ser que está encantado. El ya me ha contado su versión de las clases. Y detrás me la ha contado mi madre, con tanto detalle que parece que ella estaba allí.

Y poco más. Ahora lo pienso y no se cómo podemos llenar tantas horas de conversación de teléfono, porque aparte de recrear anécdotas de los nietos y las clases de alemán, no ha habido nada más...


miércoles, 5 de febrero de 2014

Sobre mis hijos XX: quien no tiene abuela no tiene cosa buena

La semana pasada el niño estuvo malo con amigdalitis, y tuvo que quedarse varios días en casa. Desde que mi madre se jubiló hace dos años, esta situación no es tan dramática como era antes. No está escrito lo que sufrí por dejar al mis hijos con una cuidadora o tener que llamar al trabajo a pedir días de vacaciones para poder quedarme yo con ellos. Toda esa agonía quedó atrás gracias a la bendita jubilación.

El niño y la abuela, se han pasado unos días juntos en casita, que ambos describen como maravillosos. El primer día le digo al niño que tiene que agradecer mucho a la abuela lo bien que le está cuidando y me contesta: “Claro, pero ella está contenta mamá. Hoy básicamente ha cocinado, ha hecho pis, y ha visto la tablet conmigo porque nos gustan las mismas cosas. Tan contentos”.

Sobre el tema de la cocina – entenderéis que los dos otros puntos mencionados por el niño no los desarrolle –, cierto es que con lo que ha cocinado estos días le podrían haber convalidado con primer premio en máster chef.
Para que el niño no pasara hambre y tuviera qué elegir, le ha deleitado con: tortilla de patata, albóndigas en salsa, guisantes con jamón, lentejas, espaguetis carbonara…. Con lo que sobraba, cenábamos los cuatro y todavía he tenido que congelar. No digo más. Ha tenido al niño como un sultán.

El momento duro del día era cuando por la tarde, llegaba la hermana del colegio, con una hojita de la profe en la que le indicaba lo que tenía que hacer de deberes. El niño miraba la nota y le caían lagrimones como canicas. Se quedaba llorando en silencio y murmurando: no hay derecho. Después de mucho lagrimón, se ponía a hacer los deberes como alma en pena. Uno de los días tenía que hacer una redacción sobre la paz y le oigo que pregunta a la hermana a voz en grito:
- ¡¡Hermana!! ¿Don Marcelino es el Papa de nuestro cole?
- No, es el cura.
- Ah eso.

¡Venga ya!, ¿el Papa del colegio?, pon un Papa en tu vida..., no fastidies. No se si me sorprende más su desconocimiento de la materia estando en cuarto de primaria de un cole religioso, o la pasmosa tranquilidad con la que le contesta la hermana. A saber las preguntas que le hace el chaval, para que ya nada la sorprenda.

El niño está en su mundo, por no decir directamente que está en la parra. Para que os hagáis una idea: el padre ha estado dos días en Lisboa por trabajo, y le pregunta mi madre dónde iba, y le contesta “A Hawai”. Con un par, viaje de un día de trabajo a Hawai…

En cuanto a la niña, contaros que está mucho mejor del sonambulismo. En sus momentos más agudos que ya os conté aquí, empecé a escribir un diario con las horas, días y lo que hacía al levantarse dormida. Gracias a ese registro confirmo que las caminatas se han ido espaciando cada vez más. Casualmente, se redujeron muchísimo sus paseos nocturnos, en cuanto trajo las notas del cole bien plagaditas de sobresalientes. Así que mi teoría de que uno de los focos de tensión era el tema académico por su auto-exigencia, parece que no iba desencaminada. Además le doy una infusión de tila casi todos los días después de cenar, y creo que eso también ayuda. Sigue teniendo sus momentos, como el otro día que se levantó arrastrando su edredón y se lo llevó al cuarto del hermano para taparle (para haberse cocido uno y helado la otra…). Pero ya son muchas menos veces las que hace de las suyas. Estoy encantada.

viernes, 18 de octubre de 2013

Mi madre

Mi madre me tiene frita.

Los que me leéis habitualmente ya sabéis que tengo problemas morales con hablar aquí de mi familia.
A mis hijos ya les pedí permiso y me lo dieron, pobres, no sabían de qué les hablaba, pero eso es otra historia. Sin embargo, mi madre, al igual que el resto de familia (excepto marido) y amigos, no saben que escribo este blog, así que me da un qué-se-yo hablar por aquí de ella, pero ya no puedo resistirme más.

Me tiene frita.

