sábado, 23 de septiembre de 2017

Primeras impresiones del inicio escolar

Ya han pasado dos semanas desde que empezaron las clases. Para los dos mayores, curtidos en estas lides, sin novedad. Lo tienen controlado, van contentos, y por ahora todo en orden.

La gran novedad este año ha sido la pequeña de la casa, que ha empezado el colegio de mayores a sus dos años y nueve meses.
El primer día me lo cogí de vacaciones para poder llevarla y recogerla. Iba contenta, relinda con su vestidito, pero cuando ya estábamos casi llegando dijo: qué bien lo vamos a pasar hoy las dos en el cole. Ups, error de concepto, ella pensaba que yo iba a estar allí con ella. Pequeña decepción al enterarse de que nones, pero bueno, se quedó bien y sin llorar.

Al salir de clase se la veía sonriente y volvía contenta a casa:
- entonces lo has pasado muy bien, cómo me alegro
- sí, pero mañana no vuelvo

Con un día la criatura daba la experiencia escolar por zanjada y superada.

Al día siguiente amaneció diciendo que prefería ir al parque que al cole, pero cuando vio que tocaba cole, lo aceptó sin lágrimas.

Así ha sido cada día. No está loca por ir, pero lo lleva bien. Su mayor preocupación son las filas, varias veces al día pregunta por qué hay que ir en fila, que ella prefiere "caminar normal". Poco más se de lo que hace allí, porque cuenta entre poco y nada. Las conversaciones son de esta guisa:

- ¿Qué tal en el cole, qué habéis hecho?
- Nada, solo vamos en fila de aquí para allí. Vamos a hacer pis todos juntos en  fila, vamos al recreo en fila... Y ya.

O cuando le pregunto por los compañeros, las opciones son:
- se llaman Johny el gorila, Mun y Ash el cerdito
o bien
- tengo un amigo que se llama Niño

Si le pregunto un poco más sobre sus compis de clase solo dice que son buenos pero que roban mucho. Parece ser que se quitan unos a otros los juguetes que tienen en clase y ella lo ve en el límite del código penal.

Así que bueno, las cosas van bien, dentro de lo que cabe. Eso sí, ya está con tos. Malditos virus infantiles, y malditos contagios. Como es una niña sana con las defensas fuertes, espero que no pase de tos y catarro. Más que espero, rezo, cruzo los dedos y me encomiendo a todo. Porque recuerdo el primer año del Niño que estuvo todo el curso malo y fue horrible. La niña mayor sin embargo no estuvo nunca mala. Con que ésta desempate en un punto intermedio, me conformo.

Besos y feliz fin de semana


martes, 5 de septiembre de 2017

La pequeña empieza el colegio

La pequeña de la casa empieza el cole. El de los mayores. GLUB.

Casi estoy terminando de asimilar este embarazo, y ZAS!, escolarizada.

De verdad que no es frase hecha que el tiempo vuela. Por lo menos el tiempo en palabras mayores, los meses, las semanas... Porque los minutos del microondas viendo el platito girar, son eternos. Pero en fin, que me disperso, este Lunes empieza en el mismo colegio al que van sus hermanos. Le hablamos mucho del tema, y ella encantada con la idea, básicamente porque no tiene ni idea de lo que implica la idea. Cuando vea de verdad que tiene que madrugar y estar en el aula compartiendo espacio con profe y niños, un día tras otro, veremos a ver cómo lo lleva.
La hermana le preguntó el otro día que qué es lo primero que va a hacer cuando llegue a clase, y ella muy digna contestó: descalzarme.

Veremos a ver este espíritu libre, que lleva meses descalza, despeinada y casi en pelotas, como se reconduce a la vida escolar. Además, al haber nacido en Diciembre, será de las más pequeñas de clase.
Voy a escribir aquí algunas de las últimas anecdotillas con ella. Ya da material para escribir entradas como en su momento dieron sus hermanos, pero me puede la pereza... Al lío:

- El sábado pasado nos fuimos a pasar la mañana a la sierra de Madrid. Ella iba viendo vacas por la ventana y de pronto dijo emocionada: "qué monas las vaquitas, están haciendo un pink". Un pink para ella es un picnic. Las vacas de picnic. Me encanta

- Ella es muy fan de descalzarse, como ya sabe cualquiera que la haya visto o leído sobre ella. El otro día estábamos en Parque Europa, y cuando terminaron de decir las normas del parque por megafonía me preguntó muy seriamente: "¿Han decido que no puedo descalzarme?". (decido = dicho, ella todos los verbos los hace regulares: ponido, decido, rompido etc.).
El caso es que perdí una oportunidad de oro, porque me hizo gracia y la dije que no. Pero tenía que haber mentido y decirle que sí, que exactamente eso es lo que habían dicho, y que solo podía descalzarse en casa.

- La niña tiene pinta de angelito, porque además a su aspecto idealoso de niñita de 2 años y 9 meses, se junta que de natural es buena y dulce. Pero su carácter lo tiene para las ocasiones. Lo que más me impresiona es lo poco que la imponen otros niños, y lo segura que se muestra de sí misma. El otro día cruzó dos palabras con otra niña en el parque, y la vi que se quedaba seria, mirándose las manos como pensativa
        * Almudena, ¿qué te pasa? ¿te ha pegado la niña?
        * No. Pero yo quiero pegarle a ella
Un testigo ocular y auditivo fiable (concretamente mi hijo el mediano), me dijo que la niña la preguntó la edad. Cuando mi peque contestó que dos años, la otra respondió displicente, que ella era mayor porque tenía cuatro y no quiso jugar con ella. La dejó allí plantada sin ser consciente de que se estaba tomando la decisión si arrearla una guantá o no.

En más ocasiones la he visto comportarse así. No es de pegar, pero si la ocasión lo merece... De hecho más de una vez cuando un niño la ha empujado, o quitado a la fuerza algún juguete, ella me ha mirado tranquila y ha preguntado con su cara de ángel: "mamá, ¿puedo pegarle?". Y tengo la certeza de que si mi respuesta hubiera sido que sí, el niño habría recibido un buen remazo.