La pequeña de la casa nos tiene cada día más enamorados de ella. Cuando ya pensé que habíamos alcanzado las cotas más altas en lo que a babeo se refiere, observo estupefacta como llegamos un poquito más allá.
Los calores madrileños ayudan. Me explico: ahora va con los muslos al aire. ¡Esos muslos de lorzas comestibles!, ¡al aire!. Los vestiditos de veranos están acabando con la poca dignidad de mujer adulta que me quedaba.
Da bastante más guerra que la que daba en sus primeros meses cuando era una especie de muñeca nenuco, que comía y dormía. Ahora ya demanda atenciones, juergas, pasárselo bien en definitiva, porque hemos traído al mundo a otra persona disfrutona, como somos el resto en esta casa.
Es muy simpática, siempre tiene una sonrisa preparada para cualquier tontería que se le haga. Se ríe con unas carcajaditas de bebé que contagian la risa.
Básicamente lo muerde todo y lo chupa todo. Sus pensamientos de bebé deben ser algo del tipo: "voy a probar este mantel, argg, qué asco, sabe fatal pero no puedo dejar de chuparlo. Ay mira, la mano de mi madre, voy a chupar y morder un poco. ¡Anda!, qué bueno, mis pies, hace como tres minutos que no me los llevaba a la boca, ya los echaba de menos". Y así todo el día. TO-DO pasa por su boca.
Llevamos cinco meses y once días con lactancia materna. Tres hurras por mí y por mis sacaleches. Estoy hasta los mismísimos, pero a la vez ya he decidido aguantar hasta los seis meses porque se que es lo mejor para ella.
Le encanta estar tumbada en la mantita gimnasio, encima de mi cama, o directamente en una manta en el suelo, y ya intenta (sin éxito) gatear. Se desplaza con muchas dificultades y esfuerzos como si yo intentara subir al Himalaya. Se pone boca abajo y vuelta boca arriba, y cuando se frustra porque no consigue lo que pretende, chupa lo que tenga a mano: un muñeco, el suelo, la manta, su pie...
Es muy bonita y yo me siento tan afortunada de tenerla, y de poder estar disfrutando estos meses, que no lo puedo expresar con palabras. Cada mañana pienso que si no me hubiera cogido una excedencia ya estaría trabajando, y se me pone una sonrisa en la boca. El otro día vino a comer con nosotras una compañera del trabajo y me preguntaba si no echaba de menos ir a la oficina. Je, echar de menos dice, NI LOCA. Estoy feliz y completamente realizada con lo que hago ahora mismo. Lastimica que no pueda congelar el tiempo para alargar esta época tan maravillosa un poquito más.
Y nada más por hoy, que la tenía dormida en la cuna, pero me llegan ruiditos sospechosos, creo que debe estar despierta.
:D ¡Felicidades por el verano y por las carcajaditas!
ResponderEliminar¡Gracias!. Lo cierto es que las dos cosas son muy valoradas por mi ;)
EliminarBesos
Disfruta de tu niña todo lo que puedas, yo tambien estoy de excedencia hasta octubre. Hasta cuando estatas tu?
ResponderEliminarTambién hasta octubre!. El 1 de octubre va a ser un día muy negro para mi.
EliminarUn beso
No hay nada más bonito que criar un bebé. Un beso.
ResponderEliminarPara mi es así, luego hay gustos de todo tipo, porque hay mujeres que no lo disfrutan nada y están deseando volver a su rutina laboral. ¡Tiene que haber de todo!.
EliminarUn beso
Cómo me alegro de leerte tan feliz y disfrutando de esa beba hermosa. Dí que sí, disfruta todísimo lo que puedas!!
ResponderEliminarMuas!
Eso hago amiga, eso hago.
EliminarUn beso
Hola. ya me imagino a tu niña adorable. Me encantaba ponerle a la mía vestiditos cortos porque también me gustaba mucho verla con esas piernitas tan rollizas... me puedo imaginar tu felicidad y te recomiendo que la vivas a tope porque el tiempo pasa volando... seguimos en contacto
ResponderEliminarLo hago, al ser el tercero, soy plenamente consciente de lo rápido que pasan estos meses. Y no vuelven. Por eso me da rabia cuando leo a madres quejándose sin parar, o cuando me recuerdo a mi misma con la mayor, en esos momentos de total ofuscación por cualquier chorrada. Si pudiera volver a ese momento me zarandeaba, en serio. ¡Qué sensación de haber sido la petarda mayor del reino!. En general disfruté también mucho de mis dos mayores, pero no tanto como de ésta pequeña. Porque no era tan plenamente consciente de lo rápido que pasaría y de lo tontos que me parecerían mis problemas de ese momento cuando pasara el tiempo.
EliminarUn beso
Felicidades por la peque.Disfruta mucho de ella.
ResponderEliminarBesos.
Lo hago Ro, no voy a repetirme, que se lo acabo de explicar a Marta justo encima de tu comentario.
EliminarUn beso y gracias
¡Disfruta mucho que pasa el tiempo volando y cuando te quieras dar cuenta estás peleando con la adolescente que se comió a tu bebé! Besos grandes.
ResponderEliminarPd: me has hecho sonreir cuando te he leído que estás hasta los mismísimos del pecho. A mi me pasaba igual pero también aguanté un montón de tiempo. Menos con el tercero, que decidió dejarlo a los tres meses. ¡Qué caracter!
La mía mayor también lo dejó de motu propio a los tres meses. Mamaba genial, cogía muy bien de peso, y de un día para otro, decidió que no quería más. De aquella no sabía yo de los sacaleches eléctricos, así que tras varios días de pesadilla porque la niña no mamaba y pasaba el día entero sin comer, la pasé a leche de fórmula y chinpún.
