jueves, 4 de agosto de 2016

Vacaciones con dos pre adolescentes y una bebé

la pequeña de paseo  por la playa

Ya han terminado mis vacaciones de verano. Tres semanas que han pasado volando pero que he disfrutado muchísimo.

La primera mitad estuvimos en el sur, en un pueblecito pegado a la frontera portuguesa y concretamente en una urbanización a la que llevamos yendo muchos años. Es muy cómodo porque está en primera línea de playa y además, mis dos hijos mayores tienen allí amigos que van cada verano. Somos los únicos madrileños en un radio de varios kilómetros ya que desde Madrid hay mucho destino costero mejor comunicado y más cercano. Todo esto para contaros que cuando llegamos nos rodearon amigos de mis hijos gritando: “¡¡los madrileños, han llegado los madrileños!!”. Nuestra llegada es algo así como cuando llegó el oso panda al zoo de Madrid.
El caso es que a los dos mayores no les vimos prácticamente el pelo, porque se pasaban el día con su pandilla. A ver, exagero, sí les veía pero de lejos. La urbanización es cerrada y con muchas zonas comunes, así que no tiene peligro y se lo pasan genial. A la playa iban con nosotros, pero tardaban cero segundos en localizar algún amigo alrededor con el que irse a jugar o a saltar olas.
Después de cenar volvían a salir al jardín con los amigos, momento en el que se han dado situaciones surrealistas, como uno de los días en el que les dije que a las 11 en casa y me contestó el Niño apesadumbrado: “me estás hundiendo la vida”.
En fin. Las madres somos así. Muy de hundir la vida porque queremos que nuestros retoños se duerman a una hora razonable. La verdad es que están los dos bastante tontitos. Tienen momentos geniales en los que vuelven a ser los de siempre, pero ya no es como antes, que siempre daba gusto estar con ellos y te partías de risa. Supongo que esto es la pre-adolescencia o adolescencia en estado puro, pero me aburre soberanamente.
Por otra parte la que sí está disfrutable a tope es la pequeña, se ha portado genial porque es más buena que un pan. Le ha encantado la playa, se ha bañado, ha comido arena, ha jugado con las olas… Una delicia verla. Ha estado feliz y graciosa a rabiar.

De Andalucía nos fuimos directos al sur de Galicia, a Rías Bajas, atravesando Portugal.
En Galicia ya sabemos lo que nos espera, pero también lo disfrutamos mucho. Familia, comida buenísima, agua de mar helada, paisajes preciosos y mucho descanso.
Lo hemos pasado muy bien, como siempre que vamos a Galicia. Aunque de los cinco, yo soy la que menos disfruto. La pequeña ha alucinado con los gatos y los perros en casa de los abuelos paternos. Los dos mayores se lo pasan genial con los primos, hacen vela, y reciben muchos mimos abueliles. Para mi marido es volver a su tierra, así que el disfrute lo lleva a nivel de necesidad de ir. Os hacéis a la idea de que lo mío no está al nivel del resto. De hecho me encanta Galicia, pero tampoco me importaría saltármelo algún verano para poder ir a otro destino, que anda que no hay sitios maravillosos en España… Pero nada, con conseguir tener la mitad de las vacaciones en un destino en el que poder meter un pie en el agua de mar sin riesgo de congelación, me doy con un canto en los dientes.


Os cuento además que estamos en semana de cumpleaños. El domingo fue el mío y mañana el de mi hija mayor, que cumple trece años. Lo digo y no me lo creo. ¿Cómo es posible que cumpla ya trece años?. Se me pone la piel de gallina. Hace nada era mi bebé, hace menos que nada era mi niña pequeña que se acurrucaba conmigo en el sofá en el que cabíamos las dos estupendamente.  Ahora mide lo mismo que yo y soy una mujer alta. Es una señorita con ideas propias y mucho carácter. A veces me quedo mirándola y me sorprendo, como si no fuera mi hija, como si de un día para otro, se ha convertido en una mujer desconocida.
No voy a rememorar su nacimiento porque creo que ya lo he hecho otros años, es lo que tiene llevar ya más de cuatro años de blog, que como no tenga cuidado me repito, porque al final la vida es cíclica y vuelves a los cumpleaños, a los mismos sentimientos removidos y a los mismos eventos anuales.
Para mi cumpleaños, mi hijo tuvo su momento de gloria cuando me dijo que mi regalo era que me daba 10 euros de sus ahorros y que me bajara a comprar algo. Mira que le conozco y aún así sigue sorprendiéndome. Lo peor es que el tío orgulloso de su idea, no entendía lo de “se trata de tener un detalle y que tú hayas pensado en mí y te hayas molestado en comprar o hacer con tus manos un regalo”. “¡Pero qué mejor detalle que éste, si tú te conoces mejor y vas a acertar más que yo con lo que compres!!!”.

23 comentarios:

  1. ¡Feliz cumpleaños, Matt! Mira qué fortuna que cuando los mayores pierden algo de su gracia, la pequeñita se crece en momentos para disfrutar :D Ya los imagino. ¡Trece años y tan alta como tú! Poquito miedo da ;)

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    1. ¡Gracias Silvia!.
      Al final lo de que la pequeña se lleve años con los dos mayores, está resultando un invento. Nunca lo habría pensado pero está teniendo más ventajas que inconvenientes.
      Un beso

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  2. Que bueno que te lo pasaste tan bien! Lindo relato, suena a días divertidos!
    Tus chicos siempre con esas salidas tan divertidas, me haces reir con esas anécdotas.
    Que hayas tenido un lindo cumple, y los festejos del de tu hija sean también maravillosos!
    Beso grande

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    1. Lo hemos pasado muy bien en los dos celebrados. Solo la familia más próxima porque son fechas en las que los amigos suelen estar fuera. Pero genial, en realidad mejor así.
      Un beso

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  3. Primero con lo de volver a casa a las 11 y luego con los de los 10 euros del regalo. Creo que tiene razón del chico: le estás hundiendo la vida.
    Muchas felicidades a las dos chicas mayores de la casa.
    Besos.

