martes, 16 de diciembre de 2014

Habemus bebé

El 7 de diciembre, coincidiendo con el cumpleaños del hermano, nació mi niña linda.
Todo lo mal que estaba las semanas antes de dar a luz, estoy ahora de bien. Feliz, encantada con mi bebecita, que además de linda es buenísima. Mis hijos están emocionadísimos con su nueva hermanita.

Os cuento desde el principio:

El 5 de diciembre tuve revisión con el gine, y me dió cita para inducirme el parto el día 10. Me fui a casa tranquilamente, convencida de que ya tenía día para el nacimiento tan esperado. Además, ese fin de semana prefería que no naciera la peque, ya que venía familia de galicia a pasar el puente y al cumpleaños del niño. Es decir, se dieron las condiciones exactas necesarias para que sí naciera en ese momento.

A las dos de la madrugada rompí aguas, nos fuimos al hospital, y tras muchas horas de contracciones y dilatación, nació la peque.
Parto natural, bastante bueno, dentro de lo duro que es un parto. Nada más nacer me la pusieron encima, y se me quedó mirando fijamente. Qué sensación más increíble. Es el mejor momento del mundo.

Es una niña sana, preciosa y buena. Estamos todos babeando continuamente.
El niño "solo" había pedido dos cosas: "mamá, concéntrate mucho para que nazca el mismo día que yo" ... "mamá, importante, que sea guapa. A nosotros no nos va a importar si es fea y alomejor ni se lo ntamos, pero los niños del cole sí, y se lo dirán".
Como veis sus dos peticiones estaban totalmente en mi mano.
El caso es que el resultado ha sido como él deseaba, y está muy agradecido pensando que yo he tenido algo que ver.

Volviendo a la peque, es muy tranquila, tiene buen carácter y es muy dormilona. Solo tiene una pega y es que no se agarra bien al pecho, así que tengo que acabar sacándome la leche y dándosela.
Si esto me hubiera pasado con mi hija mayor - que por cierto, era matrícula de honor mamando -, seguramente yo estaría fastidiada.
Pero a estas alturas de la vida no me preocupo por algo que tiene solución. Además, como duerme mucho, yo me voy sacando cada dos o tres horas, y listo.
Nos han visto las matronas del hospital, la enfermera del centro médico, y no es problema de posición ni de frenillo. La verdad es que no entiendo por qué no tiene a bien agarrarse, pero es lo que hay. Hoy he tenido la revisión de la primera semana con la enfermera , y ha cogido peso, así que aunque no sea en el envase natural, la nena toma leche materna y le va bien.

Yo me he recuperado muy bien del parto. Mi vida trascurre en un deleite de observación a la bebé, paseitos por la mañana cuando sale el sol, y muchos mimos a la querubina.

Nada más por ahora, solo quería informaros de que ¡la pequeña ya está aquí!.

lunes, 1 de diciembre de 2014

Los juegos del hambre: Sinsajo - parte 1

El sábado me animé a echarle un pulso a Murphy, yéndome al cine con la intención latente de ponerme de parto en la sala. Fijo que en lo mejor de la peli rompo aguas, pensaba ingenua de mi. Pero nada, ni con el aliciente de montar un show en el cine - como ya monté hace 10 años rompiendo aguas en la oficina - se anima la nena a nacer.

No hubo parto pero sí hubo dos horas de mucho entretenimiento, con esta tercera película de la saga Juegos del Hambre, que me ha gustado mucho. Ya he hablado en este blog tanto de los libros de la saga como de las películas.
Resumiendo: en mi opinión los libros van de más a menos; sin embargo las películas van de menos a más.
La primera película de la saga me dejó bastante fría, no tiene la garra que tiene el primer libro. La segunda mejoró considerablemente, mientras su paralelo literario empezaba a caer. Lo mismo ocurre con esta tercera parte que se corresponde con la primera mitad del tercer y último libro de la saga.

Algo que me encanta de la ciencia ficción es que permite hablar de temas muy humanos y muy reales, sin tener que ser fiel a una historia concreta ocurrida. La película da para recrearse en temas que han ocurrido y ocurren: opresión del fuerte al débil, necesidad de un líder que inspira, el comportamiento de la masa, la necesidad de personalizar la lucha, etc. Pero con la libertad que da la ciencia ficción: puedes sacarlo todo de quicio y llevarlo al extremo, no te debes a ninguna historia ocurrida, solo te inspiras en ella. Eso es algo me encanta.

La cinta cuenta además con grandes actores. Me encanta como trabaja Jennifer Lawrence, es el Sinsajo, la actriz no se deja ver . Te crees la necesidad de los distritos oprimidos de seguirla a ella, no a la rebelión en general, sino a ella. Silvar lo que ella silva, cantar lo que ella canta, inmolarse por la causa que ella defiende. Es poco racional, pero el ser humano es así. Cuántas veces oímos lo de: yo votaba a tal partido, pero el nuevo líder no me convence. Desde lo racional, un partido debería estar por encima y ser mucho más, que la persona que le pone cara. Pero al final, nos fiamos de una cara, de una persona... más que de un partido. Lo concreto frente a lo abstracto. Lo mismo ocurre en la historia de Sinsajo.

Pero también tenemos, entre otros, a:
Julianne Moore

Josh Hutcherson

Woody Harrelson

Donald Sutherland



En resumen: es una película para pasar un buen rato, recomendable haber visto las anteriores, o al menos, enterarse de qué va la historia. Es ciencia ficción juvenil bien hecha, así que no hay que esperar otra cosa más allá de lo que es.

Más información sobre la película y la saga aquí




miércoles, 26 de noviembre de 2014

Aquí sigo esperando

Sigo en eso que alguien con mucho humor negro, bautizó como "dulce espera"... Claro, súper dulce, desplazarte con un bebé a término, placenta, líquido amniótico y demás, dentro de tu barriga. Y dormir con ello, un despiporre. Y ya las consultas y pruebas médicas que al final del embarazo son semanales, eso ya es la monda lironda. Todo muy dulce, empatando con la leche condensada.

Aquí dejo muestra de mi panza, coronada con la mano de mi hijo. Casi siempre que estamos en el sofá viendo una peli, se me sienta cada uno de mis hijos a un lado y termino con las dos manos encima. En esta ocasión en la que tenía el móvil a mano para inmortalizarlo, está solo la mano del niño. Ese momento sí me parece tierno y me reconcilia con los berrinches que me llevo por otras cosas.

Mi panza y la mano de mi hijo encima

En la última consulta el gine me dijo que por las medidas, la nena ya pesaba 3.300 gr. La foto no hace justicia al tamaño de la esfera, pero es enorme, porque además también me dijo que tengo tendencia a generar líquido amniótico de más. Todo a lo grande y que no falte de ná. Es mi lema. Mi hija mayor pesó 4,070 al nacer, ahí lo dejo.

Por la calle ya me he cruzado con varias miradas de pena. Así de claro: de pena. La cosa surge así: mis andares bamboleanchis ponen en aviso a un transeunte de que llevo una carga pesada. Primero miran la panza, luego me miran a la cara, vuelta a mirar la panza, y ahí va: la carita de pena. 

Hace meses, en ese momento genial cuando estás de entre 4 y 6 meses, y mis andares eran normales, y la tripita era la guay que sale en los anuncios de embarazadas, las miradas eran mucho más amables/alegres.

Hoy tengo monitores y revisión, espero que todo siga bien, y que todas mis quejas puedan seguir dirigiéndose a la tontería de sentirme pesada. Que soy consciente de que son simples gajes del oficio de ser madre y con gusto pago el precio.

Besos

jueves, 13 de noviembre de 2014

Mujer embarazada dramática busca reírse de sí misma

ATENCION: esta entrada es un poco escatológica, gente sensible del mundo, no sigáis leyendo.

A ver si consigo reírme de lo que me ha pasado de buena mañana, porque estoy con una flema dramática que no me sienta nada bien. He buscado en youtube vídeos para subirme el ánimo y tras llorar de risa con la escena de la intoxicación de la película de Bridesmaids, creo que ya he salido del estado anímico en el que me encontraba. Estoy lista para intentar al menos, reirme de mi misma.



Antedecentes: No quiero ahora mismo entrar en detalles, pero llevo dos días chungos, de pasar horas en urgencias, subidas de tensión, infección de orina, etc. El caso es que tengo que hacer una recogida de orina de 24 horas. Sí señores, 24 horas. No sabía yo que existieran estos infames botes del tamañaco que requiere la tremenda gesta, pero doy fe de que los hay y concretamente, de que me en mi baño hay uno esperándome.

Estaba dispuesta a empezar la recogida del líquido elemento ayer según salí de la consulta, pero la doctora me dijo que mejor empezara con el primero de la mañana.
"El primero de la mañana", un concepto muy abstracto ahora mismo. Me paso la noche levantándome a hacer pis cada dos horas máximo, así que he tenido que decidir yo cuál consideraría primero de la mañana. Tras una sesuda meditación, decido que el primero a partir de las 6. Bien, dicho y hecho, me levanto, sin encender muchas luces para no despertarme del todo, agarro el pedazo infame bote king size, le quito la tapa roja, y coloco. Cual es mi sorpresa cuando TODO empieza a salir por fuera. No daba crédito, y mis neuronas, ya de natural perjudicadas, no daban a basto a procesar qué pelotas estaba pasando. Una vez que ya estaba bien empapado todo el suelo, mis zapatillas, pijama, etc. descubro que hay otra tapa debajo de la tapa roja, del mismo color que el fondo del bote king size, que es lo que ha provocado que TODO el líquido elemento esté esparcido por el suelo del cuarto de baño...
Me cayó una lagrimilla de rabia, tanto pensar para establecer la hora del primer pis del día y a tomar por...
Limpio todo, me animo a mi misma en bajito, lloriqueo un poco, y me digo que no pasa nada, que el primero será el siguiente y listo.

