Mis manías
- Duermo con un vaso de agua en la mesilla. Pocas veces bebo durante la noche, pero si no tengo el vaso no consigo dormirme. He intentado quitarme la manía en alguna ocasión pero si ya soy mala para conciliar el sueño cuando se dan todos los factores necesarios, no te quiero contar si falla la más mínima cosa.
- Duermo con tapones. Sí, soy una plastufa mayor para dormir. Creo que es una de mis mayores lacras, la fragilidad de mi sueño unido al hecho de que necesito bastantes horas. Si al menos fuera de esas personas que necesita cinco horas, pues ni tan mal. Pero no, necesito dormir y sin embargo me cuesta hacerlo con calidad.
- No me gusta nada el tacto de la crema, así que el cuerpo solo me lo encremo un día a la semana y a veces ni eso. En la cara sí me pongo crema diariamente aunque con una capa muy finita. Pero en el cuerpo necesito tener tiempo para que se absorba antes de vestirme, eso es algo que normalmente solo se produce los domingos. Sin embargo tengo buena piel, o eso dice mi madre, que es de las que se echa una tonelada diaria y aún así la tiene seca.
- No soporto llevar el pelo suelto ni que me roce la cara. Nunca llevo flequillo por ese motivo, soy de melena corta con diadema muy fina, del color de mi pelo para que casi ni se vea, pero que me mantenga las melenas alejadas de la cara. Cuando veo la gente con flequillos que llegan casi a los ojos, o con el pelo muy encima de la cara, me pongo hasta nerviosa.
- Duermo con calcetines, invierno y verano. Lo he separado de los dos primeros para no parecer una neurótica… pero sí… otra manía relacionada con el momento de irse a dormir.
- No me gustan los perfumes, ni llevarlos yo ni olerlos a los demás. Me parce que ocupan demasiado espacio en los sentidos, no me dejan respirar bien ni captar los sabores de la comida… Y en definitiva, que no me gustan. Yo uso muy suave tipo colonia de baño y el mismo desde hace años.
- Soy muy fan del Excel y su uso como hoja de cálculo lo veo lógico, pero en mi caso también lo uso para hacer listas. No me vale un papel normal, apunto la lista de lo que tengo que llevar en la maleta, la lista de la compra, la de tareas pendientes... ¡en Excel!, no tiene ningún sentido, así que ¡otra manía!.
- Se encrema siempre los pies antes de irse a la cama. Pero es una manía justificada porque tiene los pies y las manos siempre secos. Es algo que me sorprende porque yo tengo una piel siempre hidratada y ella desde canija tiende a la sequedad.
El Niño
- Sus principales manías vienen con el tema ropa y calzado. Todo tiene que ser muy suave, muy amplio y cómodo. Es fan del algodón y de las tallas extra loose.
- Se despelota para cagar. Así de fuerte amigos. Sea invierno o verano, él se quita toda la ropa. Con razón solo lo hace en casa, claro.
- Tiene un montón de muñecos pequeñajos, de estos que son de plástico del tamaño de un dedo, con formas como de monstruitos (slag terra, los basurillas, etc.). Y los tiene que tener en fila en una balda al lado de su cama. Parece que están así de forma casual, pero no, él nota si los cambiamos o movemos para limpiar, y antes de dormirse los coloca de nuevo como tienen que estar.
- Su cuarto es pequeño y abigarrado de cosas, pero a él le gusta así y no quiere que se lo cambiemos. Cuando nos oye hablar de cambiar de casa le da un jamacuco, y eso que el que más saldría ganando con un cambio a una casa mayor sería él. Sin embargo su cuarto le parece lo mejor del mundo, tal y como es.
- Le cuesta muchísimo tirar o desprenderse de sus cosas. Cuando digo que le cuesta me refiero a que casi llora cuando le tiro unos calzones agujereados y cuando era más pequeño me decía que los guardase para sus hijos… Si por él fuera, toda la ropa y juguetes que han pasado por su vida, los habría guardado. Y también los muebles, hace un par de años cambiamos el sofá del salón y se despidió llorando abrazado al sofá. También quería que se lo guardáramos para cuando él tuviera su propia casa. Vamos, que necesitaríamos un almacén tamaño IKEA para guardar todo lo que él querría.
- Le gusta tomarse algo de sabor fuerte antes de irse a la cama. Tendría unos seis años cuando nos dijo que uno de sus mayores sueños sería irse a la cama con un trozo de queso de cabrales deshaciéndose en su boca. Im-presionante.
La pequeña
- Tiene que tomar el biberón de la cena antes que el sólido. Esto es algo que nunca me habría planteado en este orden. A los mayores siempre les di primero la cena sólida (arroz o fideos, etc.) y luego el biberón, con el que, de hecho, se solían quedar dormidos. Pues esta canija nos pide que sea al revés. Cuando le doy primero el sólido ya no quiere tomar el bibe después. Y sale de la bañera siempre pidiendo bibi, así que hemos cambiado la rutina para hacerlo como le gusta.
- Le gusta dormirse tocando un fular mío. Es uno precioso que antes me ponía mucho pero que últimamente solo se utiliza para sus sueños y ya está siempre en su cuna como si es una sabanita más.
- No se termina las galletas ni el pan que le demos, siempre del último trozo deja un poco.
- Sus canciones favoritas tiene que oírlas un mínimo de tres veces seguidas. En cuanto está terminando ya empieza con el: ¡mah, mah!. Para que se la pongamos otra vez.
- El agua se lo estamos empezando a dar ya en vaso, en lugar de en bibe, y antes de beber agua, mete el dedo en el vaso. No falla, siempre lo hace así, le encanta tocar el agua primero.