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    1. ¡Gracias Macondo!.
      El chico lo que tiene es mucho morro, jajaja.
      Un beso

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  4. Tu hijo es genial. Mi peque me dice a menudo lo de que le estoy arruinando la vida. Y eso que no ha llegado a la adolescencia. El mayor, con quince, me está dando un año... peliagudo. Pero esperamos que todo vaya a mejor.

    Besos.

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    1. Santa paciencia tenemos que tener las madres. Hasta ahora todas las edades de mis hijos me habían encantado, todas tenían su punto. Pero ahora mismo tienen lo peor de ser niños pequeños y lo peor de ser adolescentes. Un rollete.
      Menos mal que me queda la pequeña para darme alegrías de madre.
      Un beso

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  5. Pobrecillo, el con toda su buena intención, jajajajjja. En fin, me alegro de que hayas disfrutado, ahora que vuelves huyo yo. Besos!

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    1. Yo siempre intento irme a final de junio o julio. No siempre he podido por temas de trabajo, campamentos de los niños, etc. Pero pudiendo, me encanta estar en agosto en Madrid.
      Un beso y que disfrutes tus vacaciones

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  6. me imagino y al mismo tiempo NO me imagino ese sentimiento de "qué tan rápido pasó el tiempo", mi enana cumplió 7 y bueno... tú si sabes lo que siento JA
    y no sé qué sentiré cuando tenga 13. Dios....

    feliz cumpleaños a las dos!

    y tu hijo! me mata de la risa... descomplicado y atento a partes iguales, una mezcla genial jaja

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    1. Es una sensación rarísima, pensar que tiene 13 y sobre todo, verla a sus 13. Ha cambiado en muy poco tiempo, ha crecido y toda ella se ve diferente.
      Un beso

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  7. Felicidades a los dos!!!

    Al mediano... mmm cuando se eche novia, estate un poquito encima para que acierte con los regalos... jajaja que capaz es de soltarle ahi 100 euros y que se vaya a la joyería a por el anillo de pedida que le guste... jaajaja :p

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    1. ¡Yo también lo pensé!. Este es capaz de mantener esta filosofía de regalo toda su vida, porque estaba convencido de que había tenido la mejor idea posible.
      Un beso

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  8. Feliz cumpleaños hermosa! Tu hijo es un crack, jajajajaja! Está muy bien tener a la peque para poder relativizar la adolescencia de los mayores! XD
    A mí también me pasa eso de dudar si ya he explicado algo en el blog, es lo que tiene la veteranía. :D
    Muas!

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    1. Con el blog me pasa mucho, por ejemplo voy a contar las navidades y pienso ¡pero si es lo mismo que conté el año pasado!. Tengo una vida cíclica y repetitiva... snif.
      Un beso

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    2. Tú cuéntalo, Matt, que es bien bonito leerlo.

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  9. Felicidades!!! Me parto con lo de los diez euros, jajajaja
    Besos

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    1. Es un crack el tío, se complica poco y encima convencido de que es LA IDEAZA.
      Un beso

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  10. Jajajajaja, ese hijo tuyo cuando empiece a salir va a ser un peligro para las niñas!!!
    Qué bien eso de que tengan pandilla. Nosotros no solemos ir al mismo sitio, y unos años que si lo hicimos no encontraron a nadie, porque nosotros íbamos de vacaciones pero a la vez ese sitio hacía de ciudad dormitorio, y los residentes se iban de vacaciones fuera de allí :(
    ¡Yo cumplí años el lunes! El "regalo" de mi hijo de este año fue ponerme tooooodas las velas (me hacía ilusión, a ver). Pues cuando las tenían todas preparadas, abren la puerta para traerme de sorpresa la tarta, y un golpe de viento las apagó todas. ¡Pobrecillo, qué cara traía! Pero vaya, las volvimos a encender, y las soplé :))
    Por cierto, en lo de arruinar vidas te gano ;) Una de 16 (si, yo tampoco me lo creo), y otro de 13 desde el mes pasado. A éste especialmente le arruino "su vida social". Así que no te preocupes.
    Besos, y bienvuelta, que se te echa de menos!!!

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    1. ¿Tú también eres arruinadora de vidas? jajajaja. Hay que fastidiarse lo que tenemos que aguantar las madres.
      Sara, una cosa, necesitas un blog. Siempre he pensado que en cualquier momento te abrirías uno, pero veo que van pasando los años y nada. Yo te animo encarecidamente. Si finalmente lo haces, avisa.
      Un beso

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  11. Tu hijo es un tío práctico y, sobre todo, un tío... jajajaja!! Porque eso lo piensan muchos con más edad pero no se atreven...
    Me ha gustado eso que dices de que la vida son ciclos y en el blog se puede comprobar... a mí también me ha pasado y me ha sorprendido. Yo, que a veces me creo única, que mis momentos felices son los mejores y los malos otro tanto... y te relees y te das cuenta de que para nada es así. Es curioso!
    Un besote!!

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  12. Hola Matt, he entrado en tu blog y me estoy releyendo las entadas de tu verano. Qué geniales. En todas he notado cierta melancolía, pero en todas me habéis hecho sonreir hasta abrir la boca. Un abrazo

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