Vuelvo a la cama, y milagro, me quedo dormida una horita más (inciso: estoy durmiendo TAN mal y TAN poco, que cualquier cosa me hace feliz). Total, que ya son las 7 de la mañana, me levanto a repetir la operación, convencida de que bajo la tapa roja no habrá nada, porque la maldita tapa-camuflaje ya la había quitado antes y guardado en el armario. Pero NOOOOOO, la había vuelto a poner y se produce la misma situación que a las 6 de la mañana. Ahí ya he llorado con congoja, me he llamado subnormal profunda, me he sentido lamentable, y he tenido que volver a recoger y fregar todo por segunda vez en el día.

Es muy penoso y lamentable, haceros cargo: 36 semanas y 4 días de gestación, con mucha falta de sueño y muy sobrada de preocupaciones, y que a las 7 de la mañana sea la segunda vez que recoges tu propio pis esparcido por todo el cuarto de baño.

Por eso he tenido que ir a buscar algo escatológicamente gracioso, como es la escena que os decía al principio. Porque de natural, no me sale reírme de ésto. Me sale soltar tacos, cagarme en todo y sentirme fatal. Y eso no me aporta nada. Necesito estado zen, risas y buenos alimentos, ooommmmmm.

Para vuestra tranquilidad, deciros que la gorki que os escribe, sí ha conseguido hacerlo bien la vez siguiente. El infame bote king size va progresando adecuadamente, aunque la cosa empezó muy accidentada. Lo que todavía no he conseguido es sacudirme la sensación de tonta del bote (nunca mejor dicho), tras mi actuación estelar de primera hora de la mañana.

Y para terminar, una petición: mandadme oraciones o energía positiva o en lo que quiera que creáis, para que este embarazo termine bien, y tenga pronto a mi bebé en brazos, que de verdad que ya lo necesito seriamente. Besos...

martes, 11 de noviembre de 2014

Interstellar

El Sábado quedé con mi madre para ir al cine a ver Interstellar. Las dos somos muy cinéfilas y nos gusta ir juntas, aunque desde que se jubiló y pasa muchos meses al año en el sur, lo hacemos menos de lo que nos gustaría.
Camino al cine fuimos hablando, lo típico: de los corruptos, Podemos, la Panto, el 9N, las tarjetas opacas, etc. Esas charlas con mi madre son para grabarlas, la mujer que entró en estado de indignación mucho antes del 15M, ahora ya está como en un shock post traumático, desde el que te arroja frases del tipo: "pero hija, y ¿los hombres buenos y honestos? ¿dónde están? todos lejos del poder según parece...".

Volviendo al tema: nos compramos nuestros Maltesers que nunca faltan en el cine, y nos dispusimos a ver la película.


Aquí os enlazo información de la peli, por si queréis algo más objetivo que mi opinión.

En general me ha gustado, pero me ha resultado demasiado larga. Son casi 3 horas de película y soy una mujer apunto de tener un bebé y con lumbago. La combinación no es buena.

Casi me parecieron dos películas: la primera parte trata de una familia sobreviviendo en un futuro apocalíptico. La humanidad se ha quedado sin comida, y todos los recursos humanos y técnicos se dedican al cultivo. La segunda parte es ciencia ficción espacial pura y dura, bastante surrealista. Preciosa de ver por la combinación de imágenes y música. La vida en el planeta tierra no es viable, y entramos en fase de exploración de otras galaxias/planetas, a los que emigrar.

Para mi lo mejor de la película es:
- Una trama original: agradezco no ver remakes o ideas que se han explotado ya mil veces. Más vale algo original aunque por momentos sea poco creíble.
- Aparte de ciencia ficción pura y dura, también trata de los sentimientos humanos: el egoísmo, la familia, el amor... De supervivencia de la especie versus supervivencia individual. De las decepciones y desilusiones. De la búsqueda de algo mejor.
- Las actuaciones. Todos trabajan bien. Matthew McConaughey es un actor muchas veces infravalorado, como pasa con los guapetes que le han dado a la comedia romántica.

Pero yo creo que es un gran actor, versátil, con recursos, que lo mismo hace una comedia, que un drama. No hay más que ver sus trabajos como enfermo de sida en "Dallas Buyers Club":

o dando vida al atormentado policía en "True detective":

Otros actores de la película:
Anne Hathaway

Michael Caine

Jessica Chastain


martes, 4 de noviembre de 2014

De todo un poco, entrada popurrí

Ayer tuve uno de esos momentos cotidianos, nada especiales, en los que me siento feliz:
Yo tumbada en mi cama leyendo, el Niño en el salón jugando con los abatons acompañado de esos inconfundibles ruiditos que hace en sus juegos cuando susurra conversaciones y ruido ambiente de su fantasía (fsuuu ahhh nos caemos aaahhh bjbbjbjb). La Niña y el padre en la cocina haciendo la cena, se les oye reír y hablar, pero no entiendo lo que dicen. Oigo la lluvia fuera, chocar contra mi ventana, y me siento caliente bajo la manta de cuadros.

Es una escena normal que hace sentir bien.

Creo que mis mayores momentos de felicidad se producen en situaciones cotidianas de este tipo, en los que nada especial ocurre, pero todo está como tiene que estar.

De la misma manera que soy sensible para captar esos momentos felices, soy para captar otros, en los que una simple mirada o una frase inoportuna, me hacen sentir rabia profunda. ¿Hipersensibilidad a los pequeños detalles?, puede ser, para bien y para mal.

Ahora estoy escribiendo por hacer tiempo hasta la hora de la consulta con mi gine. Como en todas las revisiones de este embarazo, voy con miedo. No consigo sacudirme esa sensación desasosegante cada vez que tengo revisión. Además, en estos días, gracias a la noticia de congelación de óvulos que ofrecen a sus empleadas google y facebook, se habla mucho de embarazos tardíos, como el mío.
Yo soy muy consciente de los riesgos que implica estar embarazada a mi edad. No necesito leer y oír sobre ello. Pero el hecho de que ahora mismo sea noticia, te lo hace todavía más presente.

Mi primer embarazo fue con 29 años, y por mi habría sido incluso antes, porque yo ya trabajaba desde los 23 años, pero marido seguía rematando su ingeniería y asentándose. En cuanto pudimos, fuimos a por el bebé. El segundo a los 31 años. El tercero nos daba miedo/pereza/de-todo-un-poco y los postergamos y postergamos, hasta decidir que no, pero sin cerrar completamente la puerta. De manera que pasó lo que pasó. No fue explícitamente buscado, pero sí es muy bienvenido, y está claro que tampoco lo evitamos con todos los medios.

Me hace mucha ilusión tener a mi niña linda, pero también me da miedo. Por si viene con algún problema, por si no estoy a la altura, por si somos mayores para estos trotes... La vida viene como viene, no podemos planificarla al 100%, y esa es la gracia precisamente.

Ya estoy de 35 semanas y 3 días. Mis hijos están impacientes como yo, me recuerdan continuamente, que si nace cuando estén en el cole (preferiblemente en clase de mates, mamá - matiza el Niño -), vayamos a por ellos que quieren conocer a la hermana en cuanto nazca.

Duermo fatal, ya escribí sobre ello, nada más que añadir a esa entrada, simplemente se ha intensificado todo: más ardor, más dolor en las caderas si duermo de lado, más dificultad para respirar si duermo boca arriba... Un lujo, vaya, no me falta de ná.

Pero sí voy sabiendo ocupar el día mejor de lo que os contaba en la última entrada. Ya he cogido mi rutinilla. Hago un curso online para el trabajo, leo, veo muchas series en el ordenador, concretamente me he liquidado: dos temporadas de los Soprano, un clásico que yo tenía pendiente y me ha gustado mucho; varios capítulos de My Mad Fat Diary; y varios de la última temporada de Walking Dead. Preparo unas meriendas super curradas para mis hijos, que no dan crédito. Hago tortillas de patata. Juego a la lotería de los sábados. En fin, todo un nuevo mundo de actividades que se ha despertado ante mi y llenan las horas que antes estaba en la oficina.
Calculo que justo para cuando tenga dominado este periodo de mi vida, nacerá la nena, para empezar otro diferente.

martes, 21 de octubre de 2014

De baja

De 33 semanas y 3 días, de baja y con sentimientos encontrados.

No contaba con estar de baja tan pronto, ya que mis antecedentes en los dos embarazos anteriores son de trabajar hasta el final. De hecho en el segundo embarazo, rompí aguas en la oficina.

Mi médico sin embargo, me ha insistido en que tenía que coger la baja ya, porque el lumbago solo va a ir a más, y la niña está muy encajada, así que presiona con la cabeza y produce más dolor.

Por una parte estoy contenta de tener la posibilidad de estar descansando en mi casa, claro que sí. Bendito trabajo por cuenta ajena, que te permite esta posibilidad cuando el médico lo determina.
Por otra parte, siento cierto cargo de conciencia, de estar aquí sin tener todavía bebé al que cuidar y habiendo dejado bastante enmarronados a mis compañeros.

También os digo que desde la jungla laboral, una servidora veía como más idílico el momento quedarse en casa. El día se me hace eterno, todo el mundo está ocupado, mis hijos en el cole, y tampoco tengo fuerza física para mucho. Sigo durmiendo mal y sigo estresándome, en lugar de por motivos laborales, por otros (deberes de los niños, dolores varios, miedillos sobre embarazo y parto...). Es como si vienes con una cantidad de marrones a comerte, y si no es en un escenario es en otro, pero te los vas a comer igual.

A ésta situación se suma que Marido está viajando mucho y tengo la sensación de estar bastante sola.
No echo de menos el madrugón para estar a las 8 de la mañana trabajando. Pero sí echo de menos el ruido, la gente, el café de media mañana y el tener otras preocupaciones abordables en la cabeza.

Intento seguir el consejo de: "aprovecha y descansa que ya verás luego". Descanso, leo, sigo las noticias con la minuciosidad de Sherlock Holmes... Y también me impaciento y me aburro. Para qué deciros lo que no es.