Nos separan 600 km, pero el guasap nos ha acercado tanntoooo.
Os pongo un ejemplo de un día cualquiera, y esto está basado en hechos reales, demasiado reales diría yo:

9 horas: buenos días hija, qué tal estás?. Aquí (y pone un emoticono de un sol)
10 horas: inaguran hoy un Primark, voy a verlo
11 horas: te mando unas fotos del Primark
13 horas: nena, cómo funciona  de bien la pedicura que me hicieron las chinas. Sigo con las uñas perfectas, y encima no me crecen, así q (emoticono de una bailaora)

Un inciso: si a mi me dejan de crecer las uñas tras ir a unas chinas a que me las pinten me acojono, mi madre no, ella encantada.

14 horas: cuando salgas del trabajo llama.
15 horas: manda fotos de mis nietos, qué bonitos son

Otro inciso: esa cuña de "qué bonitos son" SIEMPRE acompaña a cualquier comentario o frase sobre ellos.

17 horas: pasa a ver a tu hermana y me dices cómo la ves, q creo q esta triste
19 horas: voy al cine con tu padre, luego t cuento

............

No sigo, creo que os hacéis una idea.

Si me atreviera la diría: JODER MADRE, que tú estas disfrutando tu jubilación en la costa del sol, pero yo estoy aquí currando y a tope... no me da la vida para contestar tanto guasap. A cambio, contesto con el icono de la manita con el dedo de OK, y ahí lo dejo...

A ver, me gusta que sigamos siempre en contacto... ¿pero tanto???....

lunes, 1 de julio de 2013

Resumen de una escapada playera

Levantarte cuando te despiertas de forma natural, pasear, escuchar el ruido de las olas del mar, oler a crema solar y agua salada, enterrar los pies en la arena, mirar al horizonte, ver a tus hijos saltando olas o cogiendo conchas o construyendo castillos, cenar coquinas y pescaditos en una terraza…. querer llorar el día que te vuelves.

Pensar que solo una buena lotería me separa de esa vida.

Para ser solo cinco días han cundido mucho, pero a la vez ha pasado volando. Solo unos días atrás salíamos de casa cargados, el niño con cinco dragones, la niña con cuatro estuches ¡cuatro! llenos hasta los topes de lápices y rotuladores, y yo con más biquinis de los necesarios. A cada uno le da por una cosa absurda que no necesitaremos en las vacaciones, pero que somos incapaces de no llevarnos en cada viaje. Al ir en tren se disfruta desde el primer momento, me encanta viajar en tren y odio viajar en coche.

Hemos estado en casa de mis padres, así que a cuerpo de rey, sin encargarnos de nada y muy mimados los cuatro, demasiado diría yo. Al final me ha dado pena no dejar allí a mis hijos con los abuelos, pero están muy lejos y soy una moñas de mucho cuidado. Empiezo a pensar que están a 700 km y si pasa algo y blablablá, como una gallina clueca con sus polluelos… Al año que viene prometo dejarles al menos una semana, porque el momento de la despedida de ayer fue lacrimógeno, abuelos y nietos abrazados y mirándome con recelo sabedores de que soy la causante de su infortunio. 
Conste que no es que les traiga a una vida de sufrimiento, que se pasan el día con un plan de actividades que ya lo quisiera yo para mí. Las tardes las pasaremos de piscina, hoy no, que tengo que recoger maletas. Ay qué dolor.


