El otro día durante la cena se produjo una de esas conversaciones con el niño, que ahora recordándola, me da la risa tonta. Fue algo así:
- Hoy en el patio el hermano pequeño de JS no nos dejaba en paz el muy pesado, y no podíamos hablar de nuestras cosas.
- ¿Y cuáles son vuestras cosas?
- El ébola – muy serio, casi impasible diría yo, sentenciando: EL EBOLA. Casi ná -
- ¿¿ EL EBOLA?? – esta soy yo ojiplática- pero ¿qué habláis vosotros sobre el ébola?
- Bah, pues nada especial, meternos miedo pensando que llegue a España, que no tenga cura… lo normal.
(Normalísimo, ya te digo)
También hablamos sobre qué vamos a ser de mayores. JS va a ser maquinista de tren y el heredero de la casa de su abuelo.
(Igual eso lo tiene que comentar con el abuelo antes, que no sé yo si el buen señor estará al tanto de los planes del nieto).
Para haberles visto en vivo y en directo, porque seguro que hay más detalles que el niño no cuenta por pensar que es excesivamente “normal”. Dos chavales de 9 años, caminando por el patio del cole, porque ese día su amigo está lesionado y no puede jugar al futbol, y hablando de “sus cosas”.
Al poco la niña comentó algo de la canción del aserejé y le contesta el hermano:
- Con esta canción tuve yo envidia por primera vez de otro niño.
Obviamente esa afirmación no se podía quedar así en el aire sin más, tanto padre, como hermana, como una servidora, le freímos a preguntas para tener más datos de ese primer momento de envidia, pero pasó de nosotros, nos contestó que no lo iba a contar, que esto era como los puntos suspensivos en los libros que te dejan con la intriga.
Sobre la niña contaros que este verano se le ha manifestado una alergia al marisco. Parece ser que ella ya había sentido molestias alguna vez, pero no nos había dicho nada (sin comentarios sobre la absurda discreción de la niña con sus dolencias).
En vacaciones, tras un arroz caldoso de chuparse los dedos, la pobre se puso bastante mal, con picores de garganta, enrojecimiento de barbilla, dolor de tripa. Y días después lo mismo con unas gambas.
Así que la he llevado a hacer las pruebas y ha quedado claramente diagnosticada como alérgica a los artrópodos marinos. Avisé en el colegio, aunque pensé que allí tendría poco impacto porque no me imagino yo un comedor escolar dándole al centollo y a la langosta. Para mi sorpresa resulta que hay muchos guisos que hacen con caldo de marisco. Así que la han llevado a la mesa de los alérgicos. La pregunté qué tal en su nueva ubicación del comedor y me dice: “Muy bien, ya me he hecho amiga del alérgico a los frutos secos y de la intolerante a la lactosa”. Estos son como las mises, que pierden el nombre y se denominan por la alergia.
Jajajaja buenísimos los dos!!!
ResponderEliminarLo del ébola me ha matado... jajajaja
Mi madre siempre cuenta una anécdota de mi hermano mayor cuando era pequeño. Debía tener como 4-5 años... y le escuchó diciéndole a un amigo: "Mira, Mario (o X), Franco ha muerto y Heidi vive en las montañas..."
Temas normales, vamos
Muy normales :D
Eliminarjajajajaja, esa es buenísima también. Siempre pienso que los niños tienen cada ocurrencia de partirse, el problema es que no siempre estamos atentos.
EliminarUn beso
¿La mesa de los alérgicos? :D Me encantan los dos. Pero mejor que baje un poco esa "discreción", al rato que tenga que cuidarse más como mujercita, hay cosas que podría ofrecerse que te cuente.
ResponderEliminarLo de su "discreción" es algo que no comprendo, me enfada incluso. ¿Qué problema hay en decirle a tu madre cuando te duele algo?, para mi es un misterio. Desde bien pequeña habla conmigo de todo, menos de sus dolencias, es como si le da verguenza, o yo que sé, no se exactamente qué pasa, pero cuando se queja de algo es que ya está muy mal.
Eliminar¡Un beso!
No te aburres con tus hijos. :). Un beso.
ResponderEliminarimposible aburrirse ;)
Eliminarun beso
Jajajajajaja! Si es que son la bomba, entre las paranoias apocalípticas del uno y los nuevos amiguitos de la otra vas servida! Jajajaja!
ResponderEliminarMuas!
Y eso que no cuento ni la mitad, unas porque las olvido, y otras por falta de tiempo. Pero sí, bien servidita voy.