Para entretenerme un poco, hoy por la mañana he ido a un curso de preparación al parto, que madre de Dios... que cosa tan absurda. He buscado un sitio un poco alternativo-modernillo, para ver si aprendía algo nuevo. El módulo de hoy se supone que iba de musicoterapia. Solo os cuento que nos han tenido cantando armónicos y hemos terminado la clase todas cogidas de la mano cantando nanas. Yo tenía una risita histérica tipo "tengo 12 años y estoy en el cole en una clase en la que no me puedo reír", mientras el resto se metía totalmente en su papel con un afanamiento impropio de una situación tan ridícula.

Qué difícil es el equilibrio entre tener la mente abierta y no hacer el panoli...

Lo bueno es lo que me he reído después recordando ese momento, eso sí ha sido terapéutico.

jueves, 9 de octubre de 2014

Sobre mis hijos - la nueva hermana

Mis hijos están emocionadísimos con la inminente llegada de la hermanita. Sin embargo, evolucionan de formas distintas. Ya conté por aquí que la niña tuvo un inicio un poco frío con el tema, pero su ilusión ha ido a más. Mientras que el niño empezó flipadísimo con la perspectiva de tener una gamberrilla en casa y sin embargo ahora está empezando a ver algún inconveniente a la nueva inquilina.
Os cuento un par de momentos que ilustran esta transición.

En la última eco el ginecólogo comentó lo largo que tiene ya el pelo la enana. La verdad es que las imágenes sorprenden, es como Rocío Jurado cantando como una ola, pero en bebé. Igual he exagerado un poco, quiero decir, que lo tiene larguito y ahuecado, una cosa bastante extraña. Cuando le comuniqué a la Niña que la hermana ya luce una melena prenatal, me contestó muy redicha ella: Perfecto, porque ya lo tengo todo pensado. Hasta infantil la lleveramos peinada con una melenita corta y pelo ondulado. Luego ya se lo vamos dejando crecer y se lo alisamos.

Ole ahí. Ya se debe imaginar poniendo rulos o algo, porque no se cómo es de compatible su plan con que la niña, por decir algo, tenga el pelo liso como las chinas. O viceversa.

Por su parte, el niño, que cumple años el día siguiente a que yo salga de cuentas, y había estado emocionado con la idea de que la hermanita naciera el mismo día que él, el otro día de pronto me dice:
- Estoy pensando que mejor no nazca el mismo día que yo, que sois capaces de hacerla más regalos a ella...
- Pero cómo piensas eso, no se nos ocurriría
- sí bueno, ya veremos. También estoy pensando que cuando nazca me va a quitar todos los méritos.
- ¿qué méritos?
- pues el mérito de ser el pequeño

(el concepto "mérito" no lo tiene muy pillado, porque me diréis el mérito de una circunstancia 100% casual como nacer el último de la familia).

- anda anda, no pienses esas cosas.
- es que mamá, cuando un bebé nace se produce un impacto muy grande en la madre, todas las feromonas se le activan y ya solo hace caso al bebé...

En fin, sin comentarios sobre las feromonas, porque a pesar de su argumentación con lagunas desde el punto de vista científico, algo de razón de fondo lleva el pobre, ...


miércoles, 8 de octubre de 2014

El yoga no es para mi

Ayer fui a una clase de yoga para embarazadas. Madre de Dios, qué dolor.
Como estoy con lumbago desde hace varios meses, la niña está ya cabeza abajo presionando y la cosa va a más, el gine me recomendó que hiciera yoga.

Yo pensaba que me dirigía a pasar una horita agusto, haciendo estiramientos, relajándome... Nada que ver, aquello era entrenamiento para marines.

Mi ingenua felicidad tipo Heidi en la pradera, vislumbró un pequeño nubarrón al ver la pinta de todas las asistentes a la clase. Muy profesionales del yoga ellas, bien equipadas, con cuerpos delgados y pinta de no tener lumbalgia, no se si me explico...
A los dos minutos de empezar la clase estaba confirmado: aquello era un infierno yogui.

Ni antes de estar embarazada habría podido seguir el ritmo de esa clase del demonio, no os quiero contar con esta panza que me acompaña ahora.
Qué estiramientos señores, qué posturas imposibles, con las piernas en alto y unos tacos de madera bajo las caderas para subir más la posición ... ¿¿subir más la posición??, ¿estamos locos o qué?, creí que se me salía la niña por las amígdalas.

Me tenía que haber ido de la clase al ver el percal, pero mi orgullo me lo impidió, así que me pasé la clase resoplando y sudando como un pollo, pero aguantando estoicamente.

Hoy casi no me puedo ni mover.

El yoga ha quedado descartado para mi. Seguiré con mis paseitos tranquilos y masaje de espalda cuando duela mucho. Suficiente. Cuando nazca la enana ya intentaré ponerme en forma, pero ahora mismo bastante tengo con lo que tengo...

viernes, 3 de octubre de 2014

Dormir embarazada

Antes de nada, comentar que no recuerdo que nada de ésto que voy a relatar me pasara en mis dos embarazos anteriores, así que hay dos opciones:
a)- la mente olvida en aras de la supervivencia de la raza humana, para que no dejemos de procrear
b)- los años son muy malos. Lo que con 29 años no te pasaba, ahora te pasa en ración doble, por osada.

Os cuento que mis noches son de lo más moviditas desde que estoy gestando. Concretamente ahora con mis 7 meses recién cumplidos, esto ya es una juerga nocturna diaria.

La cosa suele empezar bien, porque yo que siempre soy de dar vueltas y vueltas en la cama hasta quedarme dormida, ahora caigo como en coma en cuanto mi cabeza roza la almohada.
Tengo un sueño profundísimo, hasta que de pronto, las ganas de hacer pis me despiertan. Salir de la cama es como un show porque aunque me hago muchísimo pis, estoy muuuuy dormida y mi cuerpo no responde. Eso sí, tan pronto vuelvo a acostarme estoy despierta como si fueran las 12 del mediodía. Entonces empieza mi periplo por encontrar postura. Me pongo del lado izquierdo, y aquí hago un inciso: maldita la hora en la que leí que es mejor dormir del lado izquierdo, porque resulta que yo soy de dormir del lado derecho o boca-arriba. A la enana tampoco parece gustarle el lado izquierdo, así que me patea a base de bien, hasta que mis cojines, mi cuerpo de ballena varada y yo, nos damos la vuelta hacia el lado derecho. En ese proceso de giro, que es de todo menos ágil y gracioso, suele darme un calambre en uno de los gemelos. Coloco bien los cojines: dos en el lado para apoyar la pierna que queda encima, y uno sobre la almohada para no tener reflujo. Y entonces empiezo a pensar en cosas que tengo que hacer, a contar, a hacer respiraciones... Y cuando parece que me estoy quedando dormida, una vocecilla en mi conciencia me dice: mejor sobre el lado izquierdo, gírate antes de dormirte, que así presionas la vena cava ( inciso: me cago en la sobreinformación de hoy en día ). Total, que me vuelvo a girar, yo, mi enormidad, y mis cojines. De nuevo calambre y de nuevo me levanto a hacer un pis, no vaya a ser que cuando esté profundamente dormida me tenga que despertar por una necesidad tan poco elegante. Y así toda la noche. En un bucle de: sueño intenso pero breve, necesidades fisiológicas, desvelos, y giros circenses.

Marido se ha autoexiliado a dormir a otro cuarto. Le alabo el gusto. Yo también me dejaría tirada en estos trances nocturnos...

jueves, 25 de septiembre de 2014

50 cosas

Llevo tiempo leyendo entradas en las que se cuentan 50 cosas de uno mismo. Hoy me he animado a escribir las mías, casi no lo consigo, pero al final han salido.


