1- No soporto la expresión "se puede decir más alto pero no más claro". Todo el mundo la dice continuamente, seguro que los que me estáis leyendo también. Un día toqué fondo de tanto oírla y ya no la soporto. Con lo bien que queda un "bien dicho", o simplemente "estoy de acuerdo", o nada oye, que el silencio está infravalorado. Pero no, había que buscar una forma más repipi, hasta en un anuncio de la tele la usan.
2- Odio la mala educación en la mesa. Llevarse el cuchillo a la boca, comer con la boca abierta, sorber... Cuando era pequeña mis hermanos y yo comíamos en casa cada día y mi madre nos dejó bien educaditos. Mis hijos por el contrario son de comedor escolar, en las cenas lo intento con poco éxito, a veces parece que comparto mesa con bárbaros salvajes.
3- No soporto los cambios de temperatura durante el día, eso de amanecer a 7 grados, abrigarte bien y empezar a sudar hacia las doce del medio día porque de pronto estás a 20 grados. Y te sobra la ropa, y vas cargada de cosa, sudando y con los pies doloridos encerrados en zapatos de invierno. Arggg.
4- No me gusta la gente que se tiene por graciosa y todo el rato tiene que hacer un chiste o una broma de algo. Me encanta el humor, y reír es lo que más me gusta del mundo, pero no de forma burda ni abusando.
5- No soporto los niños gritones. Como soy madre de tres se supone que tengo que ser más tolerante con los niños. Pero no. Un niño asalvajado y mal educado es lo peor. Todos tienen sus momentos, pero lo malo es que algunos no tienen momento bueno.
Otro día escribo cosas que me encantan para no quedar como una gruñona empedernida.