¿Se puede ser adicto a la palmera de chocolate?
Sí, se puede.
¿Por qué lo se?
Obvio, porque lo soy.
Es una adicción muy poco glamurosa, muy de gocha zampa bollos, pero es adicción al fin y al cabo.
El otro día estaba leyendo a la boticaria sobre dejar de fumar, y mientras leía hacía mi propia versión de la entrada para quitarme de las palmeras. Así de grave está la cosa.
Ya he contado alguna vez, que en mis primeros años de universidad fui fumadora, por motivos meramente sociales, y nunca me generó adicción. Los fines de semana que iba a casa de mis padres no fumaba, ni tampoco durante el verano cuando iba al extranjero, pero en cuanto volvía con mi pandilla de la universidad a jugar al mus, salir de marcha y quedarnos de charla hasta las tantas, volvía al pitillo. En cuanto decidí que ya había tenido suficiente olor a tabaco en mi vida, lo dejé sin más. Así de raritas somos algunas.
Fijaros que no he dicho de afortunadas. Porque mi ración de adiciones la tengo, pero son diferentes a las de otros. Tabaco cero puntos, Matt un punto. Palmera de chocolate 1 punto, Matt cero puntos.
Todo empezó en el post-parto, el primer mes perdí casi todo el peso que había ganado en el embarazo, y en lugar de aprovechar la racha para seguir bajando lo que he acumulado en los últimos quince años de sobre peso, decidí ser indulgente conmigo misma, y concederme un capricho. El capricho fue una palmera de chocolate. Siempre he sido de buen comer, durante mis primeros 25 años de vida, con un metabolismo agradecido que me mantenía delgada, y durante los últimos 15 con un metabolismo vulgar que engorda si comes de más.
Las palmeras me gustaban de siempre, pero no más que la morcilla, el cabrales, la fabada, el arroz caldoso... Así que no sé a qué viene está obsesión actual por las palmeras. Salgo al paseo por la mañana y ya estoy pensando en comprarme una. Vivo en un barrio con muchas pastelerías y las he probado ya TO-DAS. Tengo mi propio ranking personal. Normalmente me apetece la más zafia y barata, con un pegotón de chocolate que no se lo salta un torero, aunque hay días que me levanto sibarita y camino un rato más para llegar a la palmera más delicada con un hojaldre suave y un chocolate fino.
Lo se. Estoy fatal. Tengo que ir pensando en quitarme, pero ya si eso, otro día.
Comparto tu aficción por ellas.... además últimamente me ha dado por hacerlas en casa lo cuál es verdaderamente peligroso.... se que tengo que dejarlo.... pero es quizá el único vicio de mi vida aunque lo comparto con mi absurdo vicio hacia las bambas de nata. Un besote
ResponderEliminar¿¿¡¡Hacerlas en casa??!!!. Doy gracias al cielo por mis nulas habilidades culinarias. Saber hacerlas para mi sería la muerte.
EliminarBesos
Hay unas con sabor a kinder bueno...y otras formas de morir. :D
ResponderEliminarpor suerte no las conozco ni creo que las hagan en mi barrio, porque de ser así, las conocería ;)
EliminarUn beso
Hola. me siento identificada con cada una de tus palabras sobre la adicción a la palmera de chocolate... También prefiero las del supermercado de toda la vida, es decirm las que más engordan... Además en esta etapa en Carrefour venden las plameras gigantes y siempre me llevo alguna... Toda la vida em gustaron pero despues de mis dos embarazos aún más... y también siempre estaba delgadísima pese a los palmerones y hoy en día ya sé que si me paso en la comida toca hacer el doble de ejercicio... muy buen post... sonreía a medida que lo leía porque es tal cual mi adicción... y seguro que somos muchas más... seguimos en contacto
ResponderEliminarTú al menos tienes la palanca del ejercicio a la que recurrir si te pasas, pero yo hace años que dejé el deporte. Así que no compenso con nada mis caprichos... Fatal.
EliminarUn beso
Yo prefiero la tableta de chocolate negro y es más sano. Un beso.
ResponderEliminarUn vicio o adicción, por definición, no es sano. En mi gusto por las palmeras de chocolate en lo que menos pienso es en salud, sino fuer así, otro gallo cantaría.
EliminarUn beso
:D menos mal que por acá no hay palmeras de chocolate; si no, me uniría a u club :)
ResponderEliminarSí, te veo totalmente en el club, das el perfil, jejejeje
EliminarUn beso
Yo conseguí dejar las guarriporquis (chuches) durante 9 meses y ahora he caído de nuevo y mucho peor en losq regalices rojos enrollados. Soy adicta, sueño con ellos, compro y escondo, no comparto, zampo sin parar hasta q me duele el estómago y no veo forma de dejarlo, hasta con el chocolate fue más fácil...
ResponderEliminarLou
jajajajajajaja, te imagino soñando con regalices rojos y me da la risa.
EliminarEstas adicciones nuestras están muy infravaloradas pero tienen enjundia.
Un beso
Yo empecé a fumar y lo dejé cuando iba por más de tres paquetes al día. Aunque veo en la palmera un vicio menos preocupante, leyendo lo que escribes y los comentarios voy a tener cuidado.
ResponderEliminarBesos.