  1. Tengo dos hijos y estoy embarazada.
  2. Nací el 31 de julio del 73.
  3. Trabajo por necesidad, por gusto nunca trabajaría, se me ocurren miles de cosas que hacer más interesantes y gratificantes.
  4. Fui muy buena estudiante.
  5. Soy licenciada en ciencias económicas.
  6. Hace cinco años hice un máster en finanzas porque me lo propuso ( y pagó) la empresa. Fue sacrificado, pero me gustó hacerlo.
  7. Conservo buenos amigos de casi cada etapa importante de mi vida.
  8. No me gusta trabajar en equipo. Hace años, cuando era inexperta sobre lo que realmente significa trabajar en equipo me gustaba. Ahora prefiero ser lo más autónoma posible en lo que hago.
  9. Me encanta ir al cine. No me parece ni remotamente lo mismo ver la película en casa.
  10. Disfruto más cuando veo las películas en versión original pero siempre me da mucha pereza decidirme a verlas sin traducir. Luego me alegro.
  11. De niña y jovencilla hice mucho deporte: baloncesto, karate, natación… Pero al terminar la carrera lo dejé, perdí el hábito, y ahora no tengo ninguna gana. Alucino con la cantidad de triatletas y corredores de mi quinta que hay ahora.
  12. Me encanta viajar.
  13. Un planazo para mi es salir a cenar con mi marido y a ver los Miserables, o un musical de ese nivel.
  14. Llevo con mi marido 20 años, primero 8 años de novios y luego 12 casados.
  15. Vivo en el centro de Madrid. Ya que tengo que vivir en la capital, prefiero hacerlo en el centro y tener la comodidad del transporte, colegio/trabajo cerca, tiendas, etc.
  16. Me gustaría vivir en un sitio con mar.
  17. Me gusta el verano por lo que implica: vacaciones, días más largos, menos trabajo en la oficina, piscina, terrazas… Pero no me gusta el calor excesivo.
  18. Me gustan mucho los colores del otoño, pero no me gusta por lo que implica de: días más cortos, llegada del invierno, más encierro...
  19. No me da vergüenza hablar en público.
  20. De pequeña siempre me elegían para la obra de teatro. 
  21. En mi trabajo siempre he tenido que hacer presentaciones y dar cursos.
  22. Me gustaría haber sido profesora, pero me di cuenta de ello demasiado tarde. Tengo un buen trabajo, al que es difícil renunciar.
  23. Hice el Máster en Educación Secundaria (antes CAP) en 2011-2012, por tener abierta esa posibilidad. Pero no parece que vaya a utilizarlo, al menos próximamente.
  24. No soy especialmente extrovertida, tampoco tímida. Si tengo algo que decir, no me da vergüenza hacerlo, pero con personas que no conozco no suelo sentir la necesidad de hablar. No me gusta hablar por hablar.
  25. A pesar de ser sociable, me gusta estar sola. Más bien, es algo que necesito de vez en cuando. 
  26. Disfruto leyendo.
  27. No me gusta cocinar pero me gusta mucho comer bien.
  28. No me gusta limpiar, pero necesito tener la casa limpia y ordenada.
  29. Me estoy dando cuenta con este post que no hay mucho que decir sobre mí misma
  30. Hace algo más de dos años que tengo blog. Pero bastante antes ya era lectora de blogs y dejaba comentarios.
  31. A pesar de mi pelo moreno, para los dermatólogos soy pelirroja, por mi tipo de piel muy blanca con pecas.
  32. Estudié piano muchos años, pero ya casi nunca toco.
  33. Me gustaría tener más tiempo, así, en general.
  34. Cada vez soy más maniática para dormir. Necesito tener un vaso de agua en la mesilla, persianas bien bajadas, y mucho mejor, si duermo sola.
  35. Odio profundamente madrugar, y eso que madrugo diariamente porque entro a trabajar a las 8, pero mi cuerpo no se ha acostumbrado, ni creo que nunca lo haga. Soy ave nocturna.
  36. Me encanta Mafalda.
  37. Soy muy fan de Bruce Springsteen. Sus conciertos son la leche.
  38. Nunca he ido al psicólogo y siento cierta curiosidad.
  39. Suelo fijarme en las manos y en los zapatos. 
  40. Lo más importante que he hecho en mi vida ha sido tener a mis hijos. Las cosas importantes que he hecho a nivel laboral, años después, me he dado cuenta de que no eran tan importantes. 
  41. Fui una niña muy precoz, aprendía muy rápido y entendía cosas que no eran propias de mi edad. Recuerdo perfectamente ser consciente de que para mí las cosas eran más fáciles que para los niños de mi edad. Hacia los 11 años me paré y me volví mucho más normal.
  42. Antes tenía más confianza en mí misma, ahora cada vez soy más consciente de mis limitaciones. ¿No se supone que debería de ser al revés, que se gana seguridad con la edad?. No es que sea insegura, pero sí menos segura de lo que era.
  43. Odio los perfumes intensos.
  44. No me maquillo a diario.
  45. Nueve meses de embarazo se me hacen demasiado largos.
  46. Soy impaciente.
  47. Siempre me dicen que soy muy práctica.
  48. Me gusta la cerveza y el buen vino tinto. El resto de bebidas con alcohol no me gustan.
  49. Llevo trabajando 17 años, de los cuales, los últimos 12 son en mi trabajo actual. 
  50. Tomo café cada mañana con los mismos compañeros/amigos desde hace 12 años.


jueves, 18 de septiembre de 2014

Sobre mis hijos – conversaciones

El otro día durante la cena se produjo una de esas conversaciones con el niño, que ahora recordándola, me da la risa tonta. Fue algo así:
- Hoy en el patio el hermano pequeño de JS no nos dejaba en paz el muy pesado, y no podíamos hablar de nuestras cosas.
- ¿Y cuáles son vuestras cosas?
- El ébola – muy serio, casi impasible diría yo, sentenciando: EL EBOLA. Casi ná -
- ¿¿ EL EBOLA?? – esta soy yo ojiplática- pero ¿qué habláis vosotros sobre el ébola?
- Bah, pues nada especial, meternos miedo pensando que llegue a España, que no tenga cura… lo normal.
(Normalísimo, ya te digo)
También hablamos sobre qué vamos a ser de mayores. JS va a ser maquinista de tren y el heredero de la casa de su abuelo. 
(Igual eso lo tiene que comentar con el abuelo antes, que no sé yo si el buen señor estará al tanto de los planes del nieto).

Para haberles visto en vivo y en directo, porque seguro que hay más detalles que el niño no cuenta por pensar que es excesivamente “normal”. Dos chavales de 9 años, caminando por el patio del cole, porque ese día su amigo está lesionado y no puede jugar al futbol, y hablando de “sus cosas”.

Al poco la niña comentó algo de la canción del aserejé y le contesta el hermano:
- Con esta canción tuve yo envidia por primera vez de otro niño.
Obviamente esa afirmación no se podía quedar así en el aire sin más, tanto padre, como hermana, como una servidora, le freímos  a preguntas para tener más datos de ese primer momento de envidia, pero pasó de nosotros, nos contestó que no lo iba a contar, que esto era como los puntos suspensivos en los libros que te dejan con la intriga.

Sobre la niña contaros que este verano se le ha manifestado una alergia al marisco. Parece ser que ella ya había sentido molestias alguna vez, pero no nos había dicho nada (sin comentarios sobre la absurda discreción de la niña con sus dolencias).
En vacaciones, tras un arroz caldoso de chuparse los dedos, la pobre se puso bastante mal, con picores de garganta, enrojecimiento de barbilla, dolor de tripa. Y días después lo mismo con unas gambas.
Así que la he llevado a hacer las pruebas y ha quedado claramente diagnosticada como alérgica a los artrópodos marinos. Avisé en el colegio, aunque pensé que allí tendría poco impacto porque no me imagino yo un comedor escolar dándole al centollo y a la langosta. Para mi sorpresa resulta que hay muchos guisos que hacen con caldo de marisco. Así que la han llevado a la mesa de los alérgicos. La pregunté qué tal en su nueva ubicación del comedor y me dice: “Muy bien, ya me he hecho amiga del alérgico a los frutos secos y de la intolerante a la lactosa”. Estos son como las mises, que pierden el nombre y se denominan por la alergia.

jueves, 11 de septiembre de 2014

Mis lecturas de verano

Lo de catalogar como lecturas de verano, puede parecer un poco absurdo. Leer es leer, sea el momento del año que sea. Sin embargo, una vez superado el prejuicio inicial hacia el etiquetado, he de reconocer que sí tengo un tipo de lectura que inconscientemente elijo para el verano. Leo mucho en la piscina y en la playa, y para ese entorno me apetece lectura ligerita, con especial querencia hacia la novela negra.

Este verano mi lista de lecturas ha quedado así:

No despiertes al diablo”, John Verdon. Ya había leído los dos primeros de la saga del inspector retirado David Gurney, que siempre acaba enredado en casos misteriosos. Más de lo mismo, entretenido y muy compatible con un chapuzón de vez en cuando, o levantar la mirada para comprobar que mis criaturas no se han ahogado.

Hush Hush”, Becca Fitzpatrick. Escribió sobre el libro Ro, mi profe preferida y fuente de recomendaciones de literatura juvenil. En este caso el libro fue un poco juvenil de más para mí. Ya os he contado alguna vez que me encanta intercalar lecturas pensadas para el público más joven, por la frescura que en muchas ocasiones desprenden. Debo tener corazón adolescente a pesar de los años. El libro es entretenido pero seguramente mucho más disfrutable para una chica de unos 15 años.

Los vigilantes del faro” y “La mirada de los ángeles”, Camilla Läckberg, Son los dos últimos libros de la escritora. Todos sus libros me los he leído en verano, así que volviendo a lo que decía en el primer párrafo, para mi esta escritora es claramente de lecturas estivales. En los que leí el verano pasado había llegado a casi cogerle manía a la protagonista, lo conté por aquí. Sin embargo, con estos últimos me he reconciliado con ella. Los dos libros me resultaron entretenidos, en su línea de historias farragosas, con idas al pasado y vueltas al presente, que va contando por partes y consigue dejarte siempre con ganas de saber más. Además, cuando termino estos libros me entran muchas ganas de ir un verano a Suecia, el pueblecito donde se desarrolla la acción, Fjällbacka, que es además donde vive la escritora y tiene pinta de ser maravilloso.


Asesinos sin rostro”, Henning Mankell. Por seguir con la novela negra sueca, pero se me hizo bola y lo dejé. Mankell está muy bien considerado en su género, pero a mí no consigue engancharme.

Si decido quedarme”, Gayle Foreman. Otra recomendación de Ro. En este caso, me encantó el libro. Es cortito, se lee casi del tirón, precioso. Tiene justo lo que me gusta cuando doy con un libro juvenil bonito.

La verdad sobre el caso Harry Quebert”, Joël Dicker. Este libro fue un bombazo cuando se publicó en septiembre de 2012. En español se editó al año siguiente, y yo estaba pendiente de leerlo desde entonces. Ha tenido muy buena acogida por la crítica, pero yo como siempre a mi bola, tengo mis matices que aportar. Se trata una novela de suspense a cerca del asesinato de una joven, la narración viaja en tres momentos del tiempo distintos y continuamente se barajan diferentes posibilidades y versiones de lo acontecido. Aun reconociendo que el libro tiene algo, y que el final es bueno, me han sobrado muchos capítulos. La misma escena la tenemos en lo que escribe el escritor, lo que se supone que pasó, lo que le cuenta el profesor… Ya no estoy para tanta floritura, para mi tiene mucha paja, un poquito más de ir al grano amigo Joël. Algo que en el libro es meramente anecdótico y supone un 1% de la historia, es precisamente lo que más me ha gustado, y son las conversaciones del protagonista con su madre. Buenísimas. Toda una caricatura de la histeria y absurdez en las que puede caer (y cae) una madre.

Y ahora voy a empezar "22/11/63" de Stephen King, que me pide el cuerpo ficción en estado puro. Ya os contaré.

martes, 9 de septiembre de 2014

La amistad

Me ha pasado este bonito premio Inmagina. Se lo agradezco, porque además, me da un motivo para escribir, que estoy muy vaga.



