lunes, 26 de agosto de 2013

Impaciencia

Si hay algo de lo que me arrepiento profundamente es de lo impaciente que he sido toda mi vida. A los cinco años estaba impaciente por tener ocho, recuerdo la sensación con total nitidez, el ocho era mi número favorito y por esas conexiones que tienen los niños, pensaba que en mi número favorito todo sería bueno. Recuerdo la impaciencia porque salieran notas de exámenes. Impaciencia porque terminaran los meses de embarazo, porque mis hijos ya no necesitaran pañal, porque empezaran unas vacaciones, porque se resolviera el caso del libro de misterio que estaba leyendo. Siempre impaciente.

¿Para qué esa impaciencia? ¿Para que ese desgaste que produce el deseo de que el tiempo avance a otro ritmo? De pronto he sido consciente de lo rápido que pasa todo. Me sorprendo continuamente con mis 40 años recién cumplidos. Me lo repito mucho: 40 años. Y no me lo creo. No tengo ninguna crisis existencial, ni me molestan mis años. Estoy feliz de cumplirlos porque la alternativa sería estar muerta. Pero a la vez pienso ¿cómo es posible?, ¿cómo ha pasado todo tan rápido?. Hay una parte fundamental de mi que siento igual que cuando a los 4 años me columpiaba tan fuerte que creía que algún día saldría volando, igual que cuando salía con mis amigas a bailar toda la noche, igual que cuando llegué del hospital con mi hija recién nacida, igual que con 20 años, igual que siempre. Pero lo cierto es que no es así, todo va cambiando y acabándose.

Ahora no quiero ser impaciente, quiero que todo vaya despacio. Quiero disfrutar del paso lento del tiempo, que tarde todo mucho, que me permita quedarme con la mirada perdida recordando lo que he hecho ese día, o lo que han dicho mis hijos… porque como dice la canción: pasa la vida, igual que pasa el tiempo cuando el rio busca al mar.


34 comentarios:

  1. Hace años me di cuenta de eso, de lo rápido que pasaba todo cuando uno siempre está pendiente de que llegue algo. Así qué dejé de hacerlo. A veces es difícil, pero he llegado a disfrutar más de todo. En mi trabajo, desde el lunes todo el mundo está deseando qe llegue el fin de semana, o las vacaciones, o el próximo puente, y yo les digo: pero si es martes, disfruta de la semana, o, pero si es enero, para qué quieres que llegue la Semana Santa o el verano??

    Me ha costado, y a veces no puedo evitarlo, pero. Cada vez disfruto más del día a día.

    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo he tardado en darme cuenta, soy muy torpe a veces para cosas muy básicas. Pero he sido tan consciente que voy a hacer un gran esfuerzo para cambiar el chip.
      Un beso!

      Eliminar
  2. Yo he sido también siempre muy impaciente. Y sé que me he perdido muchas cosas por esperar o correr a ver el final.
    De un tiempo a esta parte, la vida me ha enseñado a esperar, y esperar y esperar... Pero estoy agradecida porque disfruto mucho más de casa paso, cada momento, cada lectura...
    Eso sí, no garantizo que los 40 lleguen sin crisis! Jaja
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajajajajaja fuera crisis!! Yo me siento genial y seguro que tú también cuando llegue el día.
      Un beso

      Eliminar
  3. Bueno, yo en parte sigo siendo impaciente, pero no para las grandes cosas. Cuando veo los cursos que estudian ya mis hijos me deprimo, así que de prisas gordas, nada.
    Lo que si comparto es que me siento como si tuviera 10 años (si estoy en el parque), o 20 (si salimos alguna noche las amigas), o incluso 18 (vamos, como si tuviera que elegir carrera). Pero vamos, que enseguida llega mi hija para decirme que "no hagas eso mamá..." y volverme a todo mi ser. Bueno, no del todo, jejeje, que para eso una también acaba de cumplir 40 añitos de nada.

    ResponderEliminar
  4. Yo también tiendo a la impaciencia para algunas cosas.. haces bien en buscar que sea todo mas tranquilo, ir disfrutando cada cosa, a su tiempo..
    beso, buena semana

    ResponderEliminar
  5. Ay tía que no, que eso lo llevamos en la sangre, que no podemos parar. Que somos así y... querida es mejor la cosecha del 74, la uva fue mejor. Soy como tu, y así tal y como lo cuentas, pero lo hemos disfrutado y estamos hambrientas por seguir disfrutando.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajajajajaja me parto!!! Es otra visión del asunto, je.
      Un beso!

      Eliminar
    2. Yo creo que la del 73 con diferencia es la mejor.

      Besos.

