ATENCION: esta entrada es un poco escatológica, gente sensible del mundo, no sigáis leyendo.
A ver si consigo reírme de lo que me ha pasado de buena mañana, porque estoy con una flema dramática que no me sienta nada bien. He buscado en youtube vídeos para subirme el ánimo y tras llorar de risa con la escena de la intoxicación de la película de Bridesmaids, creo que ya he salido del estado anímico en el que me encontraba. Estoy lista para intentar al menos, reirme de mi misma.
Antedecentes: No quiero ahora mismo entrar en detalles, pero llevo dos días chungos, de pasar horas en urgencias, subidas de tensión, infección de orina, etc. El caso es que tengo que hacer una recogida de orina de 24 horas. Sí señores, 24 horas. No sabía yo que existieran estos infames botes del tamañaco que requiere la tremenda gesta, pero doy fe de que los hay y concretamente, de que me en mi baño hay uno esperándome.
Estaba dispuesta a empezar la recogida del líquido elemento ayer según salí de la consulta, pero la doctora me dijo que mejor empezara con el primero de la mañana.
"El primero de la mañana", un concepto muy abstracto ahora mismo. Me paso la noche levantándome a hacer pis cada dos horas máximo, así que he tenido que decidir yo cuál consideraría primero de la mañana. Tras una sesuda meditación, decido que el primero a partir de las 6. Bien, dicho y hecho, me levanto, sin encender muchas luces para no despertarme del todo, agarro el pedazo infame bote king size, le quito la tapa roja, y coloco. Cual es mi sorpresa cuando TODO empieza a salir por fuera. No daba crédito, y mis neuronas, ya de natural perjudicadas, no daban a basto a procesar qué pelotas estaba pasando. Una vez que ya estaba bien empapado todo el suelo, mis zapatillas, pijama, etc. descubro que hay otra tapa debajo de la tapa roja, del mismo color que el fondo del bote king size, que es lo que ha provocado que TODO el líquido elemento esté esparcido por el suelo del cuarto de baño...
Me cayó una lagrimilla de rabia, tanto pensar para establecer la hora del primer pis del día y a tomar por...
Limpio todo, me animo a mi misma en bajito, lloriqueo un poco, y me digo que no pasa nada, que el primero será el siguiente y listo.
Vuelvo a la cama, y milagro, me quedo dormida una horita más (inciso: estoy durmiendo TAN mal y TAN poco, que cualquier cosa me hace feliz). Total, que ya son las 7 de la mañana, me levanto a repetir la operación, convencida de que bajo la tapa roja no habrá nada, porque la maldita tapa-camuflaje ya la había quitado antes y guardado en el armario. Pero NOOOOOO, la había vuelto a poner y se produce la misma situación que a las 6 de la mañana. Ahí ya he llorado con congoja, me he llamado subnormal profunda, me he sentido lamentable, y he tenido que volver a recoger y fregar todo por segunda vez en el día.
Es muy penoso y lamentable, haceros cargo: 36 semanas y 4 días de gestación, con mucha falta de sueño y muy sobrada de preocupaciones, y que a las 7 de la mañana sea la segunda vez que recoges tu propio pis esparcido por todo el cuarto de baño.
Por eso he tenido que ir a buscar algo escatológicamente gracioso, como es la escena que os decía al principio. Porque de natural, no me sale reírme de ésto. Me sale soltar tacos, cagarme en todo y sentirme fatal. Y eso no me aporta nada. Necesito estado zen, risas y buenos alimentos, ooommmmmm.
Para vuestra tranquilidad, deciros que la gorki que os escribe, sí ha conseguido hacerlo bien la vez siguiente. El infame bote king size va progresando adecuadamente, aunque la cosa empezó muy accidentada. Lo que todavía no he conseguido es sacudirme la sensación de tonta del bote (nunca mejor dicho), tras mi actuación estelar de primera hora de la mañana.
Y para terminar, una petición: mandadme oraciones o energía positiva o en lo que quiera que creáis, para que este embarazo termine bien, y tenga pronto a mi bebé en brazos, que de verdad que ya lo necesito seriamente. Besos...