El otro día os contaba cómo quiero a mi hija mayor y podría
deducirse por el resto de cosas que cuento, que es por lo que se parece a mí.
Sin embargo hoy vengo a contaros de mi relación con mi hijo y lo mucho que le
quiero por lo poco que nos parecemos.
Siempre hay excusa para querer a un hijo.
El Niño es hablador, huye de los espacios en silencio. No le
gusta estar solo, es de estar en familia. Incluso si va a leer o a dibujar o a
realizar cualquier actividad individual en la que no necesitas para nada al
resto de la familia, él busca acercarse hacia donde estemos el resto.
El lunes fue día no lectivo y yo me lo cogí de vacaciones
para estar con ellos. Hubo un rato que salimos él y yo solos a dar un paseo
aprovechando que la pequeña dormía y la mayor tenía que estudiar. No paró de
hablar en todo el camino. Pero ni un segundo. La misma habilidad que tiene él
para hablar tengo yo para desconectar, así que ni tan mal. Cuando no hay nada
en concreto de lo que hablar, me cuenta el libro que está leyendo. Ahora está
emocionado con la saga de Crónicas de la Torre, recurre a ella cada vez que no
tenemos nada que decirnos. Y me la cuenta con todo lujo de detalle. Personajes
con nombres y apellidos, tramas de segundo, tercer y cuarto nivel detalladas
como si fueran la principal. Un mareo. Pero a la vez me inspira ternura cuando
le veo tan afanado contándomelo y yo sin hacerle ni caso, pensando en mis
cosas, o en nada, o en lo guapo que es.
Yo era muy estudiosa a él no le gusta estudiar. Se ha hartado a buscar truquitos para
intentar sacar primaria sin rascarla y por suerte, parece que sus diez años de
edad, por fin ha claudicado y ha asumido que le toca estudiar y punto. No va a
haber truco posible para fingir que sabe hacer raíces cuadradas si no las sabe
hacer. Me cuesta entender esta forma de pensar de mi hijo. Yo hago miles de
cosas que no me gustan pero que hago, casi se podría decir que con algo de
gusto y mucho de resignación, simplemente porque son mi obligación.
No le gusta ver películas que no sean muy dirigidas a
público infantil. Con él habría sido imposible ir a ver Marte, por ejemplo. Le
gusta la fantasía y aventuras, pero no de mayores, sino infantil o juvenil muy
pueril.
Le encanta jugar con los legos, con clics, y con muñecos
enanitos con los que inventa miles de fantasías, a mi parecer un poco infantiles.
Es el que mejor juega con la bebé, con mucha diferencia. El entra en sintonía total con ella, se pone a su nivel, entra en la misma longitud de onda o lo que sea, el caso es el que el resto flipamos con la enana, la achuchamos, la queremos, pero no somos capaces de jugar con ella como él.
Le gusta mucho la música, ha estudiado piano varios años y
este año está en el coro del colegio.
Es más familiar que de amigos. Tiene unos pocos amigos que
mantiene desde infantil, pero no necesita incrementar el grupo. De hecho, es
invitado a más cumpleaños que niños a los que él invita. Me da la sensación de
que cae mejor de lo que se merece por el poco caso que hace a la mayoría de sus
compañeros. La Niña mayor y yo somos sociables (yo cada vez menos, también os digo), buscamos al grupo y lo que nos aportan los demás.
Es muy divertido, le encanta reírse con ganas, hacer el
ganso, sacar punta a situaciones surrealista, y contagia fácilmente esa
alegría. Tal vez ahí radique parte de su éxito.
No es deportista pero da gusto verle nadar. Es increíble
cómo se mueve en el agua desde bien pequeño. Aprendió a nadar pronto y nada con
mucho estilo. Fue un par de años de un equipo de natación de Madrid y según su
entrenador era muy bueno. La pena es que le tuvimos que sacar del equipo porque
los entrenamientos eran por la tarde, y no le daba tiempo a hacer los deberes.
Me da rabia solo de acordarme, porque a mi hijo le viene mucho mejor pasar la
tarde nadando y participar en campeonatos, que estar repitiendo lo que ha
estado haciendo en el colegio hasta las cinco de la tarde. En su formación como
persona es mucho más enriquecedor lo que le aporta el deporte, tanto física
como mentalmente.
Hay miles de cosas en mi hijo que no comprendo, no soy capaz
de ponerme en su lugar porque mi forma de pensar y de actuar son radicalmente
opuestas, y sin embargo ( ¿o precisamente por ello?) le quiero muchísimo.
así era mi hermano de pequeño (nos llevamos 9 años) aunque él me hablaba de fútbol, estrategias de fútbol, jugadores de fútbol, marcas mundiales de fútbol, estadios de fútbol... y toodo de fútbol. nunca entendí ni aprendí nada de lo que me contaba pero me encantaba ver en sus ojitos el brillo y la pasión al hablar...
ResponderEliminarA veces no es qué cuentan sino cómo cuentan las cosas.
EliminarUn beso
Ya sabes que tengo "debilidad" por tu hijo mediano... jajaa Yo también soy mediana, atrapada a modo de sandwich entre dos hermanos del sexo opuesto...