      Eliminar
  6. Pues yo me he emocionado.
    Por algo dirán que la paciencia es una virtud...

    ResponderEliminar
  7. Dejé la impaciencia de los "momentos vitales" pero conservo la de la cotidianidad... ojalá se vaya yendo. También me asombra la edad que tengo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Superar la impaciencia cotidiana es ya para nota!.
      Un beso

      Eliminar
  8. De impaciente a impaciente, que absurdo todo ¿verdad Matt? Que prisas más estúpidas si las cosas buenas o malas llegan igual, cuando deben llegar, y acelerar los tiempos no sirve de nada más que para perderse el presente, que es lo único que de verdad tenemos y vale la pena vivir.
    Aprovecha, porque no sé si es normal, pero yo hasta hace poco me sentía como si tuviera 20, y no me refiero a estar bien fisicamente ni nada de eso, era una cuestión mental, pero desde hace un año o así, me siento mayor, viejuna, como si de repente me hubiera vuelto consciente de mi verdadera edad, y no me está gustando nada la sensación. Los 40 son maravillosos, aprovéchalos.
    Besazos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muy bien expresado el punto absurdo que tiene la impaciencia.
      En cuanto a la conciencia de ls edad, doy por hecho que en algún momento debe llegar, yo vivo inconsciente en ese sentido...
      Un beso Inma

      Eliminar
  9. Ufff, como tú en todo... pero aún sin darme cuenta de que es mejor que todo pase lento... tendré que esperar a cumplir los 40 para cambiar el chip?
    Espero que no!

    Bs.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues igual sí! Yo ya lo sabia pero no lo tenía interiorizado de verdad.
      Un beso

      Eliminar
  10. Yo de pequeña era muy impaciente, también. De adolescente, ni hablemos... Ahora soy el Santo Job. Jajaja. Besotes!!!

    ResponderEliminar
  11. A mí me pasa lo contrario, a veces desearía ser impaciente, me ahorraría muchas desilusiones. Siempre he pecado de todo lo contrario, aunque en mi trabajo es mi mejor virtud.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me despierta curiosidad saber cual es tu trabajo. Te he leído referencias que me tienen despistada, aunque me parece que no debes querer decirlo.
      Un beso

      Eliminar
  12. Mis primeros años pasaron muy despacio y los siguientes han volado, así que no me da tiempo a desear que lleguen las cosas. Llegan muy rápido. Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En general la infancia pasa lentamente. Recuerdo que los cursos eran eternos y todo cambiaba mucho de uno a otro. Ahora es justo al revés. Un beso

      Eliminar
  13. Yo antes era así , pero a los 21 me pase, estuve 9 meses viviendo en un nervio impaciente insano quería hizo cambiar y empezar a vivir

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues mira tú que bien, lo pronto que aprendiste la lección. Lo mío nunca ha sido tan intenso, simplemente impaciencia por algo que pensaba que sería mejor que lo de ese momento.
      Un beso!

      Eliminar
  14. Recuerdo cuando Alejandro Sanz sacó la canción de "viviendo deprisa". Mi hermana me dedicaba la frase esa que decía "viviendo tan deprisa la vida no se aprecia". Últimamente la tengo muy presente, pero claro, también depende de con quién te compares. Ahí algunos que parecen vegetales y sus días son todos iguales. Tampoco quiero eso, jajaja.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que se debe poder tener una vida intensa y plena, pero sin impaciencia. Yo quiero seguir haciendo muchas cosas pero deleitandome en ellas incluso en su parte aburrida.
      Un beso!

      Eliminar
  15. Matt:
    Me ha pasado igual que a ti!!!, muy impaciente siempre por lo que vendrá... y no se ni con que fin...
    El tema es que también me he ido pausando con los años y ahora, espero vivir cada cosa a su tiempo, pero ya sembré en mi hija el mismo defecto y ella es la REINA de las impacientes jajaja..., que a veces me vuelve loca... Ella siempre está contando los días para su cumpleaños, navidad, Halloween, día del niño, para las vacaciones, para llegar a un destino, etc... ¿a quién habrá salido?...
    Un abrazo gordo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ay!!, mis hijos hacen lo mismo!!, siempre están llevando la cuenta (literalmente) de los días que faltan para el siguiente evento interesante para ellos.
      Un beso!

      Eliminar
  16. ¡Como te entiendo! Ese es mi gran defecto, la impaciencia.
    Gracias a Dios y a los años, ahora incluso disfruto con la espera ¡quién lo diría!
    Creo que mi impaciencia ha ido de la mano de mis fuerzas físicas y ahora no tengo ninguna prisa jajajajaj.
    Besazo

    ResponderEliminar