martes, 19 de noviembre de 2013

Retrato de una obsesión

A raíz de un comentario en la entrada anterior, me he dado cuenta de que he sido muy de obsesiones toda mi vida. Haciendo un repaso mental rápido, en el que seguro que me dejo muchas en el tintero, recuerdo las siguientes obsesiones:

- Primera infancia: Los primeros recuerdos obsesivos que tengo son relativos a poder volar. Recuerdo perfectamente que le daba vueltas a la cantidad de ventajas que tendría si volara, llegaría a todas partes en un nanosegundo y no necesitaría ir al cole en Bus, ¿qué más se puede pedir a los cuatro años?.
- Segunda infancia y más: El pelo -> el pelo ha sido una preocupación recurrente en mi vida, ya le dediqué una entrada al tema. Hoy por hoy convivo plácida y resignadamente con lo que tengo, pero durante mi infancia viví el gran conflicto de querer ser Rapuncel con una madre que era más partidaria del pelo cortito “muy estiloso” decía ella, ahora me río…
- Adolescencia: El primer beso, me contestasteis algunas que era algo normal que preocupa en la adolescencia. Apostaría cualquier cosa a que mi preocupación no era la normal. Yo tenía miedo de ahogarme por no poder respirar por la boca. Ahí lo llevas. Ya os dije que era una lumbreras total. También me preocupaba no saber dar un buen beso, pero eso era secundario, estábamos hablando de supervivencia.
- Edad adulta: cuando nacieron mis hijos me tiré varios años obsesionada con el tema conciliación y la desgracia de ser madre trabajadora. Si en ese momento llego a abrir un blog me habríais odiado, porque habría sido monotema. Me sentía desgraciada por tener que dejar a mis retoños al cuidado de otras personas para irme a trabajar, pero a la vez no me atrevía a dejar mi trabajo. Para más inri me dedicaba a buscar lecturas y opiniones, (muy raras de encontrar por cierto) que secundaran mi idea de que durante los primeros años los hijos tienen que estar con los padres (en mi caso la madre, porque yo tenía claro que era yo la que quería quedarse con ellos). Leí “Los 7 mitos de la mujer trabajadora”, libro odiado por muchas mujeres y que me mortificaba.
Por suerte superé esa etapa, y una vez pasada, me alegro de seguir teniendo mi trabajo con buen horario. Pero ha habido años que me he sentido una cobarde por no seguir mi instinto de quedarme en casa cuidando de mis hijos. En cuanto empezaron el colegio, esa sensación se fue difuminando.

Actualmente creo que no tengo ninguna obsesión principal. Tengo muchas pequeñas, pero no una enorme que tape al resto.  Una pequeña muestra de los temas que me preocupan:
- El sueño inquieto de la niña, ya os conté de su sonambulismo. Está a tila diaria una hora antes de irse a la cama y hace una semana que no se levanta, pero sí habla y chilla. Me desespera no entender qué pasa en su cabeza para estar tan inquieta.
- El comportamiento del niño. Muy a pesar de todas las fans que tiene por aquí, he de decir que últimamente se está portando bastante mal. Todo lo que ha mejorado en el tema académico lo ha empeorado en comportamiento. Desobedece y me torea que da gusto. Sigue igual de simpático y zalamero, pero de obedecer nada. Son cosas sin importancia, pero que mosquean, del tipo: tener que llamar como cincuenta veces para que entre a la bañera, otras cincuenta veces para que salga de la bañera, unas setenta veces para que se lave los dientes y se vaya a la cama… y no sigo, pero os hacéis a la idea. Obediencia = cero puntos, Desesperación maternal por pasarse el día como un pastor payés llamando al rebaño = cien puntos.
- Que me toque la lotería. Ya se que esta obsesión no está a la altura de las dos anteriores, pero es lo que hay. Fantaseo con lo que haría con una buena lotería, si cambiaría mucho mi vida, si montaría algún negocio, si me iría a vivir a la playa, si las próximas vacaciones las pasaría en Sidney… las posibilidades son infinitas cuando estás forrada...

27 comentarios:

  1. Ay tíaaaaaaaaaa estaba pensando no soy yo muy obsesiva y voy y leo lo de la loteríaaaaa, me pasa igual, que gilipollas soy... yo también me obsesiono así en ese plan mongólico tuyo, mongólico desde el lado del cariño, entiendeme.
    Ahora soy más fan de tu hijo, eso de que te torea que da gusto me ha entando. Que salao es.