Ya leí en la entrada de la boticaria el enlace que pusiste, me gustó mucho, todo de sentido común del que no aplicamos cuando es más necesario.
EliminarLo de vicio menos preocupante, no te creas, en cuanto pierdes el control de tus decisiones, es preocupante. Yo lo cuento con humor porque es como me gusta tomármelo, pero en realidad me da mucha rabia no ser capaz de controlarlo.
Un beso
Fíjate que yo soy golosa, pero no son mi dulce favorito. Como te pasaba a ti con el tabaco, las comía en la universidad porque estaban especialmente buenas. Pero vamos, que pasan los meses y no me acuerdo de ellas. Sin embargo mi madre se vuelve loca por una palmera de chocolate. Tanto, que a veces se las traigo cuando voy al centro o se las hago yo si estoy inspirada, jejeje.
ResponderEliminarYo sigo fumando... igual también debería darme al vicio del chocolate que encima no soy de engordar :)
Un beso!
Yo creo que tú con la comida eres como yo con el tabaco, puedes cocinar cosas deliciosas y tenerlas en casa, porque en realidad te controlas. Aunque creas que no, créeme, lo haces. Al menos más que yo fijo. Yo no puedo tener esas cosas deliciosas en casa porque me las acabo del tirón. Soy lo peor.
EliminarUn beso
Si es que están bueníiisimas, pero yo soy una mujer a dieta y no quiero saber nada de ellas jajaja
ResponderEliminar¿Se puede hacer dieta dando el pecho?. Porque yo es a lo que me agarro para no ponerme, que como estoy con lactancia materna no puedo....
EliminarUn beso
jajajjaja me encaaaaaaaaaantan las palmeras de chocolate... EN general soy fan del chocolate, del cual también tengo mi propio ranking (me he vuelto un poco exquisita, pero la verdad es que cuando no hay otra cosa, cualquier cosa me vale)
ResponderEliminarAntaño, era muy de "bollería", pero ya no... me resulta pesada (incluso la de pastelería). Así que lo único que me atrae del estilo, cuando no es chocolate solo... son las palmeras.. porque están así hojaldraditas... se hacen más ligeras... En fin... ¡¡¡qué te voy a decir!!!! jajaja
A mí me gustan aquellas en las que el chocolate eeeeeeentra dentro del hojaldre. Puffff, buenísimas...
Y no sé si en tu zona hay (me imagino que sí...) pero con yema y chocolate están también de vicio.
Por cierto... en el pueblo de un amigo... lo que hacen son tartas de palmera de chocolate... que consiste en una palmera de chocolate gigaaaante (rollo tarta de cumpleaños) con el hojaldre más "blandito" y grueso... Rollo tarta pero ni de lejos pesada... BUENÍIIIIIIIISIMA!!!!
Es solo una sugerencia para celebraciones... jajajajaja =)
¡¡Madre mía!!!!!!!!!!!, necesito las geocordenadas del pueblo de tu amigo. Esta noche voy a soñar con la tarta de palmera de chocolate, ÑAM.
EliminarAh, por cierto,a mi también me gusta que el chocolate se cuele un poco entre el hojaldre, a veces en la parte trasera de la palmera, donde se supone que no hay chocolate, te encuentras un pegotín, y eso es...mmmmm
Un beso
Los Palacios... (Sevilla) jajaja, estupenda en serio.. SI vas por la zona, te paso las coordenadas concretas.. jajaja (y compras un kilo de tomates también, que tienen buena fama :p )
EliminarMe pilla un poquito a desmano, sino este mismo finde me hacía una excursión con la familia ;)
EliminarApuntado queda para cuando vayamos por esa zona.
Un beso
Bua... pues hija, la próxima pilla dos que voy!!
ResponderEliminarvale, pero como tardes mucho me zampo las dos, jajajajajajaja
EliminarEstán riquísimas. Hay una pastelería en el pueblo de mis suegros que hace la mejor palmera de chocolate del mundo!!! Me las tengo prohibidas. jajaja
ResponderEliminarEso sí, las mazacote de masa gorda con pegotón de chocolate no me gustan mucho (menos mal!!!!!!) porque si no...
¿Y te funciona prohibírtelas? porque yo cuanto más me digo que lo dejo, más ganas me entran de comerme una.
EliminarUn beso
No estás fatal
ResponderEliminarEres una disfrutona
Y eso es bien
Por aquí no serías feliz ¡no existen las palmeritas bañadas con chocolate!
ResponderEliminarMe encanta la forma en que escribes, leí varias de tus entradas y es como leer la vida de cada una de nosotras, pero tu la pintas de una manera muy amena.
Beso desde Argentina (el país de Mafalda)
También soy adicta a las palmeras de chocolate, lo confieso. Además, a las de chocolate, sin ser yo muy chocolatera... Las palmeras solas vale, pero ni fu ni fa, las de yema me gustan más pero puedo resistirme... pero las de chocolate, mmmmm! Y no te digo na si están rellenas de kinder o de nocilla, qué pecado, niña!!
ResponderEliminarBesitos!
¡ Qué buen artículo ! Y yo que buscaba
ResponderEliminaruna poesía dedicada a las palmeras y me
encuentro con ésta. :-))
¡ Genial !