Nada más por hoy, que he vuelto … ayyyy

lunes, 8 de abril de 2013

Para lo que han quedado

Debo un post de actualización, porque estoy escribiendo muy poquito. Lo que ocurre es que lo que tengo que contar ahora de mi vida es poco y aburrido, así que lo voy a resumir: marido sigue recuperándose, yo cada día con menos paciencia y más hartazgo, los niños siguen simpáticos a tope, mi trabajo sigue siendo una caja de incertidumbres y preocupación. Me evado con literatura ciencia ficción rollo juvenil, así que estoy enganchati a Divergente. Listo. Nada más que comentar sobre mi vida.
Venía yo a contaros un par de conversaciones que han surgido a raíz de la imputada. Según salió la noticia y la comentó en voz alta uno de mis compañeros, pensé rápidamente en mi madre, que anda calentándose al sol en el sur de España. Si hubiera que definir a mi madre en tres palabras diría que es: educada, limpia y buena persona. Obviamente con esa definición me he quedado en un 5% de lo que es, pero lo comento para que veáis que es una persona muy educada y tranquila (lo de la limpieza no viene al caso pero había que soltarlo, decir que tiene la casa como los chorros del oro se queda corto). Sin embargo en los últimos tiempos está de un indignado con la crisis, la corona, el vaticano y con todo, que ni se la reconoce. Si hace años me dicen que esa señora que es mi madre, siempre tan arregladita y con el por favor y el gracias en la boca iba a estar en modo basilisco on, y no me lo creo.
A lo que iba, que salí al pasillo a llamar a mi madre a contárselo, que ya sabía yo que me iba a reír un rato:
 -          Mamá!! Que imputan a la infanta Cristina!
-          Le está muy bien por choriza, corrupta y cómplice – ahora entendéis el por qué de mi interés en que la ubiquéis en persona tranquila y educada, ¿no?. Haber llevado a mi madre a ese estado de crispación tiene tela marinera, no es fácil no.
-          Pues dicen que ahora se va a divorciar.
-          ¿Divorciarse por qué? Si ella mejor que nadie sabe con quien vive. Al final la más digna Elena la pobre. Bueno hija, tú en cuanto salgan noticias o chistes de esto, me lo vas mandando por guasap.
-          Vale mamá, yo te lo paso.
-          No se figuran los borbones el juego que nos dan desde que han entrado en el club del Lute el Dioni y compañía

Y claro, vuelvo a mi mesa muerta de risa. ¡Qué mujer!. Toda la tarde noche me pasé mandándola chistes y foto montajes con la imputada y el resto de la familia. Que yo se que se indigna, pero también se lo pasa bien con el gracejo español que le saca punta a tó.

También hubo charleta sobre el tema en el grupo de guasap con la familia de mi marido. Se inicia el tema con la imagen del chiste de “infanta naranja”:
-          Cuñado dice: Si ella está naranja el rey y su hermanito deben estar amarillos como limones.
-          Cuñada:  Todo muy bien, vamos hacia la república pero lo del PP qué???
-          Yo: Una cosa no quita a la otra. Hay mil frentes abiertos en este país, abrir uno no implica cerrar otro. Somos multimarrón.

Y es que tiene razón, que lo gordo es lo gordo, y esto a veces hasta parece una cortina de humo. Pero no, todo importa, hay una crisis generalizada y lo primero que hay que hacer es reconocerlo. Las instituciones son las primeras que fallan, más que el ciudadano de a pie. Es de justicia reconocerlo. Pero peor que el hecho de que no estén a la altura, sería el ocultarlo, así que si algo bueno se puede sacar de todo esto es que al menos nos estamos enterando. En otro tipo de sociedades y en otros tiempos, se habrían tapado.
Crisis de valores, crisis del modelo económico, crisis del sistema educativo, crisis en los partidos políticos, crisis en la monarquía.
Reconocido está.
Ahora toca que los ciudadanos tomemos conciencia de lo que se puede aportar, porque todos podemos hacer algo, en nuestro micro-entorno podemos restaurar alguna de las parcelas, por ejemplo la primera (valores) y a partir de ahí, se podrá ir tirando hacia arriba y construir algo nuevo y mejor.

