Mis dos últimas lecturas del año han sido:
Te dejé ir, de Clare Mackintosh. Me ha resultado una lectura muy entretenida y me ha encantado el giro brutal que da la historia y que no te esperas en absoluto. Solo os cuento que se trata de un thriller psicológico que ha cosechado buenas críticas, a las que me sumo.
Como siempre busco información del escritor del libro, en este caso, me ha sorprendido que se trataba de una primera novela. Antes de ser escritora, Clare fue policía, y además perdió un hijo, estos dos datos autobiográficos impregnan la historia… Por lo que he leído, sus primeros hijos fueron dos gemelos, nacidos en noviembre de 2006. Uno de los dos murió de meningitis semanas después de nacer. Qué espeluznante tiene que ser perder un hijo, no puedo ni imaginarlo. Una cosa curiosa es que quince meses después del nacimiento de sus primeros hijos, volvió a tener gemelas. Solo ha escrito, hasta la fecha, dos libros. Intentaré hacerme con el segundo, a ver si repito la buena experiencia.
La chica del tren, de Paula Hawkins. La historia empieza bien, me atrapó bastante al principio, pero hacia la mitad del libro, intuí lo que estaba pasando, y el final se me hizo aburrido por lo esperable y por la estructura tan repetitiva en la forma de contar la historia. No sé si fue mala suerte porque se ha convertido en un best seller, del que han hecho película.
Me gustó el tratamiento del alcoholismo dentro de la historia. En general el tema adicciones me despierta siempre curiosidad morbosa y miedo. Esa delgada línea entre ser bebedor y alcohólico, y qué puede hacerte pasar de un lado al otro. A mí personalmente, me aterroriza verme adicta a lo que sea, que haya algo que se impone sobre mí y que anule mi poder de decisión.
martes, 10 de enero de 2017
domingo, 8 de enero de 2017
Propósitos
Las Navidades han volado, como últimamente me ocurre con los días, semanas y meses. El tiempo se me escapa de las manos.
Empecé las Navidades muy cansada y teniendo que hacer un esfuerzo para disfrutarlas, porque por primera vez, mi espíritu navideño brillaba por su ausencia. Sin embargo, conseguí entrar en la onda y pasarlo bien. Las navidades con niños son alegría, por mucho que tu lado ÑU intente salir a flote.
He vuelto de las vacaciones igual de cansada que las empecé, con muchísimo sueño todo el tiempo, pero con ilusión por este nuevo año que empieza. Los últimos años no he hecho lista de propósitos, de hecho mi objetivo era no tener propósito ninguno. Pero este año sí necesito motivarme con algunas cositas:
Un beso y feliz año
Suscribirse a:
Entradas (Atom)