Conste que yo soy muy fan de mi iphone, con lo cual esta crítica vale el doble. De la misma manera que no veía necesidad de tenerlo, ahora le veo cientos de utilidades y me da mucha vidilla en tantas horas como paso fuera de casa y alejada de familia y amigos.
En cualquier caso me parece que hay gente a la que se le va la pinza. Ya lo venía yo barruntando, pero lo he confirmado definitivamente este sábado. Concretamente en el cine. Estaba yo feliz en ese momento genial en que está empezando la película y de pronto empiezo a ver que se encienden lucecitas por toda la sala, una de ellas a tres puestos a mi izquierda. Anonada confirmo que es gente con el smarphone, que ahora se ilumina en la fila de delante, ahora a la derecha, ahora unas cuantas filas por delante. Sin parar oigan.
Vamos a ver, que al cine va uno a ver una película en pantalla grande y a oscuras, ¡a oscuras! Es fundamental joe. No me creo que tanta gente en la sala este recibiendo un mensaje de vital importancia, o esté ayudando vía guasap a su compañero cirujano que está de guardia y que tiene que realizar una operación cardiovascular, ¿¿¡¡estamos de coña o qué??!!.
Lo dicho, que yo no es que esté en plan abuela zapateta pensando que estas máquinejas son un invento del diablo, que como digo, yo soy fan de la mía, pero como todo hay que saber usarlo, todo tiene su momento y utilidad. Y desde luego estás fatal si no consigues desconectarlo ni durante dos horas, cuando entras voluntariamente a ver una película al cine.
Soy una persona bastante tranquila, pero en este caso, tuve que hacer un auténtico ejercicio zen para conseguir abstraerme de las luciérnagas que de forma intermitente plagaban la sala. Sonar no sonaban, pero casi es más incómodo lo de la lucecita cada vez que recibían un mensaje o qué se yo.
Me planteé llamarle la atención a la chica de tres puestos a la izquierda, que no paró de iluminar la pantalla de su Smartphone en toda la película y que casi me causa un tic en el ojo izquierdo, por esas ráfagas de luz que me soltaba sin previo aviso, pero se juntaron dos factores:
- Por una parte, cada vez veo a más personas dispuestas a montar un follón por una tontería. Es como si van generando agresividad a base de aguantar al jefe, al político, al banquero… y con cualquier tontería, estalla la trifulca. Este verano presencié varios momentos de glub pero cómo han llegado estos a ese punto que están a un paso de pegarse. Vamos, que vi pocas posibilidades a que la historia se desarrollara de forma educada en plan de: “perdone, ¿le importaría apagar su móvil?” y que ella contestara: “por supuesto, disculpe la molestia”. ¿Verdad que no es creíble?, esas cosas ya no pasan…
- Por otra parte, los del problema de enganche al Smartphone eran mayoría, si se alían, la que sale del cine escaldada iba a ser yo.
Total, que me aguanté. Pero ahora lo suelto en el blog y me quedo un pelín más liberada, solo un pelín, ¿eh?.
Por si acaso está aquí alguno de las luciérnagas, que no lo creo, pero por si acaso, ahí va mi mensaje: Si vais al cine, ¡apagad vuestros móviles!. Y si tenéis que ayudar a vuestro compañero cirujano en una operación a corazón abierto, justo en esas dos horas en las que habéis entrado voluntariamente a ver una película, ¡salid de la sala por Dios!!!.
Yo también soy fan de mi iPhone, pero odio que estén hablando conmigo y lo estén mirando. Y en el cine... Con lo que vale una entrada... Apagadito en el bolso!!
ResponderEliminarBesos.
Lo primero es de mala educación y lo segundo de mala cabeza!! Besos
EliminarMira que me gusta mi iPhone pero estoy harta de los adictos sobre todo mi marido, que cada día nos habla menos y comparte menos momentos con los demás por estar con su iPhone . Lee el periódico digital mira su mAil y ve series antiguas, al parecer todo infinitamente más interesante que nosotros
ResponderEliminarufff, qué mal se lleva eso verdad?. Es que enganchan demasiado y corres el riesgo de perderte lo bueno del trato face to face de toda la vida. Besos
EliminarHija pues yo debo ser un bicho raro porque mi marido me trajo un iphone y lo usaba como cualquier otro movil, vamos para hacer y recibir llamadas, nada más. En cambio los samsung galaxy me chiflan.
ResponderEliminarCreo que soy más de android xD Besotes!!!
¿igual tu primer contacto fue con un galaxy?, supongo que es a lo que te acostumbres. Pero sí, es raro tu caso.
EliminarBesos
Ja ja Matt ¿que me vas a contar que yo no sepa? Ya sabes mi opinión sobre el asunto y lo que me crispo.
ResponderEliminarYa lo expliqué no solo en la entrada dedicada al efecto, sino en otra en la que hablaba precisamente de una tarde de cine, y sí, me quedé como tú flipando con el tío de al lado que no paró durante toda la película. A mí no me dieron ganas de pedirle educadamente que apagara el telefonillo, lo que me apetecía de verdad era meterle una colleja así tipo la del anuncio ese de reciclar, y decirle - espabila atontao! - oye, que no era un adolescente, el tipo estaba ya en los 40, con una cara de tonto que no podía con ella.