jueves, 21 de febrero de 2013

Sobre mis hijos VIII – Madurando que es gerundio

Mi cachorrillo humano ha dado otro paso más en su desarrollo evolutivo. Como lo oís. Os va a parecer una tontería lo que os voy a contar, pero yo sé que no lo es.
Como últimamente he tenido nuevas incorporaciones en el blog, voy a poner un poco en situación, las lectoras fieles desde el inicio os podéis saltar el siguiente párrafo.
Resulta que para mi hijo lo de ser soltero era una especie de maldición. Cosa increíble porque mis hermanos están solteros y llevan una vida divertida, feliz, llena de viajes, triatlones, noches de marcha etc. Sin embargo, para él era una forma de vida inconcebible. Especialmente a mi hermana siempre ha intentado emparejarla con alguien, al estilo niño, claro, con cosas tipo: “tita, ¿tu cuando te vas a casar?, el tito nacho (tito por la otra rama) también es soltero, si queréis os podéis casar y así no estáis solos”. Un día mi hija le animó a que dejara de darle la plasta, que se fuera a su cuarto a jugar solo, y para meterle más presión le dijo algo como que tenía que aprender a estar solo para cuando él fuera soltero. El niño acudió a mí con lágrimas en los ojos, y me acabó haciendo jurar que él nunca sería un soltero. Lo gordo es que se lo juré, pero es que es muy cansino, y para qué le iba a hacer sufrir a la criatura…
No sigo dando detalles, creo que ya le ha quedado a todo el mundo, que el niño no concebía la vida sin una familia como compañeros de viaje.
Bien, pues ayer, cuando volvíamos caminando del colegio, con una de esas charlas supermegaferolíticas con las que me deleitan de vez en cuando, llegamos de pronto al siguiente punto:
-          S: pues yo, si tengo mujer…
-          (L. mi hija, le interrumpe, igual de alucinada que yo ante ese “si” condicional) Hermano, como que si tienes mujer, si tú siempre has dicho que no vas a ser un soltero, que siempre tendrás familia, primero nosotros, y luego tu propia mujer e hijos
-          S: Ya hermana, pero nunca se sabe, yo haré lo que la vida me pida. Si la vida me pide mujer pues bien, y si no…
Aquí hago un inciso, esa frase de “lo que la vida me pida” me mató. Me recuerda a mi madre dándome una receta. Es decir, no dándome una receta, porque lo suyo va más de:
- … y abres la cazuela y echas el agua que te pida…
- Mamá, a mí la cazuela no me habla, concrétame el agua que hay que echar, porfavorhombreya.. –  dicho todo seguido y con tonito de mosqueo, porque ya llueve sobre mojado, que nunca consigo que me diga cómo cocina algo -
- Ay nena, cómo te pones. Pues la que te pida, te asomas – y me lo escenifica asomándose a la cazuela– miras, y ahora mismo por ejemplo ya se  ve que se ha evaporado el agua demasiado rápido, pues echas un poquito más. Y mira, un pelín de vino blanco que tengo aquí a mano.
- ah, ¿esta receta es con vino blanco?
- bueno, hasta ahora nunca se lo había puesto, pero parece que pide un poco más de líquido y solo agua es una sosez.
Y esto no es solo con el agua, es con todo, el arroz, la sal, el pollo, el perejil. Todo según demanda del artefacto en cuestión en el que se cocine. A ella le habla el horno, la cazuela, la sartén… Todos le van indicando la cantidad y condimentos en cuestión, que tiene que poner para que el plato quede delicioso.
Para matarla.
Nunca conseguiré una receta en condiciones como yo la necesito, con las cantidades, y ordenes puestos en detalle. Que yo entro a la cocina como otros al laboratorio. Improvisación cero.

Me he ido del tema. Retomando: mi hijo ya concibe que hay distintas vidas, en familia o si la vida no le pide familia, sin ella. Un gran paso.
Yo espero que tengan una vida plena y feliz, y que ambos encuentren la pareja ideal para ellos, que les complemente, enriquezca, y con la que tengan hijos. Ojalá sea así.
Pero no me gustaría que crecieran pensando que la pareja y la familia son una condición absolutamente necesaria y a cualquier precio, porque entonces su desesperación por encontrarla, les llevará a aceptar a cualquiera disponible. Y eso me horroriza. Hay que saber vivir con uno mismo, conocerse bien, y estar dispuesto a darse a la persona ideal cuando ésta se cruce en tu camino. Pero solo si eso ocurre, no darte a cualquiera para no acabar solo. La persona idea no es la persona perfecta, más que nada porque esa no existe. Es solo la persona ideal para ti, con sus virtudes y sus defectos. Si mis hijos entienden eso, yo me doy por satisfecha.

Besos y sed felices

lunes, 26 de noviembre de 2012

calefacción, cine y teatro

Diréis que vaya título raro que lleva esta entrada y que son conceptos sin relación ninguna. Pero la tienen, ahora lo veréis.
Mi santa madre, de la que ya os he hablado aquí, se dedica a fomentar las actividades lúdico culturales de su hija y yerno a base de subir la calefacción en su casa.
Los domingos que están por Madrid, que son pocos, porque desde que se jubilaron, Willy Fog a su lado una mierda pinchá en un palo, vamos a comer a su casa.
Comer en casa de mis padres, tiene dos cosas buenísimas:
1.       Comemos como marajás. Increíble lo bien que cocina mi madre
2.       Mis hijos lo pasan genial. Para ellos la casa de los abuelos es comparable a ir al parque de la Warner. Mis padres ejercen a tope de abuelos consentidores, tiene guasa porque con nosotros fueron muy estrictos siempre, pero para resarcirse de los tiempos en los que educaban ahora se dedican a consentir a tope.

