domingo, 10 de febrero de 2013

Solos en casa

Ayer por la mañana abandonó el nido el marido para un viaje de trabajo que le mantendrá allende los mares, durante la próxima semana. Cada vez tiene viajes más largos y lejanos con más frecuencia, otro efecto de la crisis nacional y europea, y yo cada vez lo llevo peor. Por múltiples motivos:
1.       Cada vez que se va soy más consciente de que somos un equipo perfecto formado por dos imperfectos. Solo tenemos en común las cosas realmente importantes y esenciales, la misma visión de la familia y de los grandes valores que rigen cómo vives. Casi ná. Por lo demás somos muy distintos. Algún ejemplo: yo lo planifico todo, él vive al día.  Yo me desvelo con cualquier problema, a él no le quita nada el sueño. El habla con todos los vecinos a los que conoce con nombre, apellidos y mil detalles más; yo les saludo por educación y cortesía, pero confieso que con mi despiste casi ni les reconozco.
Mi primera mejor amiga de la infancia, con la que mantengo una gran amistad, era así. Yo era la niña estudiosa y responsable, y ella la que se metía en todos los charcos, nunca llevaba paraguas, y lo suspendía todo. Éramos un equipazo, lo pasábamos en grande. Con mi marido es la misma sensación. Valoro tanto todos esos detalles que nos diferencian, que la vida conmigo sola es el muermo total.

2.       Este segundo punto supongo que le pasa a todas las familias con niños en las que padre y madre trabajan. Nuestra rutina diaria es una maquinaria engranada, en la que como falle un tornillo, la máquina a hacer puñetas. Marido lleva a los niños al colegio por la mañana y yo les recojo. Yo me paso la tarde con ellos, sus deberes y su baño, y él les lee un libro antes de dormirse. Si uno de los dos no está, el engranaje falla. Se vuelve todo demasiado complicado, como si no lo fuese ya suficientemente complejo.

No solo yo echo en falta a marido, mis hijos le nombran continuamente, y dicen cosas como: “si estuviera papá no habría sobrado nada de comida”, ejem, es cierto, no es que sea un comentario muy tierno, pero a mí me enternece que se acuerden de que el padre lo remata siempre todo, si él está en casa los platos van limpios al friega.
Me estoy acordando de una vez que estuvo como 10 días fuera, tendría mi hijo S unos 4 años, íbamos los tres sentados en un autobús por la Castellana, calladitos los tres mirando por la ventana y de pronto el niño dice:
-          Poooos, papá ya tiene aquí una familia, así que… aunque en Italia se encuentre a unos mejores que nosotros…. se siente, tiene que volver que ya nos tiene de familia.
No sabía si reírme o llorar. Que un niño tan pequeño esté pensando si el padre le dejaría por otra familia mejor… da bastante yuyu.
Además estoy pasando una racha muy complicada en el trabajo (quién no, me diréis), y me sienta muy bien después de la cena, con los niños ya acostados, quedarnos charlando y yo le cuento todo lo que me asusta, me cansa y me enfada del trabajo, y él le quita hierro. En fin.
Otro efecto colateral de que el marido esté fuera, es que me voy a pasar toda la semana con el limpiaparabrisas trasero del coche en marcha. Nunca consigo recordar cómo se apaga, pero no falla, basta que marido esté de viaje, para que al entrar en el coche de un golpe dios sabe donde, y empiece el parabrisas dichoso con el ris, ras, ris, ras. Y así hasta el domingo que viene.

25 comentarios:

  1. Seguro que pasa rápido. Es cierto que somos de rutinas y tiene que complicársete bastante todo siendo ahora únicamente una. ¡Ánimos!

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    1. Vaya que si se complica... se vuelve titánico, pero al final se sale.
      Besos!

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  2. Jajjaaja...lo de tu hijo es buenísimo, debe pensar que allá donde vaya su padre debe tener una familia esperándole para cenar y para leer un cuento antes de dormir, qué gracioso! Bss

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    1. ya te digo, se hacen unas ideas que alucinas.
      Besos!!