He tenido mucha suerte con la amistad. En todas las etapas de mi vida recuerdo haber tenido amigos, y he conservado la relación con algunos de ellos. Otros se van perdiendo en el camino, es natural, cuando las circunstancias te separan, es complicado mantener una relación que necesita de mucho cuidado para que se mantenga.

De niña era mucho más sociable que ahora, realmente necesitaba tener amigos, eran una fuente de inspiración, una forma de divertirme, casi una necesidad. De pequeña, en el colegio, tuve grandes amigas, de las cuales conservo dos. Vivimos en ciudades diferentes y nos vemos poco, pero seguimos en contacto y cuando estamos juntas parece que no haya pasado el tiempo. Yo las sigo viendo igual que siempre, no me cuesta nada entenderlas.

Para estudiar la carrera tuve que cambiar de ciudad y estuve viviendo en una residencia universitaria, donde hice un grupo de amigas con las que lo pasé realmente bien. Fueron unos años que recuerdo buenísimos, de mucho aprendizaje en todos los sentidos, no solo el académico. Trasnochar, jugar al mus, quedarte hablando y fumando en el cuarto de una amiga hasta las tantas, leer libros diferentes, conocer personas diferentes, formas de vivir muy distintas a las de mi familia… De esa época mantengo contacto frecuente con tres amigas.

Luego llegó el mundo laboral. Los primeros años de trabajo fueron muy intensos, trabajaba en una consultora de proyectos y horarios imposibles. Los compañeros de mi primer equipo se convirtieron en amigos, todos éramos recién licenciados, sin experiencia, sin cargas ni obligaciones, con muchas horas para currar y muchas ganas de salir de copas. Con ese grupo seguimos quedando a cenar una vez al año, pero la relación cercana la mantengo con mi amigo O., con el que hablo habitualmente, y quedamos con nuestras familias, que por suerte también encajaron bien. También es de esa época mi amiga A., que es con quien tengo más relación actualmente, porque tenemos hijos de edades similares.

Es como si de cada época, hubiera conseguido quedarme con una pequeña muestra.

Lo que noto hoy en día es que me he vuelto mucho más individualista de lo que era. Sigo apreciando a mis amigos, tanto a los antiguos, como a ligeras amistades recientes a las que me unen circunstancias comunes. Pero no los necesito. Valoro mucho más el tiempo de soledad, o para estar en familia.
En ese sentido el acercarme al mundo bloguero cambió algo en mí que se estaba como atrofiando, porque de pronto sí sentí curiosidad por personas a las que leía, y me inspiraban y aprendía de ellas. Sentimientos que hacía años que no sentía.

Lo que tengo claro es que para triunfar en la amistad, como para casi todo en la vida, se necesita una combinación de:
- Habilidades: no todo el mundo tiene la facilidad de hacer amigos o la intuición para identificar gente afín. Esto de hacer amigos se te tiene que dar bien. Podrás mejorarlo a base de ganas, pero no es igual que cuando sale de forma espontánea
- Suerte: es fruto del azar el compañero de pupitre que tienes en el cole y la gente que va apareciendo en tu camino a lo largo de tu vida. Aunque tengas el punto anterior, si no se da la materia prima, no hay tomate.
- Ganas: hay que querer, sino es imposible. Además la amistad hay que cuidarla, hay que saber dar a cada uno lo suyo y demandarlo de la forma correcta que no agreda ni invada. Mantener los amigos es cansado, gratificante si son buenos, pero cansado.

Relacionando este último punto con el párrafo anterior en el que os decía que me estoy convirtiendo en un cardo borriquero solitario, me sorprenden las personas que mantienen intacta su sociabilidad. Mis suegros encabezan el ranking mundial en eso. Tiene tropotocientos millones de amigos, amiguetes y conocidos. Viajan mucho con amigos, que es algo para lo que yo no valgo, por ejemplo. En los viajes solo me entiendo bien con mi marido. En su casa siempre hay gente, siempre están quedando para comer, para cañas, para lo que sea. El día que les veamos a los dos solos haciendo algo sabremos que hay una nave nodriza de aliens ocupando cuerpos gallegos.

Pues mira, con la excusa del premio, ya me he marcado una disertación sobre mi concepto de la amistad. Lo que no hago es pasarlo de forma nominal, todos los que venís por aquí habitualmente y tenéis un blog, sois blogs amigos, podéis recoger el premio.

lunes, 1 de septiembre de 2014

Volver

Qué duro es volver.
Volver a madrugar, a leer la prensa, volver al trabajo, a los horarios, a forrar libros, a las obligaciones.
Para una auténtica profesional de las vacaciones - podría dar cursos sobre vacacionear a conciencia - la vuelta es dolor.

Hemos estado dos semanas en Galicia, a estas alturas del verano me encanta ir al frescor gallego. El plan más repetido en nuestras vacaciones estivales es final de junio en el sur y final de agosto en el norte.
En Madrid se pasa tanto calor que la última quincena de agosto se agradece mucho dormir tapados, salir con chaqueta por las tardes y tener algún día de lluvia. Vamos a Rías Bajas, donde el clima es muy agradable en esta época, normalmente, aunque también puedes tener muchos días malos pero no es lo habitual.
Así que ha sido una quincena de no madrugar, comer bien, disfrutar de preciosos paisajes verdes. También de estar en la playa sin bañarte por la posible congelación acuática y alguna cosilla más. Pero eso son minucias para una vacacionista vocacional como yo.

El embarazo sigue su curso, ya tengo una buena panza de 6 meses y un buen lumbago que lo acompaña. Si alguien tiene un remedio infalible que hable ahora, por piedad. Miedo me da estar con este dolor hasta el final.
He empezado a tomar magnesio, buscad en google sobre el magnesio y lo mismo flipáis cómo lo he hecho yo. Resulta que la dieta actual es muy pobre en él, debido a los nuevos tipos de abonos. El magnesio es fundamental el mil procesos del cuerpo, es barato, y a lo mejor precisamente por eso, no es conocido lo fácil que es tomar un suplemento en alguno de sus formatos, en mis caso estoy tomando carbonato de magnesio. Conste que esto lo cuento porque al comentar del embarazo me he acordado, pero a este humilde blog no lo patrocina nadie, es sólo información que me ha apetecido compartir.

En cuanto a mis hijos, en las vacaciones lo han pasado genial y han estado muy simpáticos. No he apuntado ocurrencias o momentos divertidos, y como ando bastante con cabeza a pájaros ahora mismo solo recuerdo alguna de mi hijo:
- una es cuando me preguntó muy serio: "mamá, ¿no existirá la baja hermanal?, podrías preguntar porque igual que hay baja maternal, yo me quedaría en casa encantado cuando nazca la hermana".
Este niño piensa siempre en la misma dirección.
- otra una mañana estaba muy a buenas con su hermana, y le dijo que le iba a dedicar una canción. Tras unos minutos pensando nos suelta, ya tengo el principio: " los hermaaaanoos son parientes muy cercaaanooos". Casi muero de la risa.

Y nada más por hoy, que después de tantos días sin ver un teclado, necesito ir poco a poco...

sábado, 9 de agosto de 2014

Estado de situación

Sábado por la mañana, reina la paz en esta casa. Cada uno estamos a nuestras cosas, en un ambiente relajado, perezoso, que es el habitual las mañanas de los sábados de verano.
Me he dado cuenta de lo poco que frecuento mi blog últimamente, así que me he vuelto a meter en la cama, con el miniportatil encima, rodeada de almohadones, a escribir unas líneas. Me encanta escribir y leer en la cama, mi cuarto tiene una ventana enorme desde la que veo el tejado del edificio del al lado y el cielo.

¿Qué podría yo contaros?... mmm....
- El embarazo sigue su curso y por ahora todo en orden a mis 23 semanitas de gestación. El nivel paranoide de los primeros meses ha bajado bastante. Esos patadones internos me relajan mucho. Ya nos han confirmado que es una niña, para regozijo de mi hija y pequeña frustración del niño. Aunque como él no es de los que se dejan amilanar por un pequeño contratiempo enseguida ha recapitulado y ha dicho que bueno que vale, que las niñas pequeñas también son muy simpáticas. Sobre las mayores no se ha pronunciado y no he querido preguntar. También ha dicho que ojalá sea tan lista y tan ágil como L., y que cante tan bien como yo y la niña ha matizado pero que no tenga mi mal perder, que ufff, menudo mal perder tengo yo... Los demás no somos conscientes de su mal perder, se ve que el calvario lo lleva por dentro. Sí es muy competitiva, eso es cierto.

- El niño lleva un verano un poco alterado. Sigue siendo simpático y cariñoso como es él, ya sabéis que no suelo quejarme de mis hijos, porque en general creo que he tenido mucha suerte y aún con sus defectos, es más todo lo bueno que tienen. Sin embargo en el último mes el niño está rebelde. Nunca ha sido especialmente obediente, pero al menos te soltaba un vale, mami, guapa, ahora voy, y llamadme simple, pero a mi me dejaba más contenta que la retahíla de quejas a las que me somete ahora. Tiene solo nueve años, ¡¡no puede ser rollo adolescente!!.  Claro, que él tiene su propia versión de los hechos que le va contando a mi madre y mi hermana, y es que yo estoy muy pesada, que como tengo lo que él llama el "germen del nido" (algo ha oído del síndrome del nido de las embarazadas), le hago recoger su cuarto todos los días. Sacrilegio. Recoger el cuarto todos los días. Acabáramos.

- La niña ha cumplido once años. Está más guapa que nunca, muy alta, delgada y rubia. Se me cae la baba mirándola, y a la vez siento una pena infinita por la niñita que era hasta hace poco. Para compensar por el hermano, ella está encantadora, cariñosa, obediente... Tiene sus momentos de genio, pero son pocos.

