Voy a compartir algunas de esas grandes frases apuntadas de
mis hijos, que la risa compartida siempre es mejor, S. es mi hijo, y L. mi
hija:
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S. con 3 años: Por la noche en su cama, a una
hora a la que se supone que ya llevaba dormido un buen rato se pone a llamarme
a voz en grito, como quien acaba de descubrir la vacuna contra el cáncer:
“mamaaaaaaaaaaaa mamaaaaaaaaaaa” y yo corriendo por el pasillo que casi me mato
con las esquinas llego jadeando al cuarto, “qué? Qué pasa?”, a lo que contesta
muy serio él agarrado con sus dos manitas a la sábana … “Dios no esikte,
esiktió pero hace mucho como los dinosaurios”
(Comentario
de una servidora: Oleee pa´l niño… tres años y en plan teólogo con una crisis de fe… . Por cierto, se tiró mucho
tiempo sin pronunciar bien las X, una gran pena el día que aprendió a decirlas bien, snif.)
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S. con 4 años: Le estaba leyendo el padre un
cuento de animales y le dice algo de las ballenas, apostillando, “las ballenas
que son mamíferos como nosotros” a lo que el niño responde lleno de razón “yo
mamífero no soy, soy un salvaje, que me lo ha dicho mi profe”.
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S. con 6 años, harto de pedalear en la bici, y
nosotros negándonos a llevarla cargando hasta casa, le íbamos motivando en
plan, venga que tu puedes, y al final cuando parece que va cogiendo ritmo, le
digo “ves como las cosas con esfuerzo se consiguen?”, respuesta: “ya, pero yo
prefiero conseguirlas rezando”
(Comentario
de madre: …. Y eso que dios no esikte ¡!!!!!!! )
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L. 4 años: “mamá, mi cuarto vas a tener que
reformarlo” “por? Qué problema tiene?” “No. Ahora mismo ninguno, pero digo para
cuando te deje aquí a dormir a las seis hijas que voy a tener, que vas a tener
que poner literas para que quepan todas así, chas chas chas (y con la manita haciendo
el gesto de camas paralelas del suelo al techo)”
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L. 5 años: estaba mi hermana hablando con la
niña de los avances que han tenido lugar, que antes no había tele, ni
ordenadores, y que incluso hubo un tiempo que no había agua corriente ni
cuartos de baño dentro de las casas, y suelta: “ah sí, yo eso de que no haya
váter en casa lo he vivido, que recuerdo perfectamente que cuando era pequeña
cagaba en un orinal con forma de tortuga”.
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L. 6 años: estábamos en Galicia en un día de
lluvia sin fin, y no se como una cosa trajo a la otra, acabamos hablando del
arca de Noe, y en lo mejor de la historia, la niña corta al padre y le dice:
“oye por cierto, ¿y la mujer de Noé como se llamaba? Que no he oído nada de
ella, y está claro que a la que le iba a tocar cuidar de tanto animal era a
ella”.
Por cierto, estaré unos 10 días bastante desconectada del
mundo digital , y totalmente conectada a mi familia y al dolce farniente. Así
que no penséis que he abandonado el blog, es solo un parón vacacional! De todas formas, os leeré a través del móvil. Besos y
sed felices!!!