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  3. El mío acaba de volver después de un mes entero fuera... No te digo naaaa. He dormido como 22 horas este finde

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    1. No me dices ná y me lo dices tó!! ay nena por dios, un mes entero... glub.
      Ahora que te has resarcido durmiendo!!! Besos

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  4. Jajaja parecen personajes de Manolito Gafotas, ¡menudos puntazos!

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    1. Mi madre siempre me dice q si los míos fueran los hijos de Elvira Lindo, ésta escribía 2 sagas del tirón. Jajaja
      Besos!!

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  5. Bueno, nena, ánimo!! Seguro que pasa rápido y además, ¡¡qué maravillosos niños tienes!!

    Besos.

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  6. ¡Mucho ánimo!

    Me ha gustado mucho eso que cuentas de que coincidís en lo esencial y luego sois tan diferentes. ¡Es perfecto!

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    1. Gracias!, creo que gran parte del éxito de nuestro matrimonio se debe precisamente a eso: iguales en lo esencial, distintos y complementarios en todo lo demás.
      Besos!

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  7. Me he sentido muy identificada con tu post. Yo también lo paso mal cuando mi marido está de viaje. Por ejemplo, no hago comida y me tomo un bocadillo porque no quiero comer sola. Un beso.

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    1. Es verdad, te entiendo, además de la logística diaria que se resiente, luego hay muchos pequeños detalles que ya no son lo mismo...
      Besos!

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  8. Pues que bonito que le eches tanto de menos!

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    1. Gracias Nenica. Conste que luego la vida tampoco es que sea idílica, eh?, pero sí mucho más agradable y llevadera.
      Besos!

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  9. Ánimo que en nada está aquí para apagarte el limpiaparabrisas.... Besotes!!!

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    1. lo del limpiaparabrisas trasero suena a coña, pero es cierto!! No se ni cómo se pone ni cómo se quita (para eso está marido, jajaja). Muy fuerte lo mío, pero es así.
      Besos!

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  10. No te agobies ya veras como pasan los dias volando.... y seguro que lo recibiis con mas ganas despues de echarlo tanto en falta.... Animo para superar la semana!!!

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  11. Mi padre se pasó muchos años viajando por trabajo (a veces pasaba hasta medio año fuera) y para mi madre sobre todo, era durillo, así que me hago a la idea...Venga, que mañana es martes y en cuatro días acaba la semana :)
    Muas!

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    1. Luego todo pasa, pero mientras... se hace muy pesado!
      Besos

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  12. Pues yo solo te voy a decir lo que me ha transmitido tu post, veo en él tanto amor, tanta compenetración y una familia tan linda, que la verdad, me pone hasta tierna. Estoy segura de que tendréis vuestras cosas, como todo el mundo, pero hija, puedes estar contenta, habéis conseguido formar un equipo fuerte y compacto y no creas que eso es tan fácil.
    Pese a los problemas de logística cuando falta alguno, mi más sincera enhorabuena.
    Besos

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    1. Muchas gracias Inma, eres un sol. Aunque en realidad no creo que sea solo mérito nuestro, una grandísima parte es cuestión de suerte. Quiso el azar que hace 18 años marido y yo decidiéramos ir a una fiesta en casa de amigos comunes. Sin ese sencillo gesto nada de esto se habría construido detrás. Da cosa pensar como un acto fortuito cambia tu vida, verdad?.
      También te digo que discutimos mucho y que como decía: "somos un equipo perfecto formado por dos imperfectos", que igual tenía que haber puesto la negrita en IMPERFECTOS, que lo somos y mucho!!, jajajaja.

      Besos!!

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  13. No sabes cómo te entiendo!
    Es que a veces la crianza es como una cadena de montaje y cuando se disloca una pieza pues se hace durillo...
    Aunque ya estamos a miércoles, falta nada y menos para el viernes! Además tienes dos cielos de niños y cuando vuelva marido pues fíjate el recibimiento!!!

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