miércoles, 16 de noviembre de 2016

Escenas de oficina y Mi familia vive en Alaska

Tengo una compañera de trabajo con la que me rio mucho. Flaca y fibrosa, muy activa, con miles de intolerancias alimenticias y muchas ganas de comer. Es habitual que llegue el lunes diciendo: "qué pedazo de cocido que me comí ayer, de estos de estar horas haciéndose en cazuela de barro, buahhh, Llevo cagando desde las cinco de la tarde de ayer de lo mal que me sientan estas comilonas, pero compensa".

Ella es muy de Móstoles, muy de su pueblo de Gredos, y moderna a la vez. Cuarenta y pico, casada y con dos hijos. El otro día me dice:
- ¿te acuerdas que te conté que me gusta el de Hawái 5.0?
- sí
- pues ahora es peor, me he enamorado. Del hijo mayor de Mi familia vive en Alaska. Hazte a la idea de que yo ya soy como una vieja verde y tengo que buscar ilusiones así.

Este es el amor de mi colegui

Me parto. Yo desconocía el reality este, según ella soy la única en el mundo y estoy desconectada. Lo que sea. El caso es que ya me he visto tres capítulos porque los tienen colgados en la web. Parece ser que también los ponen en Discovery Max.

Por si sois un muermo como yo, os cuento que el programa va de una familia que vive en plan salvaje en los bosques de Alaska. No se qué tiene de real y de artificial la historia. No me ha dado tiempo a investigar. Pero por lo que he visto en estos tres capítulos, el matrimonio Brown decidió abandonar el mundo civilizado tras una tragedia familiar (accidente aéreo) y han criado a sus siete hijos en plan mega salvajes.

Por momentos me da mucha envidia que no sepan lo que es un despertador, un jefe, un horario al que someterte. Pero por otra parte veo que pasan demasiadas penurias. Están en un sitio frio y lleno de osos hambrientos, no tienen agua ni electricidad. Yo sería más de abandonar este mundo para retirarme a un pueblecito en canarias, con clima cálido, mar y civilización cercana.
Esa familia tiene los dientes destrozados. Un dentista cerca es necesario. Y un super, y un cine, y por supuesto agua caliente y bañera. Está claro que no valgo para la vida salvaje...

la familia al completo

¡esos piños!