EliminarUn beso
jajajajajaja que bueno :D gracias por compartirlo!
ResponderEliminara ti por pasar por aquí. Un beso
EliminarEse niño tiene conversaciones de mayor jajajajajajajajajajajajajajajajajaja
ResponderEliminar18+4
bueno, ellos cogen un tema de mayores y le dan el aire infantil empanao. Un beso
EliminarComo siempre, geniales...
ResponderEliminarBesos,
Gracias Ro
EliminarMuy bueno!!! que genio tu hijo con sus conversaciones trascendentales jaja
ResponderEliminarLos niños son así, ojalá pudiéramos verles cuando están en el cole con los amigos y saben que no les oye ningún mayor.
EliminarUn beso
Yo es que me enamoro por momentos de tu hijo, jajaja! me encanta el aire de misterio :D
ResponderEliminarYo hubiera ido de cabeza a la zona de alérgicos... Menos mal que no me quedaba al comedor porque hubiera sido un show, naar, la alérgica a los lácteos :)
Un beso!
Tú ya estás coladita por él, que lo se yo, jajajajajaja.
EliminarUn beso
Me parto!!! Pero ya me he quedado con la curiosidad de ese primer momento de envidia.
ResponderEliminarTus hijos son geniales, me encantan estos post.
Yo estoy intrigadísima, pero este no va a soltar prenda, que ya me le conozco yo...
EliminarUn beso
Chica, de verdad, creo que te lo pasas muy bien jajaja En cuanto sepas el misterio de la envidia, por favor, háznoslo saber :) Te sigo!
ResponderEliminarBesos!
OK!, un beso
EliminarJajajajaja. Cómo echaba de menos estas conversaciones... Muy normal lo del ébola, si. Y yo también me he quedado con la intriga de a qué vendría la envidia.
ResponderEliminarY lo de reconocerse por las alergias es como muy cool, ¿no? Siglo XXI total. Jajajaja. Besotes!!!
¿Muy cool??, jajajaja, pues puede ser. Cada día hay más alergias o al menos somos más conscientes de ellas.
EliminarUn beso
Es que tu niño es muy grande! jajaja. Nada, lo normal, hablar del ébola y de la extinción de la raza humana, jajajaj
ResponderEliminarNo sabía que había una mesa de alérgicos en el comedor, claro que en mi época, solo había alérgicos al polen (diagnosticados, claro).
Un beso
Lo del ébola les debe parecer peligrosísimo, hoy de pronto desayunando me ha preguntado ¿el ébola es un virs?... así que se ve que siguen con el tema.
EliminarUn beso
Jajajajajajaja, lo de la niña es genial. Es como cuando tú ya no eres tú si no "la madre de", pues eso. Cuando tienes una alergia ya no eres tú, "eres el intolerante a". Buenísimo.
ResponderEliminarLo del niño me ha encantado, es que en ese sentido me recuerda mucho al mío (11 años). Le encanta estar al tanto de las noticias, ver el telediario, y tenía clarísimo que si Escocia se decantaba por la separación "lo tenían muy crudo económicamente".
jajajajajaja, qué grande tu hijo. Mira, pues a éstos dos lo de Escocia les ha pasado desapercibido.
EliminarUn beso
No se puede decir a no están al tanto de la actualidad ...
ResponderEliminarLou
Ellos cogen de la actualidad lo que les interesa. Lo del ébola les debe dar una mezcla de miedo y morbo terrible.
EliminarUn beso
Madre miaaaaaaaa!!!!!!!! Que buuuuuuuuuuuenos Matt!!!!!!!
ResponderEliminarGraciassss. Un besote
EliminarJajajaja, buenísimos estos hijos tuyos (y tu forma de ralatarlo ni te cuento)
ResponderEliminarConforme leía, me imaginaba al niño con el amigo dando paseos por un patio circular, con las manos atrás y rascándose la barbilla de ven en cuando, enfrascado en conversaciones tan trascendentales, son el aire fresco de la generación futura.
Y la niña, ¡qué decir!, me encanta ese desparpajo infantil.
Besos apretaos, Matt.
Qué gracioso tu niño!! Pues claro que tendrán cosas de las que hablar... sus cosas, jiji!
ResponderEliminarMe has hecho sonreír, y acordarme de mí con esa edad... un besote!
¡Menudas conversaciones que tienes!
ResponderEliminarYo te digo lo de siempre, que soy muy fan del niño ;)
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