Y tiene dos cosas malas:
1.       Ver a mi madre tensa, como si estuviera en juego una estrella Michelin. Cuando ya empezamos a comer y todos le hacemos la ola, se relaja, pero hasta ese momento… madredelamorhermoso. Solemos llegar antes de tiempo para dar un paseo por su barrio, y nunca nos puede acompañar, porque está terminando los preparativos. Y luego subimos a su casa, y la cocina de un chef de alto copete destila menos estrés que la de mi madre. Ayer me los encuentro a los dos discutiendo porque mi padre no cortaba bien la carne en salsa, al grito de: “más finooo más finooo!!! … No, no tanto hombre que se rompe y no coge relleno!!! Ay ay este hombreee!! Quita quita que ya lo hago yo” (dos segundos después) “ay ay! es que yo no puedo que no tengo fuerza, coge otro cuchillo mejor y lo intentas tú de nuevo, pero hazlo bien, ni fino ni gordo y que no se desmenuce ”.  Yo es que alucino. No existe precedente de haber comido mal en su casa nunca, ¿por qué  tanta tensión?, si además precisamente nosotros estamos más que curtidos a comer lo que sea, todo lo que mejore un filete a la plancha nos parece alta cocina.
2.       Tiene la calefacción de casa a cuarenta grados. Ella en la gloria, dice que ese calor es buenísimo para los huesos. El resto al borde de una lipotimia.
Además, los niños no consienten abandonar la casa de los abuelos hasta última hora de la tarde, se quedan en camiseta interior y sudando, pero tan contentos. Marido y yo, comemos y tras discutir que no se puede bajar la calefacción, ni tapar un radiador, ni abrir una ventana, nos vemos obligados a salir huyendo. Ahora que lo pienso, igual hasta es una estrategia de mis padres para quedarse solos con los niños, que es lo que ellos quieren. Viven en una zona de muchos cines, y teatros, y siempre están con el “…nena, aprovechad y os vais a ver una película…”, y yo con el goterón de sudor por la frente digo que vale.
Como conclusión, y ahora es cuando cobra sentido la segunda parte del título, últimamente hemos ido a ver una peli francesa: “El nombre”



Me reí muchísimo. No había oído nada de la película, y fue una grata sorpresa. Os la recomiendo.
Y ayer fuimos al espectáculo BITS de Tricicle, también me gustó.

Así que gracias a la calefacción de mi madre, y a un parón en sus viajes, hemos tenido un poco de vida cultural, si queremos llamarlo así… y yo encantada.

jueves, 22 de noviembre de 2012

Sobre mis hijos IV – últimas ocurrencias

He actualizado mi cuaderno de grandes frases de mis hijos con las últimas joyas, y siguiendo la tradición (reciente), las comparto con vosotros en este capítulo de “sobre mis hijos”.

1º TEMATICA HERMANITO
En casa, lo de tener un tercer hijo es un tema que surge periódicamente. Cierto es que cuando tuve a mis retoños, tan seguidos además, juré en plan Escarlata O´hara, que no tendría más hijos, mi instinto maternal estaba más que cubierto con mis dos torpedillos.
Sin embargo, hace como unos tres años, de pronto me entraron unas ganas increíbles de tener otro hijo. Pero el marido discrepó. Se ve que mis ganas tampoco eran tan increíbles, porque tampoco lo peleé mucho. En realidad a mí lo que me gustaría es poder volver a vivir determinados momentos con mis hijos, y me da mucha pena que pase el momento bebes – niños pequeños.
Ese año en el que tuve el repunte de llamada maternal, año 2009, fue un año especialmente duro para nuestra familia. No se si en algún momento me animaré a hablar de ello en el blog, pero para poneros en situación, falleció la hermana de mi marido con 34 años y un bebé de 4 meses, de un día para otro, sin enfermedad previa que nos preparara. Y por otro lado, nació mi tercer sobrino con un problema neuronal. Todo ello nos sumió en un estado de tristeza y negatividad, que estoy segura que no haberse producido, igual hoy teníamos tres hijos.
Pero bueno a lo que iba, que me estoy pasando con los antecedentes de la frase en cuestión. El caso es que de vez en cuando sale el tema de tener un bebé en casa. Yo para no discutir les doy la razón y les digo que estoy de su parte, y así es el padre el que les razona que estamos muy bien así, que un hermanito nos cambiaría totalmente la vida etc. Bueno, pues estaban viendo el otro día una serie de estas chorras americanas que les mola, que se llama “buena suerte Charlie” y en el capítulo del otro día tenían un quinto hermanito!!, S. le soltó a mi marido: “mira papá, esto es un buen padre, ¡¡cinco hijos han tenido!!”.
Y al día siguiente, cuando les fui a recoger al cole, empieza con su monserga:
-          Pues yo quiero tener un hermanito pequeño, que son muy divertidos, y además dicen pamtimplora en vez de cantimplora, y te partes de risa con ellos. Y yo sería el hermano mayor y me haría caso en todo. Además, si L., tú y yo queremos un hermanito, ¿qué más da que papá no quiera? Somos tres contra uno.