Y no hay mucho más que contar. Mis días transcurren entre mañanas de oficina, tardes de piscina, mucha lectura y mucho calor. El día quince nos vamos al frescor gallego, a descansar, comer bien y disfrutar del precioso entorno de Rías Bajas. Pero todavía queda un empujón para eso...

lunes, 14 de julio de 2014

Aniversarios varios

Me acabo de fijar en que este blog cumplió dos años en Junio, y ¡no me di cuenta!. Qué desastre de bloguera, una cosa es que no me meta en saraos de sorteos, que eso va a ser que no, y otra que ni siquiera lo recuerde.

Aprovecho ahora para contároslo y daros las gracias a todos los que pasáis por aquí, especialmente a los que dejáis comentarios, ¡qué me gusta a mí un comentario!. A pesar de lo desatendido que lo tengo últimamente, sigue siendo motivo de alegría, un espacio de libertad total, en el que un día cuento anécdotas y otro hablo de un libro, sin guión, sin obligaciones… un gustazo. Creo que tener un blog profesional y vivir de él no debe molar ni la mitad, tendrá otras ventajas claro, pero los compromisos y obligaciones acaban pervirtiendo la esencia original de las cosas.

Además ayer estuve de aniversario de boda, doce años casados, a los que si sumamos el noviazgo previo de ocho años que iniciamos en la universidad, resulta que llevo casi media vida con mi marido. Soy muy afortunada. En estas cosas del corazón, hay poco en mano de uno. Además, si ese día no hubiera ido a esa fiesta en la que nos conocimos hoy no tendría la vida que tengo. Todo es tan casual que da vértigo. Algún día tengo que escribir sobre mis teorías de lo poco que está en nuestra mano casi todo lo importante la vida.

Para completar la ronda de aniversarios, el 31 de julio es mi cumpleaños y el 5 de agosto es el de mi hija, somos un par de leos de pura cepa.
Me encantan los cumpleaños. Sigue sin pesarme el hacerme mayor, debe estar al caer una crisis de esas tan comunes, pero por ahora, sigo alegrándome de cumplir años ya que tengo bien presente que la alternativa sería estar muerta. Claro que me noto muy distinta en muchas cosas, y muy igual a la de siempre en otras, pero en general no me siento mayor.
Los cumples de mis hijos me ponen tontorrona de nostalgia, por lo rápido que pasa todo, pero es más alegría que tontería, así que el balance sigue siendo positivo. Yo querría tener un mando como el de la tele para rebobinar a esos momentos tan bonicos y que pasan tan rápido, a veces no te das ni cuenta de lo re-bonicos que son cuando los estás viviendo. Y con ese mismo mando pasas rápido esos otros momentos horribles de angustia y de incertidumbre que conlleva la maternidad. No me digáis que no molaría mi mando.
Poco más, está quedando una entrada muy breve, escribo poco últimamente, creo que hay varios motivos, pero el principal es que no tengo mucho que contar, al llevar dos años dando guerra, las actividades típicas de estos meses ya las he contado varias veces (algunos ejemplos aquí y aquí). Aún así siempre se puede contar algo, o teorías propias, pero estoy perezosilla, y como decía más arriba, me encanta no sentirme obligada a publicar nada. Solo escribo exactamente cuándo y lo que quiero, eso no tiene precio.

martes, 1 de julio de 2014

Vacaciones y frasecitas de mis hijos

Acabamos de volver de diez días de sol, playa y descanso.
Han sido muy buenas vacaciones, pero no tanto como suelen serlo. Hay que tener en cuenta que yo parto de un listón muy alto, porque tengo el don de vacacionear bien. Es lo que más me gusta del mundo y siempre lo disfruto. No creáis que es lo normal, no, que se yo de mucha gente que sale de su casa y echa de menos su colchón, añora su rutina, se aburre, le sobran horas de exposición familiar… A mí nunca me  pasa nada de eso. Estar de vacaciones es mi estado ideal.
En mi vida laboral soy muy afanada, ese maldito sentido de la responsabilidad que me inculcaron me mata. Hace que me tome muy en serio mi trabajo, que haga cursos, y que no pare. Esa actitud confunde a mucha gente que se piensa que es que yo soy así y que me va ese ritmo. Error. Es todo fachada. A mí lo que me gusta es estar de vacaciones sin horarios, ni obligaciones, ni cargo de conciencia por no hacer lo que tengo que hacer, que vacaciones es NADA.

A lo que iba: han sido muy buenas vacaciones, para la mayoría de los mortales habrían sido de sobresaliente, pero para mi ranking personal, no lo han sido del todo.
Principalmente porque estoy raruna, agilipoyá también se puede decir. No me quito una sombra de preocupación de fondo en mi cabeza. Será hormonal, será la edad, será que desaprendemos con los años, será que me ha faltado el tinto de verano… ¿qué será?... Además ha habido pequeños incidentes, de esos que no son nada pero dan por c. A saber:
- La niña se cae de un árbol al que trepaba en bañador, se raspa y concretamente se hace una herida en la cara interior del brazo no se cura ni pa tras. También es verdad que se ha estado bañando y haciendo vida de playa, que no debe ayudar a que eso cicatrice bien.
- La niña se coge piojos y me los pasa solidariamente.
- Al niño le pican dos mosquitos que le han dado reacción a lo bestia, la de la farmacia nos mandó a urgencias donde le mandaron un antiestamínico y una pomada. No quiero pensar si en lugar de dos le pican algunos más.
- La niña empieza con dolores de tripa y cabeza. Después de un minucioso interrogatorio confiesa estreñimiento de 4 días. La niña lleva el tema de sus cacas con más misterio que los expedientes TOP SECRET de la CIA. Borra sus propias pistas y oculta datos hasta que no queda más remedio que confesar. Muy raro.
Aquí lo dejo pero ha habido alguna cosilla más.

Leí hace poco una frase  de Michel Montaigne que decía: “mi vida ha estado llena de terribles desgracias, la mayoría de las cuales nunca sucedieron”. Esa soy yo en los últimos meses. Más que lo que pasa es lo que no pasa y yo imagino.

Sobre lo bueno, hay mucho que decir:
- No tener horarios ni obligaciones preestablecidas.
- Levantarse cuando ya has dormido suficiente
- Comer cosas ricas
- Salir a cenar los cuatro juntos arregladitos, con buen color tras un día de playa y bien encremados.
- Ver a mis hijos construyendo castillos, saltando olas, cogiendo tesoros marinos…
- Babear viendo a mis hijos hacer windsurf. Es el segundo año que reciben clases y es alucinante cómo lo hacen de bien a sus 9 y 10 añitos.
….

Además los niños han estado muy ocurrentes, me ha dado para recopilar alguna frasecita de las suyas, así que esto cuenta como un “Sobre mis hijos”:
Estábamos todos tranquilamente sin hablar ni de estudios ni de jubilación y de pronto el niño dice:
- Yo cuando me jubile voy a estudiar ciencias naturales
Pasmo en los tres que le escuchábamos, porque es sabido que su pasión es la naturaleza, pero ¿por qué dejar su estudio hasta la jubilación?, así que tras varios pestañeos y miradas perplejas me animo yo a preguntar
- ¿Y antes de la jubilación?? ¿No vas a estudiar nada?
- Seguramente física elemental
Más pasmo si cabe. Este ya os digo yo que no sabe lo que es la física, porque en cuarto de primaria con saber dividir van que chutan. Ha debido de oírlo en algún sitio y el concepto “elemental” le ha molado. En ese momento de desconcierto ninguno pedimos aclaraciones, pero lo mejor es que se lo cuento a mi madre por teléfono y me dice que claro, que lo entiende perfectamente, porque él ha visto a sus abuelos que tienen mucho tiempo libre, y habrá pensado que los estudios gordos los deja para ese momento y de joven con lo elemental va sobrado. Ahí lo llevas madre, quién te ha visto y quién te ve.

La niña en un momento de esos de dolce far niente de pronto nos dice:
- A mi si hay una pareja que me cae mal pero mal son Adan y Eva. Pensar que podríamos estar así todo el día en plan paraíso, y que no puede ser por su culpa… - el hermano la anima diciendo que sí, que a él también le caen de pena, pero ella misma se matiza – Claro que también te digo que si no hubieran sido ellos habrían aparecido una pandilla de adolescentes y para hacer la gracia se habrían comido la manzanita…

Ella a los “adolescentes”, así como grupo, les tiene mucha tirria, desde bien pequeña. Lo que me sorprende es que lo mantenga ya que le queda poco para entrar en esa categoría. Un día este invierno iban una pandilla haciendo el tonto, empujándose, pegando grititos, diciendo chorradas a gritos, me miró horrorizada y me preguntó:
- Mamá, ¿yo seré como ellos?
- ¡Qué dices, para nada!!, a esos seguro que se les vería la absurdez desde los tres añitos
- Uf, menos mal.
Pobre, la tengo que animar aunque no me lo crea ni yo.

En otro momento de estas vacaciones, la niña que es muy fan de su padre, me dijo: “Mamá, qué bien elegiste marido porque papá es majísimo. Yo me voy a buscar uno igual pero sin entradas”.


jueves, 12 de junio de 2014

Metamorfoseando

Mi querida Inmagina, me pasa un premio muy chulo que se llama Metamorfosis. En esta entrada explica de maravilla por qué mola recibir este tipo de cosicas, así que no me voy a repetir. Voy directa al grano con las preguntas que acompañan al premio:

Si yo fuera... Un animal
Sería un ave, grande, salvaje, con alas enormes. Estaría en lo alto de una montaña y si se me antojase ir a la montaña más lejana, simplemente desplegaría mis alas y echaría a volar dejándome llevar por las corrientes aéreas. Nada de tener que ponerte a andar como un vulgar ser humano, de esa forma tan cansina que cuesta, se suda y es lento. Yo iría a todas partes volando. Lo tengo claro. Sobrevolar el mar, dejar a tu espalda el atardecer, ir a veces sola a veces en grupo…

( Los amantes de la vida gatuna no me habéis convencido a pesar de las innegables ventajas de esa vida.)