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    1. ¿¿mongólico desde el cariño???!!! jajajajajajaja.
      Sí que es bastante absurdo el tema, porque si sumo el tiempo que le dedico a esa fantasía me había dado para sacarme un doctorado. Pero no lo puedo remediar, mi cabeza se pone a centrifugar planes y posibilidades y es un no parar...
      Lo de que el niño gane admiración por torearme tiene tela Money, mucha tela, que tu eres madre!!!!! y te pasas al lado oscuro en menos de ná!!!!. Pero ya viendo por donde vas si le oyes alucinas, es así:
      - AL BAÑO!!!!!!!!!!!!
      - sí mamá, un momento que estoy evolucionando un dragón, un momentín guapa
      - ¿¿¿¿¿¿un momentín guapa????, pero eso qué es???, deja de evolucionar dragones y al baño echando virutas!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

      En fin.........

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  2. Jajaj, lo de la lotería me pasa a mi también. Es más, cada semana me autoconvezco de que me toca el euromillón. Y así, todos los sábados me creo millonaria y pienso qué es lo que voy a hacer a partir de ahora (y el guasap que le mandaré a mi jefe diciéndole que no me espere).
    Y soy más de obsesiones puntuales, se me antoja algo, no tiene por qué ser material, y no paro, hasta que lo consigo o hasta que me aburro.
    De blog monotemas sé un poquito también verdad? jajaj
    Tu niño lo que va a ser, es que se le ha subido la fama a la cabeza!!
    Besos

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    1. Yo también le doy a las obsesiones puntuales. La cuestión es que tengo la cabeza siempre a tope, yo eso de dejar la mente en blanco no se lo que es... Una penica.
      Un beso

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  3. ¿Obsesiva yo?
    ¿Obsesiva yo?
    ¿Obsesiva yo?
    ¿Obsesiva yo?
    ¿Obsesiva yo?
    ¿Obsesiva yo?

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  4. Jajajajajaja! Esa última frase es épica...
    Pues te diré que yo también soy bastante de obsesionarme, aunque estoy intentado quitarme (con relativo éxito). Además, compartimos varias obsesiones (la conciliación -ese libro que mencionas no lo conocía yo...-,el volar, la loto, jajajaja...).
    Sobre tu niño, si te consuela, el pipiolo de Mr. X que debe tener más o menos la misma edad está en las mismas...Me temo que son cosas de la edad :D
    Muas!

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    1. Volar? Tú también? Jajajaja.
      Lo de que son cosas de la edad no me consuela...
      Un beso

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  5. Eso no son obsesiones. Son preocupaciones bastante normales. No te preocupes que de eso no te va a faltar nunca.:) Un beso.

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    1. Puede que exagere con la etiqueta de obsesión, pero cuando un pensamiento monopoliza tu cabeza... no sé yo, no será obsesión pero se le parece!.
      Un beso

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  6. ¡Qué aburrida soy!, ¡qué plana debo ser! ¡Qué sosa!....¿hay que tener alguna obsesión? Porfi, porfi, regálame alguna....

    En serio, con todos los años que tengo, no recuerdo haber tenido ninguna obsesión...bueno, espera sí,...(qué aburrida soy, qué plana, qué sosa, etc.etc.)

    Besos apretaos.

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    1. Ey! Que ser obsesiva no mola!!, yo te regalaría todas las mías. Quién pudiera dejar la mente en blanco mmmm...
      Un beso

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  7. Yo también tuve un rato en el que fantaseaba mucho con qué haría si me ganara un millón de pesos; usualmente no me alcanzaba y debían ser diez millones de pesos; luego no me alcanzaba...
    A mí también me cae bien que el niño no sea obediente ;) pero bueno, sé que hay un linde que asusta entre la rebeldía con la que se gana la libertad, y la que conduce a un niño a hacerse intratable.
    Qué bueno que la tila está funcionando. Es buena, yo la he probado.

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    1. Jajajaja me pasa igual con lo de ir necesitando más importe porque no alcanza a todas las fantasías!.
      En cuanto al niño entiendo a qué te refieres, ahí ando intentando el equilibrio.
      Un beso

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  8. Entiendo que el niño te desespere con sus pases toreros, pero a mí me mata de la risa... entre otras cosas porque no soy madre, obviamente.
    A parte de eso, reconozco que yo también soy un poco de obsesionarme, pero lucho contra ello cada día y al final, tras muchos años de esfuerzo he conseguido aprender a tener las cosas bajo control y a aplicar los bloqueos mentales ante pensamientos obsesivos, compulsivos y destructivos. y tan feliz, oyes ;)
    Un beso!
    Y lo de la lotería mola, estoy pensando en obsesionarme yo también con eso a ver si hago presión con el karma o algo de eso y me toca aunque sea el reintegro, coño, que sólo juego en navidad y sieeeeempre pierdo.

