Cumpleaños a la vista

Este sábado hará nueve años que nació mi hijo. Me parece increíble cómo ha podido pasar tan rápido. Hace un año dediqué esta entrada a mi pequeño, allí os contaba cómo pasó de ser el santo bebé que te reconcilia con la vida, al terremoto gateador y comilón.
En sus primeros meses debió estar cogiendo fuerza para lo que iba a ser su verdadera personalidad, a la que despertó al año aproximadamente. Y desde entonces todos los pasos los da en el mismo camino.

Algunos rasgos típicos de su carácter son:
1. Es un libre pensador. Con frecuencia nos asombra con puntos de vista que no ha oído en casa ni en su colegio. Así como la hermana está mucho más condicionada por su entorno, el niño tiene ideas propias, que van desde las más peregrinas tipo: el portero no me cae bien, cuando a todo el mundo nos parece majo. A cosas más serias tipo, sus dudas teológicas. Contaba solo tres años cuando nos soltó aquella frase ya mítica en nuestra familia de: "Dios no esikte, esiktió pero hace mucho como los dinosaurios". Ni sabía pronunciar las X, pero sí se cuestionaba a Dios. Y en esa misma línea muchas veces se ha cuestionado la vida eterna, o que exista Dios.
2. Es un niño alegre de risa contagiosa, que como nos dijo hace poco: " a mi lo que mejor se me da es vivir bien". Las vacaciones son su perdición. En eso sale a madre.
3. Es madrugador, duerme profundamente (sueño hundido lo llama él), pero no necesita muchas horas. Cuando me voy a trabajar suele estar despierto. Seguimos haciendo un breve bailecito de straingers in the night, pero no a diario porque muchos días le pilla evolucionando un dragón (no preguntéis que ni idea, solo se que le pirra evolucionar dragones).
4. Es muy humilde. No en plan falsa modestia, porque cuando algo lo hace bien lo dice sin tapujos tipo: "soy el mejor del equipo de natación". Pero en todas las cosas, por lo general académicas, que le supera la hermana, lo dice abiertamente y lo asume con mucha humildad. El otro día me contaba orgulloso: "fíjate si es buena en el cole la hermana que el otro día dos Don C. y Don J. estaban diciendo que esta niña es una joya y que ójala su hermano se pareciera a ella". Sin comentarios sobre la sensibilidad de esos profes que comentaban a una altura a la que el niño podía oírles... Para otro niño ser hermano de L sería duro, para él es motivo de orgullo. El sabe en lo que es bueno y en lo que no, y eso es muy grande.
5. Es muy original, tiene una fantasía y unos juegos muy creativos. Inventa historias y construye con piezas mundos imposibles.
6. Disfruta comiendo bien. No le gustan los refrescos ni los dulces, pero le pirra el cordero, el queso cabrales, las lentejas... Todo comida contundente.
7. Es cariñoso, no le da vergüenza darme la mano y un gran beso cuando le recojo del cole. El día que deje de hacerlo... ay ese día...
8. Le encantan los animales y la naturaleza. Cuando madruga en festivos, hasta que el resto despertamos se pone documentales, de manera que tiene una cultura de la fauna animal y vegetal que muchas veces me deja con la boca abierta.
9. Es muy acuático, tiene un don para la natación y le encanta el mundo marino.

Hay muchas más cosas que podría decir sobre él, y que os voy contando en las entradas que dedico a mis hijos, pero a modo de censo de lo más relevante ante sus próximos nueve años de vida, creo que he dejado dicho lo principal que le caracteriza.

A nosotros nos hace la vida más feliz y completa, no me imagino mi vida sin él.