El otro día estaba yo tranquilamente en casa, tumbada en el sofá con el mini portatil encima leyendo blogs mientras mis hijos hacían los deberes y suena el teléfono, número desconocido:
- Hola Matt, soy PERICO DE LOS PALOTES (*). ¿Te acuerdas de mi?
- mmm - violentos segundos en silencio con la cabeza a todo trapo -mmmm, no caigo, perdona, ¿quién dices que eres?
- Perico de los Palotes, estudiamos juntos en BUP
- Ah sí hombre claro que sí, hará como mil quinientos años que no hablamos...
y ahí empezó el amigo Perico a relatarme que le ha dado por hacer un concienzudo trabajo a lo Lobatón para localizar a todos los que estudiamos juntos, porque dentro de dos años hará 25 años que dejamos el colegio y parece ser que siempre se organiza una quedada masiva a los 25 años. No tenía el gusto de conocer esa tradición.
El caso es que yo estudié en ese colegio solo el BUP, tres añitos, porque en COU ya me vine a vivir a Madrid. No he mantenido el contacto con nadie de esos tres años de mi vida. Lo pasé muy bien, estaba integrada y feliz en ese colegio, pero incluso en esa época yo seguía saliendo con mis amigas del cole donde hice la EGB. Con ellas, a pesar de que ya no vivo en esa ciudad donde pasé esos años de mi infancia y adolescencia, sigo en contacto, son grandes amigas. Pero con mis compañeros de clase de BUP, pues no. El caso es que me incluyó en el grupo de wasap donde actualmente estamos como 80 personas. (Por cierto, son unos 75 chicos y 5 chicas, porque al ser un colegio de curas, en esos años solo era mixto el BUP, y éramos muy pocas chicas). Volviendo al tema: QUÉ PEREZA.
Me sienta mal no verlo con más ilusión. Porque durante unos minutos me hizo gracia saber de todos esos compañeros a los que hacía siglos que no veía. Pero a día de hoy y unos mil guasaps después solo tengo una palabra para describirlo: PEREZÓN.
De los 80 reunidos en torno al móvil haría tres grupo:
- un grupo de los que eran más amigos míos, me alegré de saber de ellos e intercambiamos varios mensajes para ponernos al día de nuestras vidas.
- otro de los que eran unos infantiles cansinos en 1989 y lo siguen siendo hoy. Son los que monopolizan la mayoría de los mensajes con grandes paridas.
- y por último, un gran grupo al que no conozco. Parece mentira pero no tengo ni idea de quienes son. Debían ser de otra clase, pero aún así, si iban a mi colegio en mi mismo curso, aunque yo fuera al A y ellos al B, me deberían sonar de algo sus nombres, sus caras... Pues no. Nada. Cero. No se quienes son. ¿Cómo puedo tener una memoria tan selectiva?, no lo comprendo. Hay cosas que recuerdo con todo tipo de detalle, y otras que olvido de forma radical, no dejan ni el menor rastro.
Este reencuentro, en el que ya están organizando quedadas multitudinarias, me ha hecho reflexionar sobre la pereza que me da el asunto, y además, me trae muchos recuerdos de esa época, a la que parece ser que he dedicado poco tiempo en mi cabeza. Cada recuerdo es como una sorpresa. Me descubro recordando cosas como:
- los nervios por el primer beso, tremendo. Ya ves tu que la cosa no tenía ninguna ciencia, pero yo pensaba que iba a ser dificilísimo y le daba mil y una vueltas al asunto. Tardé más de lo normal en dar el primer beso, precisamente porque estaba convencida de que no lo iba a saber dar, que me iba a ahogar o algo. Era un lince.
- las risas en clase. Con mi compañero que se sentaba delante de mi todos esos años, y con el que hice una gran amistad, me lo pasaba en grande. Nos escribíamos notitas y nos reíamos de esa forma contenida que es mortal, porque sabes que estás en clase y no te puedes reír y entonces no puedes parar.
- las excursiones. Siempre lo pasamos genial, especialmente gamberreando en el autobús
- los exámenes. Siempre me ponía nerviosa y casi siempre sacaba buenas notas. Era una petarda en toda regla.
- los fines de semana de discoteca. Todos los sábados iba con mis amigas de la EGB a bailotear. Qué bien lo pasábamos, vaya coreografías ochenteras, jajaja. Apurábamos hasta el último momento y luego había que volver corriendo a casa porque no llegábamos a tiempo y nos jugábamos poder discotekear el finde siguiente.
- fumar a escondidas. Esos cigarros colocaban porque solo fumábamos el fin de semana. Un cuarenta y tres con cocacola también colocaba.
- ir en vespino con mi amiga S. Su colegio estaba frente al mio y vivíamos al lado. Así que, aunque lo tenía super-prohibido, iba todos los días en moto con ella.
- también recuerdo flipar con la música en general y con Bruce Springsteen en particular. En eso no evolucionado. Y tampoco en mi afición lectora, que ya tenía desde niña y mantengo.
....
Nunca he puesto fotos nuestras en el blog, pero en esta ocasión me salto mi propia regla y os voy a enseñar cómo era yo a esa edad. Esta foto la tengo puesta en mi casa, yo tengo unos 15 años y tengo a mi hermana pequeña en brazos, estamos en la playa.
( me he rajado, la foto ha estado del 16/11 al 19/11, suficiente)
En definitiva, este reencuentro me tiene muy retro...
(*) nombre ficticio, menos mal que lo aclaro eh??