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    1. Bloqueos mentales, suena bien, igual una entradita o algo explicando cómo se hace ;)
      Un beso!

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  9. Jajaja. Me has recordado a mi hermana de pequeña. Le dio por los OVNIS, por las anoréxicas y por no sé cuánta cosa más. Descubría algo y no paraba de hablar de ello todo el santo día. Yo soy un poco así, en cierto sentido, como de repente me apasione un tema no hago más que buscar información al respecto. Besotes!!!!

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  10. Otra obsesiva, apúntame. Aunque yo soy más de las de necesito un bic naranja, necesito un bic naranja, a qué hora voy a poder comprarlo... y cambio hasta las horas de recogida de niños para poder tenerlo cuando vaya a escribir la lista de la compra.
    Lo del niño desobediente, qué me vas a contar. En todo caso podríamos intercambiarlos, que el mío también es muy zalamero, pero eso de que te digan "un momentín guapa", jajaja, ¡pa estrangularlo!, qué morro.
    Y a la de la lotería, medio apúntame también. Solo me pasa con el sorteo de Navidad, pero es que no puedo evitar pensar que me va a tocar, ¡ja, ilusa, la que nunca ha recibido nada en un sorteo! Si hace una semana participé en uno con otras 5, si, solo 5 más, y tampoco me tocó. Pero no lo puedo evitar, hasta pongo la tele para ver el sorteo en directo y todo...

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  11. Y que te dice el pediatra de esos sueños de la niña?? yo tambien estaria preocupada, son logicas tus preocupaciones.
    En cuanto al niño... se te ha ocurrido ponerle "premios" cuando haga las cosas a la primera... no es necesario que sean materiales... para que tenga algún motivo por el que querer hacer las cosas.

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  12. Me ha encantado lo de buscar lecturas que secunden tus opiniones jajjajajaja
    Lo del Niño, paciencia querida apenas estás entrando en etapas más divertidas.
    Lo de la lotería en casa pasa siempre, el problema es que nos gastamos cien milones de euros en quince minutos y siempre acabamos como estamos ahora, pobres de solemnidad. :P
    Besazo

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  13. Yo me estoy obsesionando con el buen tipo que se me está volviendo a quedar sin hacer nada.
    Tía, ¿por qué? Estoy encantada xD
    Aparte de eso, sí que he tenido épocas de obsesionarme con algún complejillo, en la adolescencia y sobre todo en la infancia, pero luego se me quitaron tós de golpe :)

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  14. Espero que te toque la loteria, porque las otras dos obsesiones se irán solas. Te mando muchos besos creativos desde http://creamomentos.blogs.crecerfeliz.es/

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  15. Me hiciste recordar el "primer beso" y ese nervio jajaja jamás creí que te podrías ahogar pero es una teoría de lo más tétrica e interesante jajaja...mi primer novio era mayor que yo entonces mi nervio era que no fuese suficientemente malo para querer dejar de estar conmigo jajaja así que practicaba contra el espejo :P

    Un besote desmadroso

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  16. Estuve obsesionada con mi peso y mi altura por mucho tiempo, hasta que me di cuenta que puede más el chocolate que mis ganas de ser flaca y que por más que durmiera con los pies en punta, no crecía jaja (tenía 8).
    Otra obsesión persistente es limpiar, ya está más como "dejar fluir" pero igual, trato de mantener mi casa en demasiado orden todo el tiempo, no soy la loca del plumero, pero si la de la aspiradora, y eso que estoy mejorcita en ese tema jaja.
    Besotes

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  17. Obsesiva???yo???? qué va!!! estoy viendo que alguien ha movido una vela, está todo movido, tengo que levantarme a colocar las velas, el jarrón, la mesa alguien la ha movido, pero antes tengo que acabar de escribirte, así que me voy a colocar todo el salón que estoy empezando a hiperventilar jajajajaja
    Besinos

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  18. Veo que la lotería es una obsesión frecuente, en mi familia siempre hablamos de qué haríamos si nos tocara... ;)

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  19. YO la de la lotería la tuve cuando tuve a mi primer hijo porque no quería volver a trabajar.
    Las vueltas que da la vida...el destino se burla de ti...
    En fin, que no me va a tocar porque dejé de echar los euromillions

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