ResponderEliminarAdemás... me parto de lo lindo con las anécdotas que cuentas... Espero que tarde aún en perder la inocencia!! =)
En él supongo que me parezco en la afinidad con los "Pequeños"... desde niña me he manejado genial con mis primos pequeños. Desde bebés hasta más adelante... A veces aún me buscan en comidas familiares algunos... y aunque acabo yendo a veces pienso que madre mía... jaja con 28 años y aún esperan que juegue a su nivel y no que me quede hablando con el resto de adultos. Es curioso porque tengo primos 3-4 o 5 años menores que yo, a los que no buscan para eso... jaja Y al final soy yo la que acaba liándola más que los pequeños de verdad... Siempre se me ocurre algún juego y siempre me apunto a todo...a hacer el pino o a lo que haga falta... jaja :p
Irene, tienes alma de niña, por eso te buscan y sintonizas rápido :)
EliminarUn beso
Es una belleza de persona :) ya te veo viéndolo hablar
ResponderEliminarGracias Silvia. Un beso
EliminarSois una familia muy completa. un beso.
ResponderEliminarTenemos de todo en esta casa, supongo que como en todas. Vistos desde fuera podemos parecernos pero rascando un poco, cada uno somos de una manera.
EliminarUn beso
Ya sabes que me siento identificada en muchas cosas. No logro comprender a mi peque, de diez años, ni de casualidad, y sin embargo por eso, porque es tan diferente y un misterio para mí su forma de pensar, y también, claro, porque es mi hijo, le quiero tanto.
ResponderEliminarBesos.
Claro, igual me pasa a mi. En realidad no hay motivos, les queremos sin más. Un beso
EliminarNo hay que buscar excusas, se les quiere porque lo contrario no nos sale,no es natural.
ResponderEliminarLou
Exacto. Pero a veces parece que con los más afines, con los que haces más cosas porque tenéis más en común, podría haber más amor. Y no, el amor de madre va por libre y les quieres igual sean como sean.
EliminarUn beso
Me encanta eso de que del mismo padre y la misma madre puedan salir personas tan distintas.
ResponderEliminarLa verdad es que lo has contado tan bien que es imposible no cogerle cariño. Es un sol de chaval.
Besos.
Cuando tienes hijos, en tu caso sobrinos, te das cuenta de que la personalidad de cada uno viene ya dada desde el inicio. Con la educación y las experiencias se modela el comportamiento social, pero poco más. Por eso hay gente alegre con vidas dramáticas y tristes con vidas regaladas.
EliminarA ver, claro que algo influye tus experiencias vitales, pero en la esencia de tu personalidad creo que no. Y lo veo cada día con mis hijos, que son radicalmente diferentes a pesar de tener la misma educación, el mismo entorno y llevarse solo un año.
Un beso
En la diversidad está la riqueza ;)
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, tiene que haber de todo. Pero es curioso como se pueden tener hijos tan distintos con los mismos padres y la misma educación.
EliminarUn beso
Mejor que sea diferente. Es todo más divertido
ResponderEliminarCada cosa tiene su gracia. También me gusta que la Niña mayor y yo tengamos tantas cosas en común porque podemos hacer muchas cosas juntas y nos entendemos con mirarnos. Eso también es divertido ;)
EliminarUn beso
El niño mola muchísimo. Yo soy su mayor fan. Jajajaja. Besotes!!!
ResponderEliminarjajajajajajaaja, te diré que tienes competencia. Por estos lares hay varias fans top ten. Y luego están mi madre, mi hermana, varias madres de amigos suyos... ¡Sois legión!.
EliminarUn beso
Que conste en actas que ahí estoy yo.
EliminarUn beso.
Me encanta tu hijo, me parece un niño muy divertido. Yo me parezco a él en eso de hablar por y de cualquier cosa... jajaja!
ResponderEliminarY está bien eso de tener cosas en común con la gente, pero también te llevas mejor a veces con gente distinta, que te complemente.
Besitos!
Yo tengo amigas muy diferentes a mi, pero tener una hija parecida tiene muchas ventajas: hacéis más cosas juntas y te entiendes fácilmente .
EliminarUn beso
Querida, tu hijo y el mío necesitan un encuentro YA; me encantaría verlos hablar sin parar a los dos, ya ver quien es capaz de callar al otro 😂😂😂
ResponderEliminarDesde luego siempre hay motivos para quererles, pero también es muy importante mirar el lado positivo de las cosas, y creo que a tí eso se te da de maravilla. Enhorabuena por esos hijos con los que nos enamoras.
Muchas gracias Sara.
EliminarEs cierto que soy una persona positiva y práctica, eso siempre ayuda. Aunque lógicamente no todo es bueno y siempre hay cosas que una cambiaría.
Un beso
uyyy mira tú que me "comido"una entrada, ahora mismo voy allá, pero decirte que estaba leyendo tu descripción del niño y parecía que estabas hablando de Peque jajajajajjaaa, tal cual, y con el paso de los años no creas que cambia mucho, así que ya sabes lo que toca.
ResponderEliminarBesines
Cada uno es como es, en lo esencial se cambia poco.
EliminarUn beso
¡Ay, qué majo! ¿Y cómo no quererlos? xD
ResponderEliminarBesos
Imposible. Besos
EliminarNo tengo intención de tener hijos, pero leyéndote hasta me entran ganas, jaja!
ResponderEliminarUn saludo!
Yo tuve una vida plena y feliz antes de tener hijos, pero me alegro infinito de haberlos tenido. Descubres una forma de amar increíble. Es mucho más lo bueno que lo malo (que también hay, claro).
EliminarUn beso