martes, 21 de julio de 2015

Aventuras y desventuras del Chico Centella, de Bill Bryson


Durante las vacaciones, de las que ya os he hablado en la última entrada, he leído "Aventuras y desventuras del Chico Centella", de Bill Bryson. Una lectura altamente recomendable.

Creo que fue a Amaya Ascunce a la que leí algún tuit sobre el libro. Al menos, me he estado acordando de ella mientras lo leía entre risas, como si fuera de ella la referencia, pero vete tu a saber, porque la memoria últimamente me juega malas pasadas, y no sería del todo imposible que le haya atribuido algo no ocurrido.

En cualquier caso, el libro es todo un acierto. Yo siempre quedo muy agradecida a todo libro o persona que me haga reír, y éste lo ha hecho con ganas.
Trata de la infancia del propio Bill Bryson en la américa de los años cincuenta. Mezcla datos objetivos ocurridos en esa época, con sus recuerdos, anécdotas surrealistas y una descripción buenísima de la inocencia e ingenuidad con la que se entregaron al consumismo sus compatriotas. He leído varios libros de estilos absolutamente distintos sobre esos años y no se qué tendrán que me resultan fascinantes.

Bill Bryson ha vivido, y de hecho vive actualmente, en Inglaterra. Creo que esa distancia con su país natal es la que le permite hablar con cariño y nostalgia, pero a la vez de forma crítica, de la sociedad americana. De hecho hay ciertas partes de la historia americana de esos años - racismo, guerra fría, caza de brujas - en los que hay más de crítica y sarcasmo, que de cariño y nostalgia, aunque todo está contado en el mismo tono alegre y ameno.

A pesar de que el contexto en que ocurre la historia tiene un gran peso en la historia, no deja de ser un libro sobre su infancia, basándose en sus recuerdos, siempre selectivos. Y un buen libro sobre la infancia es un tesoro. Esos años increíbles en los que pasa de todo sin pasar de nada, dan para mucho, especialmente si eres un chaval con mucha imaginación y con una familia bastante peculiar, como parece que era el caso de Bryson.

Voy a copiar algunos párrafos del libro, que es la mejor manera de que os hagáis una idea del mismo:

"no necesitábamos cinturones de seguridad, ni airbags, ni detectores de humos, ni agua embotellada, ni la maniobra de Heimlich. No hacían falta envases a pruebas de niños para los medicamentos. No nos hacían falta cascos para montar en bici, ni rodilleras o coderas para patinar. Sabíamos, sin que hiciese falta un recordatorio por escrito, que la lejía no era un refresco, y que si acercabas una cerilla a un bote de gasolina lo normal era que ardiese.”

"Buddy fue mi mejor amigo durante aquella primera época de mi vida. Estábamos extremadamente unidos. Es la única persona cuyo ano he contemplado atentamente (el único que he mirado, punto) solo para saber qué aspecto tenía uno (rojizo, prieto y ligeramente fruncido, según recuerdo con una claridad algo preocupante)."

"Fueses adonde fueses, había siempre seiscientos niños, excepto allí donde confluían dos o más barrios (el campo, por ejemplo), y entonces había que contarlos por millares. Recuerdo que una vez participé en un partido de hockey sobre hielo en el lago de Greenwood Park con otros cuatro mil niños, cada uno armado con su palo, y que duró al menos tres cuartos de hora antes de que nos diésemos cuenta de que no teníamos disco."

Es una selección de párrafos bastante aleatoria, simplemente para que veáis el tono y estilo de la historia. Si quisiera dejaros aquellas partes con las que más he reído tendría que copiar capítulos enteros. Una mención especial, aunque sea de pasada y solo entendáis los que ya habéis leído el libro, al momento en el que el padre de un amigo se tira de cabeza en el lago. Solo de recordarlo lloro de risa. Lo mismo ocurre con la historia de la anciana a la que cobra el periódico.

13 comentarios:

  1. Tiene una pinta buenísima y no había oído hablar de él.

    Besos.

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    1. Creo que a ti te va a gustar.
      Luego he leído el primero de la saga de Memorias de Idhun, que creo que les gustará a tus alumnos ;) . A mi hija mayor le chifló y me insistió tanto en que lo leyera que ha caído también, pero para mi es demasiado infantil-juvenil, aunque muy bien escrito.
      Un beso

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  2. No lo conocía y tiene muy buena pinta. Me lo apunto. Un besote!!!

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  3. Vale, creo que es tu primer post que leo no ya en diagonal, sino en romboide. ¡Llevo como dos años detrás de ese libro! Voy a "disparar" otra vez, a ver si me lo dejan.

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    1. Yo desde que leí a Amaya comentando el libro le tenia ganas. Como ni me lo dejaban ni me lo regalaban (a pesar de mis múltiples indirectas para el dia de la madre), me lo acabé comprando yo misma en Amazon.
      Un beso

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  4. A mi me encantó, es muy complicado que alguien me salte carcajadas cuando leo y este libro lo hizo. Lo he regalado y recomendado y siempre funciona. Besos

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    1. Soy una prueba viviente de que cuando lo recomiendas funciona ;)
      Es de llorar de risa.
      Un beso

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  5. El primer párrafo que has seleccionado del libro me recuerda a una entrada que hice con "Las vacaciones de mi infancia". Era todo mucho más natural y sin tantos remilgos como ahora.
    Pones ganas de leer el libro.
    Besos.

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    1. Buscaré la entrada. Efectivamente: había muchos menos remilgos :)
      Un beso

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