Si yo fuera... Un libro
De niña habría elegido La historia interminable, porque fue el libro que más impacto me causó. A pesar de que ya leía mucho de pequeña, cuando algo te impacta a los 8 años, te impacta de verdad. No tienes la masificación de información, novedades, libros, películas, etc. que tienes de adulto, y que no permite que nada deje huella de verdad, todo es efímero. Sin embargo de niña soñé y fantaseé con ese libro mucho tiempo.
Ahora de adulta no sabría elegir solo un libro, elijo mejor ser una biblioteca pública, con estanterías llenas de libros de todos los tamaños y temáticas.

Si yo fuera... Un coche
Un dos caballos azul. Fue mi primer coche, me lo pasó mi madre cuando cumplí 18 años y me saqué el carnet, pero ya llevaba siendo mi coche desde niña, porque era el que conducía mi madre.
 Si yo fuera... Una película
Sería una película con una muy buena banda sonora, de esas que en determinados momentos acompañan tanto a la historia que te ponen los pelos de punta.
Si yo fuera... Un árbol
Sería una sequoia enorme.
Si yo fuera... Una canción
Sería Fire de Bruce Springsteen

Si yo fuera... Una bebida
Sería una cerveza fresquita de esas que te reconcilian con la vida
Si yo fuera... Una comida
Sería el arroz caldoso del chiringuito Antonio.


Si yo fuera... Una prenda de vestir
Unos zapatos muy bonitos pero cómodos, de charol a ser posible, que siempre están brillantes aunque no los limpies a menudo. Conste que no tengo ninguno de charol ahora mismo, pero si yo fuera un zapato, me parece la mejor opción.

Si yo fuera... Un cuadro
Uno que me pintó mi padre cuando me independicé a los 25 años. En mi primer apartamento quedaba enorme, pero es tan brillante y luminoso que me gusta mucho, y siempre ha estado en todas las casas en las que he vivido desde que me lo regaló. Yeso son muchas casas, ya lo conté aquí.

Si yo fuera... Un edificio
Sería una casa en un árbol. Ví un programa de un pavo americano que se recorre todo el país haciendo casas en árboles alucinantes.


No sé por qué se me ha ocurrido eso lo primero, porque en una segunda pensada casi prefiero elegir la casa de Diane Keaton en la película “Cuando Menos Te Lo Esperas”. Luminosa, minimalista y frente a la playa. Pero en realidad ese es un pensamiento elaborado, lo que me gustaría haber elegido, pero no lo que me ha salido en un primer momento de forma espontánea, así que supongo que no soy suficientemente chic para ser este tipo de construcción. Definitivamente soy una casa en un árbol.

Este premio "Metamorfosis" se lo paso a:
Dessjuest (modo irónico on: porque se que te gustan mucho los premiacos)


miércoles, 4 de junio de 2014

Mis hijos y el inglés

Mis hijos van a un “colegio bilingüe” concertado de la comunidad de Madrid. Simplemente la terminología empleada para denominar que se dan más horas de inglés de las que se daban hace 30 años, da para una entrada entera.  Emplear mal las palabras, genera falsas expectativas, la gente espera otra cosa ante el término “bilingüe” tan alegremente empleado. No es nuestro caso, que por nuestra cercanía al mundo docente (ambas abuelas profesoras) ya sabíamos en qué consistía el supuesto bilingüismo.

A lo que iba, que quitando el tema del léxico empleado, a mi me parece fenomenal que se den más horas de inglés y se trabaje mejor el segundo idioma.

La Niña es una flipadilla del inglés, como de todo, la verdad. Se esfuerza, pone interés y cuando el verano pasado estuvimos en EEUU, le sacó mucho partido, porque ella hacía por hablar con todo el que podía, preguntar en las tiendas, pedir la comida en los restaurantes, etc.

El Niño pasa olímpicamente del inglés. Mi sorpresa es que lo aprueba, a veces hasta con notable. Pero delante de nosotros hace como si no sabe nada.  A él le gusta siempre ponerse el listón bajo, y que sobre todo nosotros, sus padres, esperemos poquito, así que supongo que responde a esa estrategia. El caso es que esa actitud suya nos pone en situaciones surrealistas, sin ir más lejos, transcribo una conversación de anoche, y recuerdo los antecedentes: Niño de 9 años en colegio en el que se dan más horas de inglés de las estándar.
En azul la traducción:
- Ju its el pijama? --> (¿dónde está el pijama?)
- tú sabrás hijo
- No, I don´t didn´t --> (no, no lo sé)
- pues vete a buscarlo
- For what? -->  (¿por qué?)

Es imposible que hable así de mal, si no es aposta. Sabe perfectamente que JU ITS no significa nada y menos aún dónde/qué/quién que son todas las variantes para las que emplea en una pregunta su ya famoso JU ITS.  Pero insiste en hacer ver que no tiene ni idea.
Solo puedo decir, empleando su mismo estilo inglés de Oxford: ¿¿¿FOR WHAT DIOS MIO FOR WHAT????

lunes, 2 de junio de 2014

De bloqueos, actividad y embarazo

Vivo en un estado de ambigüedad que, entre otras cosas, me mantiene alejada del blog. Os leo, porque ya forma parte de mi rutina. Desde el móvil, en ratillos cortos, sigo pasando por vuestros blogs aunque no deje comentario. Pero a éste que es el mío, le estoy pisando poco.

El estado del que os hablo me tiene entre la ilusión y el miedo; y entre la actividad y el bloqueo total.
Bloqueo porque para muchas cosas me siento sin ganas ni energía. Tengo mala conciencia por no haber atendido todavía una invitación a participar en un foro, que de verdad amiga que me hizo mucha ilusión, pero no encuentro el momento, porque todo lo que no tenga controlado/conocido me da pereza. Fijaros si tiro a lo conocido y fácil que estoy leyendo "Ana de las tejas verdes". Creo que con eso lo he dicho todo. Rollo naif a tope. Mi mayor transgresión es seguir enganchada a Breaking Bad cada noche.

Actividad  porque la realidad es que mi día a día es muy activo, aunque sea a mi pesar. Madrugo, llego pronto a la oficina, tengo una actividad laboral casi frenética ya que me han asignado nuevas responsabilidades que me cuesta llevar a cabo dignamente. Me toca asistir a muchas reuniones que roban tiempo de mi función de remera que sigo teniendo. Esta semana he tenido que ir a Zaragoza a una reunión en viaje de ida y vuelta en el día, que ha descabalado toda mi organización laboral diaria. Adicionalmente tengo que hacer unos cursos online, recojo a los niños del cole, voy a las consultas médicas, preparo la ropa de los festivales de fin de curso, etc. Vamos que realmente a pesar de mi bloqueo interno, desde fuera se me ve muy activa.

En cuanto al embarazo, ya he pasado la revisión de las 12 semanas, y por ahora todo pinta bien. Voy a cada revisión como quien va al matadero, esperando la peor noticia. No lo viví así en mis dos anteriores embarazos, está claro que el ser humano no es estandarizable ni predecible.

He decidido no hacerme la amniocentesis ni una nueva prueba genética que ofrecen ahora. Ya se que a muchas personas no les parece bien no aprovechar este tipo de avances médicos. Conozco de sobra el discurso oficial y el generalmente aceptado. Todas mis amigas, primas, cuñadas... se han hecho la prueba. Así que conozco las ventajas de hacerla.
En mi caso, me resulta más fácil asumir la responsabilidad y consecuencias de estar embarazada a los 40 años, que tener que tomar otro tipo de decisiones. Hacer esta prueba tiene dos posibilidades:
1. Que no se detecte ningún problema. Esto sirve para dejar tranquila a muchas personas. No a mi. Hoy en día se saben diagnosticar X riesgos, cuando el embarazo te enfrenta a X+1000. Podría salir de la prueba con un riesgo descartado y no por ello iba a quedarme confiada, puesto que hay miles más esperando a la vuelta de la esquina. Uno de mis sobrinos tiene una minusvalía severa que no le fue detectada en el embarazo a pesar de que su madre se hizo todas las pruebas posibles. Lo normal, es que los embarazos vayan bien y sin problemas, pero puestos a ser cenizos, hay miles de problemas potenciales en los que pensar.
3. Que se detecte algún problema. En mi caso, se que tener el dato ahora no me aportaría nada bueno. No sería capaz de tomar la decisión de no continuar, y tampoco me serviría para ir preparándome de forma práctica. Simplemente me haría sufrir anticipadamente.

Por suerte, mi marido lo ve igual que yo. Y eso es mucha suerte. Respeto a las personas que lo ven de otra manera y toman otras decisiones. Pero yo elijo así, y lo hago con conocimiento de causa, sin que me condicionen ni creencias religiosas ni de ningún otro tipo. Simplemente yo, con mi cabeza y mi corazón, se que la opción que tomo es la mejor para mi.


viernes, 23 de mayo de 2014

Nubes de ketchup


Nubes de Kétchup, de Annabel Pitchner, es el último libro que he leído.
Dos días me ha durado, es muy fácil de leer, ameno y cortito.
Es una lectura que creo que les debe encantar a adolescentes, especialmente chicas.

Lo tenía en mi lista de pendientes por dos motivos:
1º. Porque leí de esta autora "Mi hermana vive sobre la repisa de la chimenea" que me rechifló.
2º. Porque escribió reseña del libro Ro, mi profe favorita, y suelo guiarme de sus recomendaciones en libros, cine y series.

Este libro es menos redondo que el anterior, menos completo. Aún así he disfrutado su lectura, me encanta el estilo de la autora, y su forma de hacerse voz de una adolescente. Es increíble lo bien que conoce y sabe trasladar al lector, las vivencias de la infancia y adolescencia.

"Nubes de ketchup" trata fundamentalmente del sentimiento de culpa. A través de las cartas que Zoe escribe a un preso condenado a muerte, ésta va contando su vida y descubriendo el gran secreto que la hace sentirse culpable. También trata del amor adolescente: esa ingenuidad, ese desgastarse a besos, esa facilidad para poder querer a dos a la vez aunque sea por motivos distintos, esa bendita ignorancia en temas del corazón... Y por supuesto trata de la familia, parte fundamental de la vida de un adolescente, ya que marca lo que puede hacer y lo que no, lo que es correcto y lo que no lo es. En esos años, la familia que te toque en suerte te marca para siempre.

