Hace años que tengo ganas de leer a esta autora, pero siempre que he estado apunto, un libro se ha interpuesto de forma inesperada, haciéndome después olvidarme de la amiga Amélie Nothomb.
Las portadas de sus libros y las imágenes de ella con ese absurdo y enorme sombrero negro, han seguido periódicamente despertando mi curiosidad, y por fin he puesto remedio.
Acabo de leer Estupor y temblores, su primera novela autobiográfica y que fue Gran Premio de Novela de la Academia Francesa en 1999.
Me ha encantado. En el libro cuenta la curiosa experiencia que tuvo en su primer trabajo en Tokio. En su infancia vivió en Japón, además de en China, Laos, Birmania… debido al trabajo de su padre que era diplomático Belga. Amélie estudia la filología románica en Bruselas, y al terminar la licenciatura, su mayor deseo es volver a Japón, del que guarda grandes recuerdos de su infancia.
En el libro cuenta con un estilo muy particular y de forma cómica, las experiencias en ese primer trabajo en una empresa japonesa. El título se debe al antiguo protocolo imperial nipón, que establece que uno deberá dirigirse al Emperador con «estupor y temblores».
Me he reído, y además he disfrutado mucho con la calidad literaria que tiene.
Hay partes de la historia, que son tan graciosas, que he ido en el metro riendo a carcajadas. Si alguien piensa que tiene un mal trabajo, tiene que leer este libro. El absurdo de las situaciones que se producen, y la forma de contarlo, no tiene desperdicio.
La verdad es que para haberse criado en Japón, la chica no se enteraba de por dónde iban los tiros. Y no me extraña, Dios mío, qué gente más rara. Qué concepto más extraño del honor, la sumisión y la humildad. Yo no habría aguantado ni un nano segundo en un trabajo así, pero me alegro de que ella aguantara para poder contárnoslo en su libro. Cuenta que aprendió mucho de la experiencia, y seguro que fue así.
Copio un fragmento de los que me hicieron llorar de risa, igual hay que leerlo en contexto y así no os hace gracia. Breve resumen: a esta situación que voy a copiar, llega porque al no tener prácticamente trabajo asignado, toma la iniciativa y consigue que un jefe no directo suyo la encargue un informe muy elaborado. Su jefa directa la denuncia y como castigo por su “osadía”, la encarga todo tipo de tareas administrativas del demonio…: “Mi vida era un infierno: trombas de números con comas y decimales se abalanzaban incesantemente sobre mí. Se mutaban en mi cerebro formando un magma opaco y no podía diferenciarlos unos de otros. Un oculista certificó que mi vista no tenía nada que ver en el asunto. Las cifras, cuya tranquila y pitagoriana belleza yo siempre había admirado, se convirtieron en mis enemigas. La calculadora también me quería mal. A mis numerosas limitaciones psicomotrices había que añadir otra: cuando debía presionar las teclas durante más de cinco minutos, mi mano se encontraba de pronto tan enviscada como si acabara de hundida en una espesa y pegajosa masa de puré de patatas. Cuatro de mis dedos permanecían irremediablemente inmovilizados; sólo el índice conseguía emerger hasta alcanzar las teclas, con una lentitud y una torpeza incomprensibles para quien no supiera de la existencia de las patatas invisibles.”…” Empezaba observando cada nuevo número con la misma sorpresa que debió de sentir Robinson al encontrar a un indígena en aquel desconocido territorio; a continuación,
mi mano entumecida intentaba reproducido sobre el teclado”. (…) “—¿Está usted segura de que no lo
hace adrede?
—Absolutamente segura.
—¿Hay mucha gente... como usted en su país?
Era la primera belga que conocía. Un sobresalto de orgullo nacional me llevó a decir la verdad:
—Ningún belga se parece a mí.”
No todo el libro hace reír, hay partes de llorar de incomprensión. Es difícil entender con nuestra mentalidad, la jerarquización, protocolización y rigidez de la empresa nipona, descritas en el libro.
Un libro muy recomendable. Voy a sumergirme en otro de la misma autora, ya os contaré.
No la conocía! Pero me la has vendido muy bien, jejejeje...Tomo nota!
ResponderEliminarMuas!
Si lo lees me das tu opinión, vale?
EliminarUn beso
No la conocía de nada. Pero parece interesante, miraré a ver si la encuentro por ahí y le echo un vistazo, porque últimamente no hay nada que me enganche mucho, todas las lecturas que estoy teniendo este año me están dejando fría. No ha habido ninguno que diga ¡qué ganas tengo de tener un ratito para leer! Más que nada leo para ver si se acaba pronto y empiezo algo nuevo. (Menos cuando leo a Marian, claro. Esta mujer debería contratarme de relaciones públicas o algo así, con la publicidad que le estoy haciendo, jajaja).
ResponderEliminarUn besico.
jejejeje, Marian va a notar que se incrementan las ventas en España!!.
EliminarEste de Estupor y Temblores te lo recomiendo, lo único es que te lo vas a leer muy rápido, no te va a dar juego mucho tiempo.
Un beso
Me interesa la cultura nipona por lo diferente, trato de comprender aunque no lo he conseguido, son raros de cojones. Desde esa base, supongo que el libro me podría gustar, lo apunto, aunque mi lista cada vez se hace más larga.
ResponderEliminarBesos
Creo que te gustaría. Además se le de un tirón, es corto y ameno, te lo recomiendo. ¿Llegaste a leer el de la Vacante que te pasé?.
EliminarUn beso
Jo, pues me has picado la curiosidad... Otro más que tengo que incluir en mi ya extensa lista de "pendientes". Así no hay que pueda. Jajaja. Besotes!!!
ResponderEliminarA mi me pasa igual, leo uno y meto cinco en la lista. Así no hay quien destaje!!.
EliminarUn beso