El chiste buenísimo.
Besazos
estos tampoco eran adolescente, que va!! talluditos todos y ahí enganchados a la pantallita luminosa después de haber pagado (voluntariamente para más inri) una entrada de cine.
EliminarBesos!
Yo voy por mi cuarto BB. Antes los amaba y ahora estoy hasta el chichi.
ResponderEliminarBlack Berry es como se llamaban las esposas que anclaban a los esclavos, no digo más...
EliminarAmén nena, yo solo apago el móvil en el cine, porque lo de la luz me pone mala. Y lo que mola encenderlo y recibir mensajes? Besos!
ResponderEliminarjejejeje, la próxima vez les digo eso, que el subidón será mayor si acumulan mensajitos para leer a la salida.
EliminarBesos!
Yo estoy encantada con mi iphone, pero también me puedo desentender de él fácilmente. Y en el cine, apagadito!! Yo no sé si hubiera aguantado.
ResponderEliminarUn besote
No sé si hubiera aguantado a la tipa esa, quería decir, jeje
Eliminarpues me tuve que contener, porque hay gente con ganas de bronca, y tampoco era plan de acabar estropeando al completo el plan de cine.
EliminarBesos!!
Matt:
ResponderEliminarCoincido plenamente contigo!!! y es que éstos teléfonos le quitan la vida 1.0 a las personas...jajajaja.
No me incluyo, ya que a pesar de que siempre estoy pendiente de los mensajes y mails, etc...solo lo hago en momentos en que estoy sola. Con mi esposo ha sido una lucha, pero debido a lo que le pasó en febrero..., como que ha cambiado un poco el chip y no pasa conectado TODO EL SANTO DIA... Ahora a la hora de las comidas, en la mesa o cuando hay visitas, logro (pero no todas las veces...), que no lo conteste o lea... En fin, que son un mal necesario...
Lo de tenerlo encendido en el cine, lo encuentro DE MALA EDUCACION y en verdad, no lo comprendo ?¿... Sinceramente, yo creo que le hubiera dicho que lo apagara, pero te entiendo perfectamente, mira que cundo fuimos la última vez al cine, un tipo contestaba el teléfono y se ponía a contar la película, delante de nosostros..., yo alucinaba y mi marido también.
Un beso guapa!
Hay que saber usar la tecnología para lo que es, y desde luego no es para sustituir la relación 1.0, o para no poder ni ver una peliculita en paz...
EliminarBesos
¿Dónde ha quedado lo de apagar el móvil en el cine? Como dices tú, parece que ahora todos somos cirujanos que tenemos que estar plenamente localizables a todas horas. Con lo que a mí me mola llegar a casa y dejarlo en silencio... ¡¡y cómo si llama el Pápa!!
ResponderEliminarMuchos besos.
pues lo de apagar el móvil ha quedado muy atrás! y mira que hasta avisan antes de empezar la película, pero ni por esas...
EliminarBesos
Yo no te digo que sea una adicat al movil, pero casi... pero lo que no entiendo... si entras en el cine de forma voluntaria... puñetas apaga el movil!!!!
ResponderEliminarLo que esta claro que ultimamente da miedo llamar la atencion a la gente...
efectivamente, encima te tienes que aguantar...
EliminarQue decirte, que estoy totalmente de acuerdo contigo. Ya escribí una entrada sobre el tema, porque me ha sucedido lo mismo. en el cine y teniendo que aguantar las lucecitas y los comentarios.
ResponderEliminar¡¡Lo que no entiendo es cómo la gente se gasta la pasta que cuesta el cine para ir a whasappear en vez de ver la película!!
Besazo
Es que es incomprensible, es una actividad cara y voluntaria, para estar guasapeando quédate en casa!. Besos
EliminarDesde que mis hijas tienen el whasapp creo que voy a tener que comprarme un iphone para hablar con ellas en el mismo cuarto. Es tremendo. Un beso.
ResponderEliminarqué peligro tienen!!
EliminarHace muuucho que no piso un cine (un año o por ahí), pero viendo a la gente por la calle o en el bus enganchados a sus móviles, no pongo en duda lo que cuentas...Yo de momento me resisto a tener uno de estos cacharros, en parte porque sé que me uniría a la marea que "guachapea" en el transporte público. Eso sí, al cine se va a lo que se va, un poquito de por favor...
ResponderEliminarDe todas formas, da qué pensar cómo nos hemos enganchado a la vida virtual (yo la primera). Da que pensar...
Besotes!
hombre, guasapear en el transporte público no lo veo mal. Es cierto que yo lo veo útil para esos tiempos muertos, y te facilita el leer la prensa, tu email, blogs... Pero nunca cuando puedes hacer otra actividad tipo cine, relación personal, etc.
EliminarCierto que lo que engancha la virtualidad da miedito.
Besos
Es un horror para las relaciones humanas... me encanta cuando se queda sin bateria por que asi me mira a la cara mi marido cuando me habla..!!! muy bueno el post
ResponderEliminarSaludos
Gracias!
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