EliminarEl niño sin embargo fue un campeón de la lactancia, directamente al pecho, como debe ser, y siempre lo hizo genial.
La pequeña no se ha agarrado al pecho, así que leche materna a base de doble sacaleches eléctrico. Y claro, no lo disfruto nada. Me gusta la sensación de que se esté alimentando de mi leche, de pensar que la inmunizo y blablabla. Pero la experiencia con dos maquinejas succionadoras, dista mucho de ser placentera.
Tres hijos, tres experiencias totalmente distintas con la lactancia materna.
¡Un beso!
Lo pequeños que son y lo que llenan los jodíos. Dan mucha guerra, pero con ellos se curan las penas. En todas las casas debería haber uno.
ResponderEliminarBesos.
Totalmente de acuerdo Macondo, tu comentario podría ser mío.
EliminarCuando en una familia hay un bebé, hay una alegría especial. A pesar del trabajo que dan y lo que condicionan, pero son gloria bendita.
Un beso
Mi madre dice que a mí me gustaba chupar zapatos, jeje. Al parecer lo de la fase oral de Freud sí es cierto :D
ResponderEliminarDisfruta de la peque todo lo que puedas y come un poco esas lorzillas si te deja.
Un beso.
A esta si la dejo se chupa un zapato y una bota.
EliminarEl momento más heavy que he vivido en cuanto a la fase chupóptera, fue con la mayor. Llegamos del parque, la bajo de la silla a que gatee por el pasillo y cuando me doy la vuelta estaba chupándo a todo meter, la rueda de la silla de paseo. ¡Pero que la estaba dejando reluciente!. Esa rueda que había paseado por las sucias calles de Madrid... me dan nauseas solo de recordarlo...
Un beso
Qué rica, por favor <3 ¡Si es que son lo mejor!
ResponderEliminarBesos
Son lo super mejor. Esta enana es una lechoncilla comestible cien por cien.
EliminarUn beso
ayyy que ganas de volver a vivir eso!!!! suena comestibilisima!!! Disfruta!!
ResponderEliminarEs comestible. A ver si tienes suerte y lo puedes vivir de nuevo, porque es lo mejor del mundo.
EliminarUn beso
nena.... esas lorzas!!!! sé de lo que hablas, ayer mismo vino una "sobri" mía con vestidito de verano... y oooooohhh mareeee miaaaa... yo sí que me lleve todo lo suyo a la boca!!! jajajjajajajajajajajajajja....
ResponderEliminarjajajajajajaja. Yo no se cómo tiene tanta paciencia conmigo, porque me paso el día dándole bocaos y pedorretas en los muslos (y en la barriga, en los mofletes...). Pobre bebé.
EliminarUn beso
Pues a disfrutar!!! Ya habrá tiempo de volver a la oficina. Jajajaja. Besotes!!!
ResponderEliminarEn esas estamos. Yo en la vuelta prefiero ni pensar.
EliminarBesos
Ay que dulce!!!!! Echo de menos esa época de bebé monísimo, que bien te lo tienes que estar pasando. Un beso!
ResponderEliminarPues si lo echas de menos, tiene fácil solución, ¡a por otro! ;)
EliminarBesos
Jo, me has recordado ese momento maravilloso de leotardos fuera. Y eso que los míos no tenían lorzas que mostrar, pero aún así es... ¡babeante!
ResponderEliminarNo sé cómo alguien te puede decir que si no echas de menos el trabajo. Al menos con esa edad; no creo que nadie quiera voluntariamente dejar a un bebé de cuatro meses en la guarde.
Un par de mordisquitos a mi salud, por favor.
Pues Sara, las hay, y muchas. Yo tengo varias compañeras con una situación igual a la mía, esto es: un trabajo estable, seguro, del que no te van a echar por coger una excedencia, con el marido con un trabajo del tipo del mío. Y no solo no se han cogido unos meses extra, sino que han vuelto a la oficina diciendo que estaban deseando salir de casa, que estaban hartas de dedicarse solo al bebé.
EliminarTiene que haber de todo. No nos pueden gustar ni motivar las mismas cosas a todos, está claro. Y dentro de las madres lo mismo, a unas nos gusta más el momento bebé y a otras menos.
Un beso
Que bueno que la estes disfrutando tanto.. maravilloso ser pequeñito ella, que lindo que tenga tan buen caracter!!
ResponderEliminarbeso
Yo lo pienso muchísimo, que ójala le dure este buen carácter, porque va a ser mucho más feliz en su vida. Y no solo ella, también serán más felices los que la rodean.
EliminarUn beso
Ainsss para comérsela seguro!!! disfruta de tu tiempo y del suyo, porque pasa tan rápido.... así que apura hasta el último minuto y disfrutalo a tope.
ResponderEliminarBesines
Eso hago Covi, no te creas, que estrujo cada minuto.
EliminarUn beso
dale un mordisquillo de mi parte, digo, por si necesitas más pretextos x)
ResponderEliminarjajajajajaja. La verdad es que no necesito pretextos, la tengo breadita a besos y achuchones.
EliminarUn beso
¿Sabes? Para las que no somos madres a veces es difícil engancharnos con post sobre niños y las monerías que hacen... pero tu lo consigues totalmente, enhorabuena!!
ResponderEliminarMuchos besos y disfrútala!
Muchas gracias. No veas lo que te agradezco el comentario, porque últimamente veo mi blog muy almibarado, pero qué le voy a hacer, es como me siento y aquí soy 100% sincera. No voy a dejar de hablar de lo que más me apasiona ahora mismo, pero sí pensé que a muchos les iba a parecer una auténtico coñazo.
EliminarUn beso