A lo que contesta L. muy redicha y documentada ella…
-          S. tú y yo en este tema no pintamos nada, solo intervienen el aparato reproductor de mamá y el de papá
O_O casi me atraganto con mi propia saliva. Menos mal que el chaval no le dio importancia y no se puso a preguntar detalles sobre ambos aparatos y su mecánica.
L. está en cuarto de primaria, están dando el tema de la reproducción, y se ve que lo ha entendido divinamente.
De todas formas S. no ha acabado de pillarlo, porque he visto que en la carta de los reyes que está escribiendo ha incluido: un hermanito. Ahí queda eso.

2º TEMATICA CRISIS
Estábamos marido y yo fantaseando con que nos tocara la lotería de navidad, somos muy emocionados y en estas fechas todos los años hacemos nuestras estimaciones de qué haríamos si nos tocara la lotería, dependiendo de los importes y con todo lujo de detalles. En esas estábamos cuando de pronto me surge la duda de si este año se paga impuestos por la lotería, comentamos sobre el tema impuestos y las últimas 27 subidas que llevamos en tema fiscal, y la niña que andaba con la antena puesta suelta: “ desde luego cada día se pagan más impuestos por todo, el día menos pensado te encuentras 10 euros por la calle y tienes que pagarles 5 euros”.

3º TEMATICA SUPERACION
Como os conté el otro día, mi S. este año ha mejorado mucho en todo, y estoy en plan refuerzo positivo todo el día mandándole mensajes de superación. El otro día me dijo una frase que define mucho cómo es: “A mí cuando se me interpone algo en el camino, a veces lo consigo”.
Ese “a veces” me mató, jajajaja. Tampoco va a lanzar las campanas al vuelo, en plan de yo siempre lo consigo todo. Y además, ojo al dato, son cosas que se le “interponen”, porque por él no se lanza a nuevos retos, tienen que interponerse en todo el medio de su camino, para que lo intente, y a veces, solo a veces, lo consigue. Ese es mi hijo. Un crack.

Y con este repasito de sus últimas grandes frases, os dejo por hoy. Besos y sed felices.

viernes, 26 de octubre de 2012

De mi madre

Mi madre, esa mujer que me trajo al mundo, me crió y de la que hasta ahora, en estos cuatro meses de blog, solo os había comentado que una vez jubilada mis hijos dijeron que ella seguía teniendo sus obligaciones véase “ir de compras y hacer limpieza general”.
He de añadir una más: mandarme guasaps todo el santo día.

En qué momento se me ocurrió introducirla en el mundo Smartphone… no se en qué estaba pensando… Bueno sí que lo se, leí que en un futuro breve se pagaría con el móvil… Ella podría ser personal shopper, no solo compra para ella, ella compra para todo el mundo y nunca se equivoca ni de talla ni de estilo: para mí, para mis hijos, mi marido, el suyo, sus otros hijos… Que si mañana se lo pide la comunidad de vecinos, les compra también a ellos.

En su estatus de jubilada desde hace un año, viaja mucho. Bueno, pues casi lo primero que recibo al levantarme es un guasap en el que me informa, vía emoticono, del tiempo que hace allá donde esté. En plan: por aquí todo bien y añade una nubecita, un paraguas, un sol, según aplique al tiempo que haga. Y luego a lo largo del día me va mandando más. Hoy por ejemplo, en pleno fragor de la batalla laboral, me aparece el mensajito guasapero:
-          Mi madre: que tal todos? Que nietos tan bonitos tengo
-          Yo: Todo bien, estoy currando
-          Mi madre: gracias a dios

Ella es así de dramática y además está muy mentalizada con el tema del paro en España. Así que continuamente me suelta frases de ese tipo. Además pega el “que nietos tan bonitos tengo” en cualquier momento y situación.

Al ratito me llega otro:
-          Mi madre: me has llamado tú?
-          Yo: No

Intento no darle bolilla, porque si no me espera un buen rato de guasaps.
No te quiero contar el día que hay noticias del Urdangarín, ese día me brea. Compadezco al juez del caso, como tenga una madre indignada como la mía...