Todo esto en un plano muy ligero, no es nada profundo, daros cuenta que la historia la escribe en sus cartas una chica inglesa de quince años.

En general, es un libro que recomiendo, especialmente para adolescentes o para personas como yo, que disfrutan de ese tipo de literatura aunque peinen canas.

Feliz fin de semana

lunes, 19 de mayo de 2014

Lo mejor de la semana, me quedo con unas cuantas...

Siguiendo el ejemplo de unas cuantas blogueras (no os cito chicas porque seguro que me dejo fuera alguna), voy a hacer mi censo de lo mejor de la semana.

1 - He desvirtualizado por segunda vez. En esta ocasión ha sido una cena con Dolega, MdMonita, Alter y he repetido con Inma. Muy buena experiencia esta vez también. Aunque he de decir que para mi sigue siendo algo raro, a ver si consigo explicarlo sin que os parezca una petarda  que no sabe de lo que va el mundo 2.0. Yo os leo y os imagino al completo, consciente de que es solo una imaginación mía, pero no por ello dejo de hacerlo. Así que cuando os tengo delante es una sensación de es y no es. Lo normal es que "el personaje atribuido" no coincida con "la persona real". Lógico. No digo que sea mejor ni peor, simplemente diferente. Son rasgos sin importancia, pero choca el encontrarte con que la persona es más guapa o menos alta o no le pega su voz, por poner ejemplos tontos.
Además, en un primer momento me siento algo cohibida, no es que sea timidez, porque no me tengo por persona tímida, simplemente no me encuentro suelta para comentar con naturalidad. Según avanza la quedada me voy siento más yo pero antes de llegar al punto óptimo, se termina.
No se si con esta explicación está dando la sensación de que no me gustó la experiencia, os recuerdo que la incluyo entre lo mejor de la semana. Sí fue muy buena, pero también curiosa.

2 - Ha sido el primer torneo de tenis en el que participa mi hija. Creo que no he comentado nunca lo deportista que es mi niña. Es otra cosa más que me sorprende de ella. Yo hice deporte de pequeña y jovenzuela porque era algo incuestionable en mi casa: todos teníamos que hacer deporte porque era sano, nos venía bien y punto. Yo también repito esa educación en mis hijos, pero hay mucha diferencia entre hacer algo porque tus padres te apunten (el niño) y hacerlo porque te encanta y siempre pides más (la niña).
Mi hija hace gimnasia rítmica, judo, tenis y siempre está dispuesta para echarse un partido a lo que sea. Por supuesto siempre saca sobresaliente en gimnasia del cole.
Los dos van a clase de tenis los sábados por la mañana. Les dieron la oportunidad de participar en un torneo, la niña rápidamente aceptó y el niño rápidamente declinó la oferta (mientras la hermana juega yo busco hormigas o algo, por mi no os preocupéis).
A lo que iba que me disperso con tanta explicación: el partido fue emocionante total. Yo creo que voy a ver a Rafa Nadal y no flipo tanto. Me contenía para no parecer la madre de la Pantoja, pero por dentro era un volcán. ¡Qué emoción!. Jugaron de maravilla las dos y finalmente ganó la contrincante, pero estuvo reñido y mi hija peleó como una jabata. Y eso que tenía un esguince en un dedo de la mano que se hizo dos días antes jugando al baloncesto... Lo dicho: partidazo, me encantó.

3 - Duermo como un lirón. Es una de las ventajas de estar embarazada. Siempre me ha costado quedarme dormida y las siestas eran misión imposible excepto en vacaciones o días de mucho relax. Ahora soy capaz de echarme siestas hasta de diez minutos que tengo antes de recoger a los niños. A las 10 de la noche estoy que me quedo dormida en donde esté. Una gozada. La parte negativa es que tengo aún menos tiempo que antes para el blog. Entre el trabajo, dos cursos online a los que me ha apuntado mi jefe, y mis tareas de madre, mis únicos ratillos sueltos para el blog, son precisamente esos en los que ahora duermo.

4 - Hemos conseguido todas las temporadas de Breaking Bad. Después de cenar y con los niños acostados, nos ponemos a ver la serie. Es una gozada saber que si nos quedamos con mucha ansia ( y no me he quedado frita) podemos empezar a ver el siguiente capítulo, sin anuncios, y parando cuando nosotros queremos. Es una serie brutal. A mi me gusta mucho, pero entiendo que no es para todo el mundo.

Y lo voy a dejar aquí, pero con gran satisfacción declaro que la lista de lo mejor de la semana podría seguir.

domingo, 11 de mayo de 2014

TONTÁS 8

Esta entrada que preparo hoy a las prisas por vergüenza de que se me escape el día un mes más, forma parte de una iniciativa de Yeste. Pasad por su blog para poder leer al resto de participantes.

Ya nos dio Yeste un aviso hace unos días, recordando que el día 11 estaba próximo. Yo que soy de natural optimista, me dije a mi misma que sin problemas, que seguro que encontraba un rato e inspiración antes del día 11. Bien. No ha sido así. Estamos en el día en cuestión y todavía no tengo nada, pero tengo una idea: Katharine Hepburn. He pensado en ella, porque hace poco vi una de sus últimas películas "En el estanque Dorado" (1981)


Me encantó. Es una película sencilla, tierna, sobre conflictos familiares y generacionales no resueltos. Ella está genial, como en casi todas sus películas, aporta ese punto tan típico suyo de autenticidad, elegancia, y humor. Hace sus personajes creíbles para el espectador.

Katherine Hepburn me resulta siempre familiar, además de por todas las películas que ha hecho y hemos visto, porque se parece mucho a mi abuela materna. Tengo fotos de mi abuela de joven en las que era igual a ella, pero lo curioso es que envejecieron de forma muy parecida y mi abuela tuvo desde los 60 años hasta que murió, temblores esenciales que le provocaban un leve movimiento de cabezas y manos, similares a los de la actriz. Es una coincidencia sorprendente.

Katharine nació el 12 de mayo de 1907, en el Estado de Connecticut, Estados Unidos; y falleció con 96 años el 29 de junio de 2003. Tiene una vida intensa difícil de resumir en unas líneas. De lo que he leído de ella podría destacar:
- fue una mujer moderna y liberal, educada en un entorno tolerante. Su padre era ginecólogo y se encargó de su educación. Su madre una sufragista muy activa en su comunidad.
- Estudió filosofía pero en cuanto terminó se dedicó de lleno a la interpretación.
- Ha tenido una extensísima filmografía: ganó 4 óscars y estuvo nominada 12 veces
- También hizo mucho teatro. En 1969 realiza uno de sus papeles más recordados: protagoniza Coco, musical inspirado en la vida de la diseñadora de moda Coco Chanel.
- En el terreno sentimental también tuvo una vida movida. Se casó y divorció de Ludlow Ogden Smith. Mantuvo relaciones con John Ford, que la dirigió en María Estuardo, con su agente Leland Hayward y con el magnate Howard Hughes.
En 1942 conoce a Spencer Tracy, del que ya no se separó hasta su muerte Nunca se casaron ya que Tracy, que era católico, no quiso separarse nunca de su esposa.

Filmografía:
Doble sacrificio (1932) como Sydney Farfield.
Christopher Strong (1933) como Lady Cynthia Darrington.
Hacia las alturas (1933) como Lady Cynthia Carrington.
Gloria de un día (1933) como Eva Lovelace.
Mujercitas (1933) como Jo March.
Mística y rebelde (1934) como Trigger Hicks.
Sangre gitana (1934) como Bárbara.
Corazones rotos (1935) como Constance Dane Roberti.
Sueños de juventud (1935) como Alice Adams.
La gran aventura de Silvia (1936) como Sylvia Scarlett.
María Estuardo (1936) como Maria Estuardo, reina de Escocia.
La rebelde (1936) como Pamela Thistlewiste.
Olivia (1937) como Phoebe Throssel.
Damas del teatro (1937) como Terry Randall.
La fiera de mi niña (1938) como Susan Vance.
Vivir para gozar (1938) como Linda Seton.
Historias de Filadelfia (1940) como Tracy Samantha Lord.
La mujer del año (1942) como Tess Harding.
La llama sagrada (1942) como Miss Christine Forrest.
Tres días de amor y de fe (1943) (cameo).
Estirpe de dragón (1944) como Jade Tan.
Sin amor (1945) como Jamie Rowan.
Corrientes ocultas (1946) como Ann Hamilton.
Mar de hierba (1947) como Lutie Cameron Brewton.
Pasión inmortal (1947) como Clara Wieck Schumann.
El estado de la Unión (1948) como Mary Matthews.
La costilla de Adán (1949) como Amanda Bonner.
La Reina de África (1951) como Miss Rose Sayer.
La impetuosa (1952) como Patricia Pemberton.
Locuras de verano (1955) como Jane Hudson.
El farsante (1956) como Lizzie Curry.
Faldas de acero (1956) como Vinka Kovalenko.
Su otra esposa (1957) como Bunny Watson.
De repente, el último verano (1959) como Miss Violet Venable.
Larga jornada hacia la noche (1962) como Mary Tyrone.
Adivina quién viene esta noche (1967) como Christina Drayton.
El león en invierno (1968) como Leonor de Aquitania, reina de Francia.
La Loca De Chaillot (1969)
Las troyanas (1971) como Hecuba.
A Delicate Balance (1974) como Agnes.
El rifle y la Biblia (1975) como Eula Goodnight.
Olly Olly Oxen Free (1978) como Miss Pudd.
El trigo está verde (1978) como Lily Moffat.
En el estanque dorado (1981) como Ethel Trayer.
La última solución de Grace Quigley (1985) como Grace Quigley.
Laura Lansing durmió aquí (1986) como Laura Lansing.
Un asunto de amor (1994) como Tia Ginny.